miércoles, 30 de diciembre de 2009

Charles Bukowski | propuesta de Josep

.
A SMILE TO REMEMBER

we had goldfish and they circled around and around
in the bowl on the table near the heavy drapes
covering the picture window and
my mother, always smiling, wanting us all
to be happy, told me, "be happy Henry!"
and she was right: it's better to be happy if you
can
but my father continued to beat her and me several times a week while
raging inside his 6-foot-two frame because he couldn't
understand what was attacking him from within.

my mother, poor fish,
wanting to be happy, beaten two or three times a
week, telling me to be happy: "Henry, smile!
why don't you ever smile?"

and then she would smile, to show me how, and it was the
saddest smile I ever saw

one day the goldfish died, all five of them,
they floated on the water, on their sides, their
eyes still open,
and when my father got home he threw them to the cat
there on the kitchen floor and we watched as my mother
smiled


UNA SONRISA PARA RECORDAR

teníamos peces dorados y daban vueltas y vueltas
en la pecera sobre la mesa, junto a las cortinas pesadas
que cubrían el dibujo de la ventana y
mi madre, siempre sonriendo, queriendo que todos
fuéramos felices, decía: “sé feliz, Enrique”
y tenía razón: es mejor ser feliz si
puedes
pero mi padre seguía golpeándonos a ella y a mí varias veces a la semana mientras
el odio crecía dentro de su metro ochenta de estatura porque no podía
comprender lo que le atacaba desde dentro.

mi madre, pobre pez,
queriendo ser feliz, golpeada dos o tres veces
a la semana, diciéndome que fuese feliz: 'Enrique, ¡sonríe!
¿porqué nunca sonríes?”

y entonces ella sonreía, para mostrarme el modo, y era la
sonrisa más triste que jamás he visto

un día los peces murieron, los cinco
flotaban en el agua, de costado, sus
ojos aún abiertos,
y cuando mi padre llegó a casa, se los tiró al gato
allí sobre el suelo de la cocina y me quede mirando como mi madre
sonreía



.....Comentario

He descubierto a Charles Bukowski recientemente, pero, desde entonces, lo visito a menudo. No he leído sus novelas, pero algunos dicen que sus poemas son prosaicos. Lo parecen, porque su lenguaje es cotidiano y su estilo narrativo y, sin embargo, su lectura despierta en mí el sentido del idioma, como me ocurre con Emily Dickinson, Henry James y John Ruskin. Sus estilos no tienen nada que ver y, sin embargo, encuentro su ritmo penetrante.

La traducción que os propongo parte de una que encontré en internet y cuyo autor no supé localizar. En su versión inicial, la traducción partía los versos en lugares diferentes de los que aparecen en el texto original, añadía puntuaciones innecesarias, introducía las mayúsculas y dejaba escapar un quiebro central de la narración. La tarea de ir restaurando el punto en el que se dividen los versos, me ha ayudado a ver su fuerza expresiva; y también el abandono de la puntuación para dejar que sean los versos y la semántica las guía únicas del lector.

Querría haber propuesto este poema la semana pasada, pero la programación tiene su ritmo y debe respetarse; porque me parece que contribuye a entender la lógica de una fiesta tan invasiva como la Navidad y que deja tantos despojos en el alma de los que tenemos una sonrisa que recordar.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Jorge Riechmann | propuesta de Javier

De ti

Me pierdo.
Me encuentro en las yemas de tus dedos.
Me pierdo.
Me encuentro en la sed clara de tu pelo.
Me pierdo.
Me encuentro en el mediodía de tu cuerpo.
Me pierdo.


Toco el mundo solamente en tu piel
(fragmento)

Está aquí. Arráncate
la piel para asomarte
al río más profundo.

Hermosa, hermosa, hermosa, engalanada
solamente con su fugacidad.

Toda la luz del mundo
excava esta caricia,
revienta en este fruto.


Comentario

Últimamente tenía muy olvidado pan de humo. Mientras había otro pan cociéndose en el horno, el que ahora está crujiente a nuestra mesa. Su olor y su sabor embelesan. Y llegado el momento de comparecer ante el foro, de tan absorto y apresurado que ando llego tarde a la cita. Gracias, Marina, por echarme una mano.
Este par de poemas (el segundo, un fragmento) de Jorge Riechmann son sensuales y eróticos. Con creces. Mi lectura de esas palabras y sus ritmos es condescendiente. También con creces. Los transfigura o -el término es horroroso- “resignifica” para forzarles a decir y entonar lo que yo busco o a que me ayuden a entender lo que yo siento. El caso es que les pido que me canten y hablen de la ampliación de la experiencia, del abrirse del otro con el puro tacto e incluso del vaciamiento propio ante ese sentir. Al cabo me los apropio como nanas. Tal vez sea la división del trabajo de la oxitocina lo que disculpe esa apropiación.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

José Emilio Pacheco | propuesta de María Jesús

La gota

La gota es un modelo de concisión:
todo el universo
encerrado en un punto de agua.

La gota representa el diluvio y la sed.
Es el vasto Amazonas y el gran Océano.

La gota estuvo allí en el principio del mundo.
Es el espejo, el abismo,
la casa de la vida y la fluidez de la muerte.

Para abreviar, la gota está poblada de seres
que se combaten, se exterminan, se acoplan.
No pueden salir de ella,
gritan en vano.

Preguntan como todos:
¿de qué se trata,
hasta cuándo,
qué mal hicimos
para estar prisioneros de nuestra gota?

Y nadie escucha.
Sombra y silencio en torno de la gota,
brizna de luz entre la noche cósmica
en donde no hay respuesta.



Hace ya algunas semanas hablábamos en este blog del agua y de su poder. Entonces leí este poema y lo guardé : aportaba otros matices, y me agradaba la rapidez de las secuencias , la sucesión de las ideas. La metáfora final me parece muy lograda y también la combinación de los antónimos: brizna/cósmica y luz/noche. Así que creo que le llegó la hora de asomarse a este espacio que compartimos. Que disfrutéis de las vacaciones y hasta pronto.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

Alfonso Carreño | propuesta de Meteco Diletante

Desmontaje

La ceremonia estricta de la vida
va desprendiendo cuerpo.

A sosegados pasos
retira candelabros vigorosos
y descuelga tapices.

Fiestas de monte y sala se clausuran,
juegos de caña y de sortija cumplen
vísperas en jolgorio: y la obscena
boca letal de la celebración
apacigua las risas con que antes
rociaba el silencio.



Igual que en casi todos los poemas que me gustan, quizás éste sólo tenga una asociación de palabras brillante, “desprendiendo cuerpo”, pero que, también como siempre, eso basta para que el poema ocupe durante bastante tiempo un lugar en la conciencia arrojando luces y sentidos a otras ideas.

