miércoles, 29 de julio de 2009

José Agustín Goytisolo | propuesta de Javier


PALABRAS PARA JULIA

José Agustín Goytisolo


Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Un hombre sólo, una mujer
así, tomados de uno en uno,
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.

Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares,
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname, no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre, siempre, acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.




Comentario

¿Recordáis el revuelo tremendo que se armó –y que de pronto se disipó- tras el suicidio de José Agustín Goytisolo en 1999? Me pasa, supongo, como a muchos, que tengo el poema que os propongo adherido sin remedio a la conocidísima versión musical de Paco Ibañez. Al leer el poema, aunque sea mentalmente, no puedo evitar cantarlo y hasta repito los versos o las palabras finales. (Tras este comentario encontraréis el enlace a la versión de Ibáñez en youtube).

Este poema-canción me lanza hacia atrás sin contemplaciones, imponiéndome el estado de ánimo que fue hegemónico en algún periodo de mi vida en Salamanca; y me transporta a la vez desiderativamente hacia delante, como lo que es, una donación de saber diferido hacia la hija deseada. Para mí, este poema-canción tiene algo del poder recuperador del perdón y de la inmensa fuerza apaciguadora de la promesa, y su ritmo me transmite esa especie de reconciliación.



Enlace

http://www.youtube.com/watch?v=4tfBJoJJYIg

miércoles, 22 de julio de 2009

Irene Gruss | propuesta de Josep

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EL JARDIN

¿Estás cansada del viaje, Diana?
¿Dejaste las valijas y te asomaste a ver el sol
en tu jardín, fuiste allí
rápidamente, pausadamente?
¿Echaste una ojeada a las plantas
o mirás cada una, sabiéndola,
descubriéndola, cuidás
tu jardín, hablás, cantás con
la regadera en la mano?
¿Estás cansada de vuelta del viaje,
Diana? ¿Estás contenta?
¿Alguien te acarició, jugó otra vez
con tu melena de fénix,
te besó los párpados
como quien desea tocar
una mirada así de azul, de gris
según el tiempo? ¿Fuiste feliz,
Diana? ¿Intenso y duro, el viaje?
¿Acomodaste la cabeza en el asiento del avión?
¿descansaste?
¿Estas repleta de memoria, de sentidos
por el viaje, Diana?
¿Comerías conmigo para contarme?
¿Pasaste hambre en la estadía,
Diana, pasaste hambre?
¿Te embriagaste? ¿En algún momento
llegaste a marearte por el viaje?
¿En algún momento, sentiste
esa nada en la boca
del estómago, ahí donde dicen que
está el alma? ¿Llenaste
con qué esa nada, con la gente,
con las cosas, tuviste
necesidad? ¿Observaste
la vida tranquila? ¿Así, como te veo
ahora, calma
sabihonda? ¿Conociste
la muerte en el viaje,
Diana? ¿Te asustó, la asustaste?
¿Trajiste fotos, postales,
documentos?, ¿abrazaste a
muchos, te abrazaron?
¿Gozaste, tradujiste el amor
loca de deseo? ¿Hablaste demasiado, callaste
demasiado? ¿Por qué
estás diciéndome
que escribir es lo único
que tenemos? ¿Estás cansada, es por eso, porque
estás cansada del viaje? ¿Querés
dormir, recostarte en un hombro,
querés reír, llorar un
poco? ¿Acaso el viaje mismo
no te consuela,
Diana? ¿No es como el tacto
de otra mano, no lo es, verdad?
¿Comerías conmigo para
contarme?
¿Ya floreció la rosa
en tu jardín? ¿Es tan bella?
¿Los pétalos reventaron
plenos de vida, la vida es
púrpura después de un viaje,
Diana,
es así?

................De.La mitad de la verdad.


................Comentario

Leí este poema por primera vez un domingo por la mañana, recién llegado a Buenos Aires, en la librería El Ateneo. Me gustó, tenía el sabor de la brisa. Pensé en la amiga estaba a punto ver, pensé en su hermana susurrándole estas palabras. Pasaron los días. El domingo siguiente volví a encontrarme en el libro de Irene Gruss en el mismo lugar, a distinta hora, y se abrió por la página de este poema. Lo leí de nuevo, volví a sentir lo mismo y compré dos ejemplares. Uno para mí y otro para un amigo de mi tierra. Mi amigo todavía no ha recogido el libro, algún día lo hará. Y yo me fui de viaje por nueve largos meses. El poema también hablaba de mí. Quisé proponerlo en pandehumo a lo largo de ese tiempo, pero nunca tenía el libro a mano, se quedó en casa. Y ahora que he regresado y lo vuelvo a leer, siento que el ritmo de su brisa impregna el tiempo de salitre. Quiero que alguien me acompañe como la voz que escribe este poema, quiero que me haga preguntas concretas que den forma a mi vida, que me advierta de mis errores con una sugerencia, que me descanse y que me alivie, y que quiera comer conmigo para que le cuente. Aunque siempre me pregunto si esa voz, tan bien dispuesta y tan acogedora, no necesitará de otra que le haga las mismas preguntas y le recuerde los mismos hechos. Tal vez, esa voz pueda ser la mía, tras el viaje, o entre viaje y viaje, mientras quede hogar.
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miércoles, 15 de julio de 2009

