PALABRAS PARA JULIA
José Agustín Goytisolo
Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.
Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Un hombre sólo, una mujer
así, tomados de uno en uno,
son como polvo, no son nada.
Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.
Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.
Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares,
tendrás amor, tendrás amigos.
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
Perdóname, no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
Y siempre, siempre, acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
Comentario
¿Recordáis el revuelo tremendo que se armó –y que de pronto se disipó- tras el suicidio de José Agustín Goytisolo en 1999? Me pasa, supongo, como a muchos, que tengo el poema que os propongo adherido sin remedio a la conocidísima versión musical de Paco Ibañez. Al leer el poema, aunque sea mentalmente, no puedo evitar cantarlo y hasta repito los versos o las palabras finales. (Tras este comentario encontraréis el enlace a la versión de Ibáñez en youtube).
Este poema-canción me lanza hacia atrás sin contemplaciones, imponiéndome el estado de ánimo que fue hegemónico en algún periodo de mi vida en Salamanca; y me transporta a la vez desiderativamente hacia delante, como lo que es, una donación de saber diferido hacia la hija deseada. Para mí, este poema-canción tiene algo del poder recuperador del perdón y de la inmensa fuerza apaciguadora de la promesa, y su ritmo me transmite esa especie de reconciliación.
Enlace
http://www.youtube.com/watch?v=4tfBJoJJYIg