Lo leí en unos días en los que observaba las señales que mi cuerpo empieza a mostrar por el paso del tiempo. Desde la idea de cambio (que el cuerpo cambie) aquello no era muy preocupante, pero la palabra “desprendimiento” añadió un matiz dramático a ese suceso, una cierta ansiedad se coló en mi vida. Como llamada por el nuevo contenido se presentó una frase olvidada de Proust, una reflexión sobre los ancianos empequeñecidos: enanos en el mundo y gigantes en el tiempo. Parece que persistimos en durar a cambio de ofrecer un doloroso espectáculo de engorde y derribo, como el baile final de la novela.

Pero detrás de ese baile macabro, el poema hace surgir otros aspectos de la vida, el dramatismo se equilibra con ecos alegres y una celebración, obscena, como no puede ser de otra forma, de la vida. Me recuerda a la Voluntad de Schopenhauer, que se devora a sí misma porque no hay nada externo a ella, pero aquí con la indicación contraria a la santidad, la de hacerle una jugarreta a la vida y reintegrarle la menor parte posible después de haber disfrutado de ella. Hay en este poema enseñanzas y un equilibrio que me hacen estar pegado a él.

Saludos.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Vicente Aleixandre | propuesta de Jesús

SOY EL DESTINO

Sí, te he querido como nunca.

¿Por qué besar tus labios, si se sabe que la muerte está próxima
si se sabe que amar es sólo olvidar la vida,
cerrar los ojos a lo oscuro presente
para abrirlos a los radiantes límites de un cuerpo?

Yo no quiero leer en los libros una verdad que poco a poco sube como un agua,
renuncio a ese espejo que dondequiera las montañas ofrecen,
pelada roca donde se refleja mi frente
cruzada por unos pájaros cuyo sentido ignoro.

No quiero asomarme a los ríos donde los peces colorados con el rubor de vivir,
embisten a las orillas límites de su anhelo,
ríos de los que unas voces inefables se alzan,
signos que no comprendo echado entre los juncos.

No quiero, no; renuncio a tragar ese polvo, esa tierra dolorosa, esa arena mordida,
esa seguridad de vivir con que la carne comulga
cuando comprende que el mundo y este cuerpo
ruedan como ese signo que el celeste ojo no entiende.
No quiero no, clamar, alzar la lengua
proyectarla como esa piedra que se estrella en la frente
que quiebra los cristales de esos inmensos cielos
tras los que nadie escucha el rumor de la vida.

Quiero vivir, vivir como la hierba dura,
como el cierzo o la nieve, como el carbón vigilante,
como el futuro de un niño que todavía no nace,
como el contacto de los amantes cuando la luna los ignora.

Soy la música que bajo tantos cabellos
hace el mundo en su vuelo misterioso,
pájaro de inocencia que con sangre en las alas
va a morir en un pecho oprimido.

Soy el destino que convoca a todos los que aman,
mar único al que vendrán todos los radios amantes
que buscan a su centro, rizados por el círculo
que gira como la rosa rumorosa y total.

Soy el caballo que enciende su crin contra el pelado viento,
soy el león torturado por su propia melena,
la gacela que teme al río indiferente,
el avasallador tigre que despuebla la selva,
el diminuto escarabajo que también brilla en el día.

Nadie puede ignorar la presencia del que vive,
del que en pie en medio de las flechas gritadas,
muestra su pecho transparente que no impide mirar,
que nunca será cristal a pesar de su claridad,
porque si acercáis vuestras manos, podréis sentir la sangre.

(Vicente Aleixandre, La destrucción o el amor).


Comentario


Se me escaparon horas y días, y olvidé este reducto de vida, de palpitante cadencia, de destilada esencia, que es este espacio de poemas compartidos. Os propongo de nuevo un clásico, a quien siento olvidado y que llenó muchas de mis horas juveniles. En él, el poema reclama más poema, cada metáfora conduce a otra metáfora, y las palabras nos arrastran en un torbellino de naturaleza y vida. Poco más: me pareció apropiado para aquellos que como yo, a veces, como sin querer, ya no escuchan el rumor de la vida.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Cristina Peri Rossi | propuesta de Bea

La pasión

Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.

"Babel bárbara" 1991

La oposición, un congreso inminente... mil cosas se me han acumulado en los últimos tiempos y me han alejado de pan de humo, espero que el congreso pase pronto y poder volver. Así que ahí va este poema recogido con prisas, de una autora cuya actitud entre práctica, cínica y romántica siempre me descoloca. Ya me decís que os parece, porque a mi me gusta mucho o me disgusta mucho según el momento. Espero poder dedicar a pan de humo mucho tiempo, por fin, este fin de semana... Si no me convierto en la Bella Durmiente!!!

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Juan José Saer | propuesta de Marina

Despedida

Hoy nos separas, profundo, y alguien
recorrerá ese millón de pasos que se acunan,
mientras abandonados por un cuerpo feliz
que ahora crece lejano,
sentimos nuestros ojos arder entre unos gestos
delicados, en esta orilla
solitaria, en plena tarde
y en un octubre extremo,
entorpecidos por un doble abandono,
nosotros, prisioneros
de una llanura indiferente,
oh mar que nos induces a gravedad.


Comentario:

Vuelvo al primer autor que propuse en Pan de Humo, no porque sea tan cíclica (o, quiza sí, soy más cíclica de lo que me imagino y ya va siendo hora de que lo reconozca) sino porque este poema se presentó en mí por su propia voluntad; y, como el fin de semana anterior estuvimos juntas Diana y yo, y en éste otra vez la mar océana nos separa, me pareció el momento adecuado para subirlo.

Juan José Saer es un autor fundamental para mí, algo así como un padre literario, algo tan profundo e indisoluble de mi vida que nunca podré mencionarlo como corresponde. Él era esencialmente narrador, pero tenía un cuidado extremo de la lengua, y encaraba toda su obra sin distinción entre géneros, por eso su único libro de poesía publicado en vida, que recoge toda su obra poética, se llama El arte de narrar.

Este poema es una única frase, con una sintaxis compleja, muy saeriana, y me gusta su emoción contenida, su última frase, dónde pone los adjetivos, y su ritmo y su vaivén. Me hace pensar en la gramática alemana, porque cuando era chica me dijeron que en el idioma alemán el verbo está al final de la frase, y me rompía la cabeza pensando cómo sería entenderse en alemán, teniendo que esperar a que la frase llegue a su última palabra para saber de qué se está hablando (¿de ahí vendrá el famoso orden alemán: de que aprenden de chiquitos a esperar el final de lo que están escuchando?). Este poema me hace acordar a eso: cuando llego a la invocación final me veo obligada a ascender de nuevo hasta el comienzo y releerlo completando su sentido.