Francisco Brines | propuesta de María Jesús

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TENTACIONES AL ACABAR LA TARDE

Hay una luz que cubre todo el campo
de sombra, y va a la noche. Reposan
los naranjos, y casas de abandono,
y los montes se tienden en la nada.
La paz está conmigo, no sucede
sino el sueño más libre de la dicha:
amo el vivir, y el mundo incomprensible.

Ya en los pueblos del llano, y en la costa
del mar, oscilan luces rosas: queman,
antes que las estrellas, las ventanas.
El mar ha ennegrecido en lo lejano,
y se enciende la fiebre de la carne:
pues me llama al placer lo que allí vive.

,,,,,,,,,,,,,,,,,,,De Insistencias en Luzbel


...............Comentario
Leo dos momentos en este poema. El primero coincide con mi preferencia por esas horas de la tarde,( la hora azul la llaman algunos) después del calor, cuando todo parece alcanzar un punto de equilibrio, ligera brisa, algún trino, las últimas golondrinas que buscan agua, y el ritmo lento del trabajo que queda por hacer. Bien, me encanta ese instante y lo disfruto cada día con sorpresa porque la repetición de lo hermoso y humildemente sentido no cansa.
Después de la declaración de amor a la vida y al mundo incomprensible, el deseo y el placer se suceden en una misma línea de belleza: causa y consecuencia. El alma tranquila despierta los sentidos y requiere el cuerpo las caricias, su alimento.
Me gustan también los versos de Brines, con el ritmo de los endecasílabos perfectos, y la luz que cubre de sombras…
Ojalá que os guste ( si no es así, ya sabéis, no pasa nada, nada, pero que nada) y si estáis ya de vacaciones, que las gocéis, y si no, que las caricias recompensen la espera.
Con afecto, siempre.
Mª Jesús
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martes, 7 de julio de 2009

Jorge Guillén: Plenitud de lo real


EL HONDO SUEÑO

Este soñar a solas... ¡Si tu vida
De pronto amaneciese ante mi espera!
¿Por dónde voy cayendo? Primavera,
Mientras, en torno mío dilapida

Su olor y se me escapa en la caída.
¡Tan solitariamente se acelera
- Y está la noche ahí, variando fuera-
La gravedad de un ansia desvalida!

Pero tanto sofoco en el vacío
Cesará. Gozaré de apariciones
Que atajarán el vergonzante empeño

De henchir tu ausencia con mi desvarío.
Realidad, realidad, no me abandones
Para soñar mejor el hondo sueño.

Jorge Guillén, Cántico


Recordé recientemente el placer que, hace años, me causaban los extraños versos que componen Cántico. Extraños porque, aunque en ocasiones abruptos, no me dejaban de cautivar con sus imágenes brillantes y claras. No sé si en algún momento llegué a entender el modo en que la poesía se manifestaba en ellos. Mi mente lo resumía en palabras que traducían mi estado en quietud y perfección. Es un cántico a la plenitud del ser, a la presencia del yo ante un mundo que amanece, antes las cosas que se perfilan y se determinan como "maravillas concretas" (un verso del poema inicial), a una armonía de seres que despiertan y cantan en júbilo. Tras la apariencia de un ser parmenídeo, un ser que jamás empieza ni termina, se imponen las cosas nombradas. Me ha sido difícil escoger uno de los cientos de poemas que se suceden en la obra. Habría quizá elegido el que abre el primer libro, con el título "Más allá" (excesivamente largo para transcribirlo). Finalmente opté por uno de los sonetos del tercer libro ("El pájaro en la mano"). ¿Qué palabras se me imponen en él? La plenitud del sueño, su hondura, se da en el amanecer de un otro, la única realidad.

viernes, 3 de julio de 2009

Poema/s Pablo del Barco. Propuesta de Azahara



1. Antología del Bienestar de Pablo del Barco




Del Poemario

PRESENCIA INDEFINIDA

Fundación Jorge Guillén

2004

ISBN

84-89707-70-7

2. más allá
de la razón
deseo desnudarte
pero nunca
el alma


ni el perfil

de tu memoria,
lentamente
librarte
de túnicas

de aromas,


y hallarte

perfumada de ti,
ahogarte

en un océano
de sueños,


resurgir
en el último
respiro
donde olvides
tu nombre y
tus cenizas,
luego
besarnos
tiernamente las perífrasis
del alma.

No tengo nada más que añadir, pues todo me parece dilatadamente superficial si lo hago.
Que lo disfrutéis, o no...