Este poema se presentó solo pero antes de decidirme a subirlo releí todo el libro de Saer y dudé entre varios otros. Mi solución salomónica fue subir al grupo google no sólo este poema sino varios más (como para obligarme a no seguir proponiéndolo en el futuro), en un único archivo (que también tiene unos enlaces a sitios donde hay mucha información sobre él y, por lo que vi, también pueden bajarse novelas de Saer zipeadas,pero no sé si están completas o no). De los poemas de ese archivo, dedico a Meteco el que se llama "De Polonio a Laertes" y a María Jesús el que se llama " De duelos largos".

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Violeta Parra | propuesta de Diana

Gracias a la vida

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.

Gracias a la Vida



Comentario

Hace un mes, más o menos, murió Mercedes Sosa. Era una cantante argentina, tucumana, que seguramente conocerán por su voz potente y su compromiso político. Cuando yo era chica escuchaba sus discos, la mayoría con canciones folklóricas de la Argentina, que no me gustaban mucho; pero uno de ellos, un homenaje a la poetisa chilena Violeta Parra, sí que me gustaba mucho. Este poema que les propongo estaba en ese disco.
Como ya les comenté los poemas que siempre tengo en mente son canciones. Y como habrán visto la mayoría de ellos tienen que ver con el amor. Amor no sólo de pareja: amor a los hijos, a la tierra de uno, al sol, a las plantas, a las mascotas, a los sonidos, los olores, las palabras, a la vida.
Estoy en España, con mi sobrino Manuel y mi hermana Marina (la que hizo posible que este poema que encontré en internet sin signos de puntuación, tenga para ustedes la cadencia que tiene en mi cabeza, la que le dió Mercedes Sosa).
Gracias a la vida!

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Tomás Sánchez Santiago | propuesta de Nuño

Quién estará conmigo

Quién estará conmigo
de entre todos los modos
en éste:
............no asustarse del resplandor
tardío de las cosas.

Vienen
frutas del alba
con su golpe mojado de inocencia
y entra su luz segura,
apetecida,
en los climas dormidos de la boca,

claro
que sí,

y
alza al mediodía
sus cristales completos
y los hombres advierten olor a exactitud,
y se llenan de brillo
sus cabezas
....................(pero no es brillo
sino luz de lágrimas
de aquello que antes era ocupación y ahora roza
tan sólo).

Frutas del alba,
cristales completos,

pero al atardecer quién bajará
al río a esperar también
el paso sin prestigio del agua,
la bronca y no el murmullo,
la miel cautiva y negra de las sombras.

Y en esa espera,
el ángel no invocado de las duraciones.

(Del libro Lo bastante, de Alcancía, Jaraíz de la Vera
Cáceres, 2004)



Hace muy pocos días Amelia Gamoneda calificaba la obra en verso de Tomás Sánchez (Zamora, 1957) como una poética de lo precario, de aquello que se considera poco estable o poco duradero, algo inseguro, algo que se estima apurado o escaso de medios en su existir, aquéllo que, por serlo así, suele pasar desapercibido y si alguien repara, por casualidad, en ello y si, además, sin prisas, se detiene a considerarlo, queda sin duda impregnado de la melancolía que produce la visión de lo que vive desvaneciéndose y, sin resignarse a ello, intenta sostenerlo recurriendo, como es el caso de T.S., a la poesía, entonces ésta, tiznada de un aire elegíaco, recupera la memoria de lo efímero y lo dota de nueva vida más allá de su existencia. Pero aún cabe otra lectura. Más allá de la temática, en el oficio propio de decir, llama de un modo especial la atención la desnudez y el mimo en la elección del lenguaje así como el afecto con el que fluye, recurriendo a imágenes que más que cegar destellan porque se ofrecen con el velo de lo cotidiano y porque más que indicar insinúan, obligando al lector a buscar, más allá del texto, los límites de su comprensión. Poética de lo precario, sí. Pero, ante todo, poética de la insinuación.

miércoles, 28 de octubre de 2009

Hugo Mujica | propuesta de Fernando

Sin sombras ni huella

Hay que caminar descalzo,
huir desnudo
como un fugitivo sin meta
.........................para no estar nunca perdido


hundirse como una brasa
en la nieve,


o caer
como cae la lluvia para ser lluvia,
caer sin más huella
.........................que esa misma caída.

hundirse, caer
o volar como vuela de desnudez el viento
huyendo del espejo
.........................que nos atrapa en cada llegada.


HUGO MUJICA


Estaba estos días pensando sobre la condición de exilio que nos caracteriza a los humanos, y había elegido un maravilloso poema de Lope, “Irse y quedarse” que mi mala memoria no recordaba que ya había sido propuesto por Bea hace un año (gracias Bea). Este otro de Hugo Mujica vuelve sobre la misma naturaleza etérea, de paso, que caracteriza la vida, no tanto por la idea barroca de lo fugaz de la existencia sino por la conciencia contemporánea de lo fugitivo de la existencia, del abandono de lo estable, de la pérdida y la búsqueda sin fines, de la evitación de los espejos que atrapan una imagen que ya no es nuestra desde el momento en que es mirada. Hugo Mujica tiene un punto de misticismo que le acerca a Rilke y que es evocado en este poema que subraya el lugar intermedio entre el ángel y el animal en el que nos sitúa la vida. No siempre me apasiona, pero tiene algo que me resulta cercano y certero.

miércoles, 21 de octubre de 2009

Joan Margarit | propuesta de Gonzalo

PAISATGE DE LA CONCA
(Solivella, Blancafort)


Són dos pobles colgats entre les vinyes.
Entre ells no es veuen: són els cementiris
que, dalt dels seus turons, es miren des de lluny.

El teu dolor i el meu s'oculten
com ho fan aquests pobles.
I la filla que no veurem mai més
és la qui ens mira des dels nostres ulls.

Costa entendre la vida, no la mort.
En la mort no s'amaga cap enigma.

.....................***

PAISAJE DE LA CONCA
(Solivella, Blancafort)

Ocultos por viñedos, los dos pueblos
no se alcanzan a ver el uno al otro.
Sus cementerios son los que se miran
desde sus dos colinas, a lo lejos.

Como estos pueblos, tu dolor y el mío
se ocultan. Y la hija
que ya no volveremos a ver nunca
es quien nos mira desde nuestros ojos.

Cuesta entender la vida, no la muerte.
La muerte nunca encierra enigma alguno.


Joan Margarit
Cálculo de estructuras



Comentario:

Hola a todos. Siempre he tenido ganas de compartir a Joan Margarit con vosotros, pero hace un año, en septiembre del 2008, lo hizo Fernando con el poema Venecia, así que he esperado un tiempo para darme el gusto. Y el gusto es, aun con sencilla y contundente hondura poética, amargo donde los haya. Cuando me hastío de la filosofía acudo a la poesía en busca de verdades rotundas como relámpagos. Desde que conozco este poema me han estremecido los dos versos finales, claros e incontestables. Uno los lee y parece saber eso desde siempre... pero es mentira, no lo sabemos, no podemos saber una verdad tan sencilla. Nuestra vida, nuestra rutina semanal, indica que nada sabemos del vivir(nos) y del morir(nos). Esos versos, ¡qué falsos suenan en mi boca! Hay que haber vivido mucho, muchas muertes tienen que sufrirse, para poder escribir verdades como estas.

Me gusta mucho en este poema la sencillez de la imagen y su riqueza. Es muy fácil, con unos versos finales como estos, parecer trágico o impostado. Pero en el poema de Margarit todo resulta fácil y evidente por la delicadeza y pocas palabras con que nos ofrece la imagen de los pueblos en relación con su experiencia. Una experiencia de impotencia (la hija que ya no volveremos a ver nunca) ante la ausencia de enigma de la muerte. Al final, el que permanece vivo, vivo con una ausencia, es el que nunca entenderá nada de lo que le pasa, el que oculta su dolor y, en fin, el que más que mirar se siente mirado por la hija perdida. ¿Se puede decir más con menos palabras?

miércoles, 14 de octubre de 2009

Emily Dickinson | propuesta de Josep

.
THERE'S a certain Slant of light,
Winter Afternoons -
That oppresses, like Heft
of Cathedral Tunes -

Heavenly Hurt, it gives us -
We can find no scar,
But internal difference,
Where the Meanings, are -

None may teach it - Any -
'Tis the Seal Despair -
An imperial affliction
Sent us of the Air -

When it comes, the Landscape listens -
Shadows -hold their breath -
When it goes, 'tis like the Distance
On the look of Death

***

CIERTAS inclinaciones de la luz
en las tardes de invierno
nos abruman lo mismo
que la música en una catedral.

Herida de lo alto,
no deja cicatriz.
Lo alterado está dentro,
donde mora el sentido.

Nadie puede explicarla.
Es sello de la angustia.
Soberana aflicción
que nos llega del aire.

Cuando se acerca, hasta el paisaje atiende,
y las sombras contienen el aliento.
Cuando se marcha, es como la distancia
en un rostro de muerte.

Comentario

Me cuesta entrar en la poesía en anglosajona, pero Emily Dickinson es una puerta que siempre he encontrado abierta. Ha crecido mi disfrute de sus versos durante los últimos meses, en los que La soledad sonora (edición de sus poesías completas en la editorial Pre-textos, a cargo de Lorenzo Oliván), me ha acompañado a través de los paisajes nocturnos del invierno inglés. Disfruto, en primer lugar, de su ritmo; tan contenido, como su melancolía; tan intenso, como su afán por discernir y hermanarse con lo que siente; y, en segundo lugar, de la sutileza de su experiencia.
El poema parte de un encuentro con el paisaje 'a certain Slant of light' (¡cuántas experiencias de la luz tardía recogidas en esta modesta expresión! En Nueva Inglaterra -donde vivía Emily Dickinson- también atardece temprano cuando se queda el invierno -'Winter afternoons'-) que despierta en ella una experiencia opresiva de lo Otro que es el Otro, cuya expresión es, paradójicamente, un medio igualmente ligero: la música. Esa ligereza agudiza la herida, mas logra que no quede marca, de manera que lo Otro no pueda ser acusado. Los dos últimos versos de la tercera estrofa parecen resumir el estado del alma: “An imperial affliction/sent us of the Air'. Imperial, tanto por la forma de la aflicción como por su origen (lo Otro es el Otro, por quien se erigen catedrales); ligero, por el modo en que se genera, a pesar de su gravedad, la aflicción: a través del aire, como antes surgía de la luz y se extendía con la música. El alma regresa, en la última estrofa, al paisaje. En él se siente escuchada; encuentra un perspectiva compartida desde la que mirar a lo Otro como un enemigo compartido. Sienten pavor ante él; su presencia hace que la respiración se contenga. El poema no es propiamente una descripción de este proceso, sino el ejercicio mediante el que mismo se lleva a cabo y cuya lectura en algún grado reproduce. El poema consigue transformar 'a certain Slant of light', que al principio le oprime como expresión del Otro, en un paisaje tan asustado como ella misma, pero con quien escucha.
.

miércoles, 7 de octubre de 2009

Wislawa Szymborska | propuesta de María Jesús

La realidad exige

La realidad exige
que lo digamos bien claro:
la vida sigue su curso.
Sucede así en Cannas y en Borodinó,
en los llanos de Kosovo y en Guernica.

Hay una gasolinera
en una pequeña plaza de Jericó,
hay bancos recién pintados
cerca de Bila Hora.
Las cartas van y vienen
entre Pearl Harbor y Hastings,
pasa un camión de muebles
bajo la mirada del león de Queronea
y solo un frente atmosférico amenaza
los florecientes jardines cercanos a Verdún.

Hay tanto de Todo
que lo que hay de Nada queda muy bien cubierto.
De los yates de Accio
llega la música
y en la cubierta, al sol, bailan las parejas.

Pasan siempre tantas cosas
que seguro tienen que pasar en todas partes.
Donde hay piedra sobre piedra
hay un carro de helados
cercado por los niños.

Donde estaba Hiroshima
de nuevo está Hiroshima
y se siguen produciendo
objetos de uso cotidiano.

No le faltan encantos a este hermoso mundo
ni tampoco amaneceres
para los que merece la pena despertar.

En los campos de Macejowice
la hierba es verde,
y en la hierba, como pasa en la hierba,
la escarcha, transparente.

Quizá no haya un lugar que no haya sido un campo de batalla,
los aún recordados,
los hoy ya olvidados,
bosques de cedros y bosques de abedules,
nieves y arenas, pantanos irisados
y barrancos de negro fracaso
donde en caso de urgencia
satisfacemos ahora nuestras necesidades.

Qué moraleja sale de todo esto: parece que ninguna.
Lo que de verdad sale es la sangre que seca rápida
y siempre algunos ríos, algunas nubes.

En esos desfiladeros trágicos
el viento se lleva los sombreros,
y es inevitable:
la imagen nos da risa.

Wislawa Szymborska

De Fin y principio, 1993
Versión de Abel Murcia



Me atrae mucho el arte de Wislawa Szymborska por la forma en que combina en sus composiciones la sencillez y la amplitud de temas. Este poema que os propongo tiene, a mi entender, la virtud de producir ecos inquietantes con la sola enumeración de unos cuantos nombres propios; exige de nuestra complicidad para que, ayudados por la Historia, valoremos nuestras fatigas sobre este achatado planeta.
Me produce vértigo saber lo que se esconde detrás de esos nombres: desde Jericó hasta Kosovo, desde el Batallón Sagrado de Queronea hasta Hiroshima, desde Cannas a Verdún. Y junto a estos nombres tan potentes en nuestra memoria, el eufemismo que oculta lo escatológico a modo de conclusión.
Y es sorprendente que la vida siga su curso, a pesar de sus pesares, a pesar de los nuestros.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Pere Gimferrer | propuesta de Vicente

BORRASCA

Ahora que los dos somos nocturnos
y que no sabemos morir sin una motivación;
ahora que el cielo nos estremece
con una luna de raso;
ahora que el estio de calandrias
tiene un resonar de tonel oscuro;
ahora que el viento en los pasadizos
forma torbellinos con el amor;
ahora que en un copo añil
cabe el relámpago del mediodía
en el esmalte de las uñas del invierno;
ahora es el tiempo de amarnos:
tiempo de no morir de amor.

PERE GIMFERRER
7-XII-95
(Versión de Antonio Colinas)

Comentario:

Este poema petenece a la sección tercera (Leyes de Amor) del poemario El diamante en el agua (Cuadernos del Bronce, Ed Planeta, 2002). Tomando por título y testigo el verso de Rubén Darío, Pere Gimferrer pone en escena poética al monstruo, al raro (especie sobre la que escribió en 1985, el mismo año que ingresó en la Real Academia Española con solo cuarenta primaveras).

Devoto de J.V Foix, Darío, Octavio Paz... el arco temporal que recorre sus cuarenta años de escritura parece tensado con el mismo gesto: el refinamiento, la búsqueda del virtuosismo. Esa suerte de pasión obsesiva vuelca construcciones de una extraña "relojería poética" (en la versificación, en la combinatoria métrica, en el tempo...) Sin embargo, todavía busco la respuesta al porqué de tanta fatiga cuando lo leo, al porqué separo siempre enunciado y enunciación. Este poema me parece de los menos "helados" y, pese a ello, noto frío.

viernes, 25 de septiembre de 2009

El HAMBRE

El hambre

el hambre
su alquimia pertinaz

transmutación violenta
en la costilla

tener un hombre vivo entre los dedos
tirárselo a la muerte

el hambre es una muerte
que se hace la olvidada
se demora

finge buscar su cita en la libreta

pero al final te toca
y es una brea
inarrancable

no deja cicatriz

o sustrae al más pequeño de la casa
lo convida
al baile helado

el hambre ocurre

esto lo escribo en Costa Rica
estamos en setiembre ochenta y cinco

pero resulta
la muerte aquí es católica apostólica
el sueño en que moramos no resiste
este grillete
así nadie comenta
el hambre queda en rasgo de mal gusto

la paz

aquí la paz se nutre con la sangre

Ana Istarú



Notas: Ante todo y todos, perdón por el retraso... no sé en qué día vivo y hoy casualmente paré en Pan de humo.
Leí este poema y lo creo muy ligado al problema mundial de hoy, de ayer y de mañana.
Estos miedos son también globales y puede que para todos o casi todos.


miércoles, 16 de septiembre de 2009

Fernand Gregh | propuesta de Meteco


Los diez últimos versos de Une Fleur, de Fernand Gregh

A peine elle vivra quelques matins d’été ;
Et pourtant, loin de l’homme et de sa turbulence,
Mieux qu’en de longs jours agités,
Heureuse, dans sa calme et brève somnolence,

Elle suspende la vie à sa sérénité.
L’instant au-dessus d’elle a l’air d’être arrêté;
Parfois même, on croirait entendre palpiter
Son vol fixé qui se balance…

Et le temps vient de mourir au bord de son silence,

Et l’on sent vivre en elle un peu d’éternité.



Una flor

Apenas vivirá algunas mañanas de verano
Lejos del hombre y de su vida turbulenta,
Libre de interminables días agitados,
Feliz, en su calma y breve somnolencia,
La vida pende de su serenidad.
El instante que la sobrevuela parece detenido;
Incluso a veces, se creería oír palpitar
Su vuelo fijo que se balancea…
Y el tiempo viene a morir junto a su silencio,
Y se percibe en ella un poco de eternidad.


Comentario de Marcel Proust

Carta de 4 de Junio 1904

Mon Cher Fernand;

Te rappelles-tu ce qu’on nous disait de la Métaphysique d’Aristote? Avant lui l’erreur des matérialistes croyant par l’analyse trouver la réalité dans la matière, l’erreur des platoniciens la cherchant en dehors de la matière dans des abstractions; Aristote comprenant qu’elle ne peut être dans une abstraction, qu’elle n’est pas pourtant la matière elle-même mais ce qui, en chaque chose individuelle, est en quelque sorte derrière la matière, le sens de sa forme et la loi de son développement. Ainsi pourrait-on dire de ta poésie ni matérialistement descriptive, ni abstraitement raisonneuse, mais qui en tout dégage de la forme même, l’esprit individuel et transcendant qu’il y a en chaque chose, en chaque chose de la nature ou de l’homme, que ce soient […].

Toi-même as donné le plus parfait exemple de la métaphysique qu’est ta poésie dans la merveilleuse pièce appelée «Une Fleur» et dont les dix derniers vers, par le soudain approfondissement de la pensée et l’éternité atteinte dans cette petite fleur, sont parmi les choses les plus complètement belles que tu aies écrites.


Querido Fernand;

¿Te acuerdas de lo que se nos decía de la metafísica de Aristóteles? Antes de él, [se daba] el error de los materialistas creyendo encontrar la realidad en la materia, el error de los platónicos buscándola más allá de ella en las abstracciones; Aristóteles, comprendiendo que la realidad no puede estar en una abstracción, que no obstante no puede ser la materia misma, sino que en cada cosa individual, [la realidad] de algún modo se halla a la vuelta de la materia, en el sentido de su forma y la ley de su desarrollo. Lo mismo se podría decir de tu poesía ni materialistamente descriptiva, ni abstractamente racional, sino que en todo libera, desde la forma, el espíritu individual y trascendente que se halla en cada cosa, en cada cosa de la naturaleza o del hombre, la que sea.

Tu mismo has dado el más perfecto ejemplo de la metafísica que es tu poesía con la maravillosa pieza titulada “Une fleur”, donde los diez últimos versos, por el sorprendente análisis del pensamiento y la eternidad mostrado en esa pequeña flor, se hallan entre las cosas más completamente bellas que has escrito.

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Chantal Maillard | propuesta de Pablo

.............14

Ellos miran un punto, un cerco o un alud,
algo que ha sucedido, un algo que se ensancha,
les llama, les succiona, se adentran en el cerco
y suceden en él al tiempo que les miro,
ellos suceden dentro del punto que se ensancha
me cerca, me succiona, y es otra la mirada
que nos observa a todos y escribe lo que usted
acaba de mirar.

...........[…]

..........21

No existe el infinito:
el infinito es la sorpresa de los límites.
Alguien constata su impotencia
y luego la prolonga más allá de la imagen, en la idea,
y nace el infinito.
El infinito es el dolor
de la razón que asalta nuestro cuerpo.
No existe el infinito, pero sí el instante:
Abierto, atemporal, intenso, dilatado, sólido;
en él un gesto se hace eterno.
Un gesto es un trayecto y una encrucijada,
un estuario, un delta de cuerpos que confluyen,
más que trayecto un punto, un estallido,
un gesto no es inicio ni término de nada,
no hay voluntad en el gesto, sino impacto;
un gesto no se hace: acontece.
Y cuando algo acontece no hay escapatoria:
toda mirada tiene lugar en el destello,
toda voz es un signo, toda palabra forma
parte del mismo texto.

Matar a Platón, Chantal Maillard

Comentario:

Hola a todos. Como no podía ser de otra manera, a medida que se acercaba el día de hacer la propuesta muchos textos diferentes se iban acumulando en mi cabeza y las dudas empezaban a florecer. Poco a poco la cosa se iba decantando hacia Chantal Maillard. El día uno, al incorporarme de nuevo a la marcha del instituto me hizo gracia la simetría perversa de estar leyendo el libro Matar a Platón mientras mis alumnos se examinaban de un texto de Platón que hablaba, precisamente, de la excelencia del conocimiento de las ideas, y mientras, seguramente, fantaseaban también con el deseo imposible de que alguien le hubiera matado antes de empezar a escribir. Habla el libro de Maillard de la imposibilidad de reducir un acontecimiento a una idea, de la forma en que los acontecimientos se entrelazan como parte de un mismo tejido que no se deja transformar en concepto. Como ella misma dice en otro momento del libro “Un poema puede sugerir el instante. Y en ese instante está el universo entero, en superficie, el universo en extensión, como una enorme trama”. El libro está motivado por el hecho de presenciar la autora un atropello que, a partir de ese momento, crece como acontecimiento en aquellos que lo presencian y va extendiéndose de forma inevitable por el entramado de las experiencias futuras. Me fascina la idea del gesto como encrucijada y de la fatalidad asociada a todo ello; del instante que intentamos domesticar y convertimos en infinito, en idea, por el dolor y la impotencia de los gestos que nos acontecen y de los que no podemos huir. En todo esto andaba cuando la noticia de la muerte repentina y fulminante de un amigo vino a golpearlo todo y a transformar lo que desde entonces viene pasando y a convertir lo que sólo era meditación en experiencia doliente. Irreductible a la idea por más que uno necesite del consuelo. Y a partir de ahí la experiencia del alud que se ensancha, que succiona, que crece y dentro del cual todo sucede. Disculpad el tono. Un abrazo a todos.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Circe Maia | propuesta de Marina

I

Una niña sentada y su reflejo
en el vidrio a su lado.

......................................El follaje
detrás en la pared: luces y sombras.

Falsa quietud la imagen
falsa calma.

El rostro tenso, la mirada aguda
avanzan, penetrantes.

la mirada recibe-rechaza al mismo tiempo
la luz del sol, como si el pensamiento
opusiera otra luz, de oscura fuente.

Sale con limpia fuerza.
...........................Es un sonido
que está sin ser oído.

.....................................Movimiento
no visible, existente
por detrás de la imagen.


* | * |* | * |* | * |* | * |* | * |* | * |* | * |* | * |



Cambios

Unas veces el cambio se prepara
en forma subterránea pero estalla
de modo brusco, abierto:
nova en el cielo
grieta en la tierra
inundación de luz en plena noche
lengua de fuego
asoma sorpresivamente en la mirada
del otro, vuelto Otro, vuelto ajeno.

Otros cambios se gestan
imperceptiblemente.
De una oscura manera
de un modo
silencioso
lo que no estaba está y lo que estaba
es destruido.

Pero tan gradualmente
que siempre quedan restos:
de la mirada, alguna
chispa
alguna vez.
De la voz, algún eco
(Palabra no enfriada
todavía).


Comentario:

Me acordé de esta poetisa uruguaya y cuando me puse a releer el único libro completo que tengo de ella se abrió por sí mismo en un poema que me gustó mucho y me dio ganas de proponerlo; después encontré otro que me hizo recordar cosas que se fueron comentando en Pan de humo, así que al final después de sopesar las dos posibilidades y no poder elegir, decidí proponer los dos poemas: el que elegiría por resonancias personales (el primero que publico) y el que elegiría por resonancias grupales (el segundo).

El libro al que pertenecen los dos poemas se llama Cambios, permanencias; está editado en Montevideo en 1978 por Edicions Siete Poetas Hispanoamericanos, que quiere decir que para resolver las dificultades habituales que supone publicar poesía en el Río de la Plata, Circe Maia y otros 6 poetas amigos se juntaban y entre todos pagaban la edición de un libro de cada uno por vez. Tal como se ve en el segundo poema, en este libro se dedica a registrar variaciones casi imperceptibles del ser de las cosas. También tiene poemas relacionados con la pintura o con temas filosóficos. Como imagino que no es muy conocida más allá del Río de la Plata (pero es suposición, en realidad no lo sé) subí al grupo google de Pan de humo no sólo mi propuesta con los dos poemas sino también algo de material sobre Circe Maia que encontré en la web, por si a alguno le interesa conocerla.

miércoles, 26 de agosto de 2009

Olga Orozco | propuesta de Bea


El jardín de las delicias

........¿Acaso es nada más que una zona de abismos y volcanes en
plena ebullición, predestinada a ciegas para las ceremonias de la
especie en esta inexplicable travesía hacia abajo? ¿O tal vez un
atajo, una emboscada oscura donde el demonio aspira la inocencia
y sella a sangre y fuego su condena en la estirpe del alma?¿ O tan
sólo quizás una región marcada como un cruce de encuentro
y desencuentro entre dos cuerpos sumisos como soles?
No. Ni vivero de la Perpetuación, ni fragua del pecado original,
ni trampa del instinto, por más que un solo viento exasperado
propague a la vez el humo, la combustión y la ceniza. Ni siquiera
un lugar, aunque se precipite el firmamento y haya un cielo que
huye, innumerable, como todo instantáneo paraíso.

........A solas, sólo un número insensato, un pliegue en las membranas
de la ausencia, un relámpago sepultado en un jardín.

........Pero basta el deseo, el sobresalto del amor, la sirena del
viaje, y entonces es más bien un nudo tenso en torno al haz de
todos los sentidos y sus múltiples ramas ramificadas hasta el
árbol de la primera tentación, hasta el jardín de las delicias y
sus secretas ciencias de extravío que se expanden de pronto
de la cabeza hasta los pies igual que una sonrisa, lo mismo
que una red de ansiosos filamentos arrancados al rayo, la
corriente erizada reptando en busca del exterminio 0 la salida,
escurriéndose adentro, arrastrada por esos sortilegios que son
como tentáculos de mar y arrebatan con vértigo indecible
hasta el fondo del tacto, hasta el centro sin fin que se desfonda
cayendo hacia lo alto, mientras pasa y traspasa esa orgánica
noche interrogante de crestas y de hocicos y bocinas, con
jadeo de bestia fugitiva, con su flanco azuzado por el látigo
del horizonte inalcanzable, con sus ojos abiertos al misterio
de la doble tiniebla, derribando con cada sacudida la nebulosa
maquinaria del planeta, poniendo en suspensión corolas como
labios, esferas como frutos palpitantes, burbujas donde late la
espuma de otro mundo, constelaciones extraídas vivas de su
prado natal, un éxodo de galaxias semejantes a plumas girando
locamente en el gran aluvión, en ese torbellino atronador que
ya se precipita por el embudo de la muerte con todo el universo
en expansión, con todo el universo en contracción para el parto
del cielo, y hace estallar de pronto la redoma y dispersa en la
sangre la creación.

................El sexo, sí,
................más bien una medida:
................la mitad del deseo, que es apenas la mitad del amor.´



Comentario

Me acordé de Olga Orozco el día que leía a Silvia Plath y los comentarios del blog. Su poesía es muy diferente, creo que Olga está llena de una furia que la hace mucho más vital que Plath, pero no por ello mejor poeta, aunque en ambas hay unas imágenes tan negras que no puedo dejar de conectarlas de una manera puramente intuitiva… Pensé que Olga Orozco no había salido en el blog, o yo no la recordaba, así que me apetecía conocer la opinión del grupo, ya que yo no la tengo muy clara, me da que hay muchas “trampas” en sus textos, tampoco la leí con mucho detalle, pero a veces me seduce mucho y otras me hace dejarla de lado porque me aburre. Podía haber elegido cualquiera de sus poemas, pero últimamente he pensado mucho en el Museo del Prado y en el Jardín de las Delicias… por cosas largas de explicar…. y buscando en Internet me he encontrado este poema. El azar me ha animado, es una de sus imágenes recurrentes. A ver si me ayudáis a situarme con esta poeta que me resulta tan ambivalente…

miércoles, 19 de agosto de 2009

Derek Walcott | propuesta de Carmen

Love After Love
Derek Walcott

The time will come
when, with elation
you will greet yourself arriving
at your own door, in your own mirror
and each will smile at the other's welcome,

and say, sit here. Eat.
You will love again the stranger who was your self.
Give wine. Give bread. Give back your heart
to itself, to the stranger who has loved you

all your life, whom you ignored
for another, who knows you by heart.
Take down the love letters from the bookshelf,

the photographs, the desperate notes,
peel your own image from the mirror.
Sit. Feast on your life.



El amor depués del amor
Derek Walcott


El tiempo vendrá
cuando, con gran alegría,
te saludarás a ti mismo llegando
a tu propia puerta, en tu espejo,
y cada uno sonreirá a la bienvenida del otro,

y dirá, siéntate aquí. Come.
Volverás a amar al extraño que tú mismo fuiste.
Ofrece vino. Ofrece pan. Devuelve tu amor
a sí mismo, al extraño que te ha amado

toda tu vida, a quien ignoraste
por otro, a quien te conoce de memoria.
Recoge las cartas de amor de la estantería,

las fotografías, las notas desesperadas,
despega tu imagen del espejo.
Siéntate. Celebra tu vida.


Comentario:

Bueno, no era exactamente el poema que me apetecía para esta época estival, pero ha llegado a mí y se ha quedado para hacerme compañía. Me gusta porque es optimista y tiene que ver con algo que llamaría el momento adecuado que ha de llegar.
Lamento no disponer de una traducción adecuada. No he encontrado ninguna que me guste del todo, y ésta es tal vez un atrevimiento por mi parte. Por ejemplo, la palabra júbilo (por “elation”) podría acercarse más a la tonalidad del original en inglés, en el que parece celebrarse el momento propicio de la gracia. (En inglés hay una hermosa lectura; este es el link: http://www.youtube.com/watch?v=6V8ltOfLJkM). No sé comentar este poema como se merece y me apena, porque sí alcanzo a ver su sencilla grandeza. Seguro que vosotr@s llegáis mucho más allá con vuestros comentarios y disfrutaré de nuevo con ellos. Saludos.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Gabriel Ferrater | propuesta de Nuño

......................POSSEÏT

Sóc mes lluny que estimar-te. Quan els cucs
faran un sopar fred amb el meus cos
trobaran un regust de tu. I ets tu
que indecentment t'has estimat per mi
fins al revolt: saciada de tu
ara t'excites, te me'n vas darrera
d'un altre cos, i em refuses la pau.
No sóc sinó la mà amb què tu palpeges.


......................POSEÍDO

Estoy más lejos que amarte. Cuando los gusanos
hagan una cena fría con mi cuerpo
encontrarán un regusto de ti. Y eres tú
que indecentemente te has amado por mí
hasta la náusea: saciada de ti,
ahora te excitas, te me vas detrás
de otro cuerpo, y me rehúsas la paz.
No soy sino la mano con que palpas

......................(Traducción: José Mª Valverde)



......................OCI

Ella dorm. L'hora que els homes
ja s'han despertat, i poca llum
entra encara a ferir-los.
Amb ben poc en tenim prou. Només
el sentiment de dues coses:
la terra gira, i les dones dormen.
Conciliats, fem via
cap a la fi del món. No ens cal
fer res per ajudar-lo.


......................OCIO

Ella duerme. Es la hora en que los hombres
ya despertaron, y una escasa luz
entra todavía a herirlos.
Con muy poco nos basta. Solamente
el sentimiento de dos cosas:
la tierra gira y las mujeres duermen.
Reconciliados, nos apresuramos
hacia el fin del mundo. No nos es preciso
hacer nada para ayudarle.

......................(Traducción: José Agustín Goytisolo)
......................
(Poemas del libro Les dones i els dies, (Mujeres y días), 1968.


Comentario

No es perversión lo que me hace traer aquí a otro suicida, después de la propuesta de Javier que coincide casualmente con la redacción de la mía y con el aviso de Marina sobre mi cita para el 8 de agosto, y como no sé por dónde andaré perdido por esa fecha, me curo en salud y se la envío con adelanto. Así pues, si traigo a Ferrater es por simple cuestión de azar, ese dedo que empuja con capricho los dados. También aparece aquí J.A. Goytisolo y me alegra porque tanta casualidad me permite jugar con las dos caras de una misma moneda: la moralidad de lo cotidiano, esa actitud que, sin estar sometida a ninguna matriz de tinte religioso y precisamente por ello, es capaz de mostrarnos que detrás de todo ese desencanto de la vida diaria hay señales de una vida “más pura”. Una postura casi coincidente en dos poetas catalanes, pero uno recurriendo al catalán y el otro, siete años más joven, al castellano. Los dos muestras que presento tocan un campo muy concreto de la poesía de G.F.: el del erotismo moral. Nunca se desdijo el poeta de que “el único tema que me interesa son las mujeres, el paso del tiempo y las mujeres que han pasado por mí” y de que la memoria es el espejo en el que su poesía contempla la vida , de la misma manera que, por esos años, hacía su buen amigo Gil de Biedma.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Syvia Plath | propuesta de Fernando

Soy vertical

Mejor querría ser horizontal.
No soy un árbol con raíces hondas
en tierra, sorbiendo minerales y amor materno,
refloreciendo así de marzo en marzo,
reluciente, ni orgullo de parterre
blanco de admirativos gritos, muy repintado,
y a punto, ignaro, de perder sus pétalos.
Comparado conmigo es inmortal
el árbol, y las flores más audaces:
querría la edad del uno, la temeridad de las otras.

Esta noche, en luz infinitésima
de estrellas, árboles y flores
han esparcido su frescura aulente.
Yo entre ellos me paseo, no me ven, cuando duermo
a veces pienso que me les hermano
más que nunca: mi mente descaece.
Resulta más normal, echada. El cielo
y yo trabamos conversación abierta, así seré
más útil cuando por fin me una con la tierra.
Árbol y flor me tocarán, veránme.

Sylvia Plath (versión de Jesús Pardo)


Comentario

Buscaba una poesía veraniega, y otras veces había pensado en Sylvia Plath, tan sensible, radical y trágica. Me surgió ésta. Dejé en Madrid el original, así que nos conformamos con la versión española. Me gusta del poema la metáfora doble: el desenraizarse como deseo y el cielo como interlocutor. Quizá leáis estos versos las noches de las cefeidas, (el 13 de agosto) cuando el cielo se llena de luminarias y llama a tumbarse en la hierba y pasar la noche soñando al raso. Durante varios años lo hice, tumbado en la era esperando la siguiente estrella errante. Disolverse entre estrellas, árboles y flores. Es lo que os deseo este verano.

miércoles, 29 de julio de 2009

José Agustín Goytisolo | propuesta de Javier


PALABRAS PARA JULIA

José Agustín Goytisolo


Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.

Hija mía, es mejor vivir
con la alegría de los hombres,
que llorar ante el muro ciego.

Te sentirás acorralada,
te sentirás perdida o sola,
tal vez querrás no haber nacido.

Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto,
que es un asunto desgraciado.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Un hombre sólo, una mujer
así, tomados de uno en uno,
son como polvo, no son nada.

Pero yo cuando te hablo a ti,
cuando te escribo estas palabras,
pienso también en otros hombres.

Tu destino está en los demás,
tu futuro es tu propia vida,
tu dignidad es la de todos.

Otros esperan que resistas,
que les ayude tu alegría,
tu canción entre sus canciones.

Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.

Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino, nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.

La vida es bella, tú verás
como a pesar de los pesares,
tendrás amor, tendrás amigos.

Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.

Perdóname, no sé decirte
nada más, pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.

Y siempre, siempre, acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.




Comentario

¿Recordáis el revuelo tremendo que se armó –y que de pronto se disipó- tras el suicidio de José Agustín Goytisolo en 1999? Me pasa, supongo, como a muchos, que tengo el poema que os propongo adherido sin remedio a la conocidísima versión musical de Paco Ibañez. Al leer el poema, aunque sea mentalmente, no puedo evitar cantarlo y hasta repito los versos o las palabras finales. (Tras este comentario encontraréis el enlace a la versión de Ibáñez en youtube).

Este poema-canción me lanza hacia atrás sin contemplaciones, imponiéndome el estado de ánimo que fue hegemónico en algún periodo de mi vida en Salamanca; y me transporta a la vez desiderativamente hacia delante, como lo que es, una donación de saber diferido hacia la hija deseada. Para mí, este poema-canción tiene algo del poder recuperador del perdón y de la inmensa fuerza apaciguadora de la promesa, y su ritmo me transmite esa especie de reconciliación.



Enlace

http://www.youtube.com/watch?v=4tfBJoJJYIg

miércoles, 22 de julio de 2009

Irene Gruss | propuesta de Josep

.
EL JARDIN

¿Estás cansada del viaje, Diana?
¿Dejaste las valijas y te asomaste a ver el sol
en tu jardín, fuiste allí
rápidamente, pausadamente?
¿Echaste una ojeada a las plantas
o mirás cada una, sabiéndola,
descubriéndola, cuidás
tu jardín, hablás, cantás con
la regadera en la mano?
¿Estás cansada de vuelta del viaje,
Diana? ¿Estás contenta?
¿Alguien te acarició, jugó otra vez
con tu melena de fénix,
te besó los párpados
como quien desea tocar
una mirada así de azul, de gris
según el tiempo? ¿Fuiste feliz,
Diana? ¿Intenso y duro, el viaje?
¿Acomodaste la cabeza en el asiento del avión?
¿descansaste?
¿Estas repleta de memoria, de sentidos
por el viaje, Diana?
¿Comerías conmigo para contarme?
¿Pasaste hambre en la estadía,
Diana, pasaste hambre?
¿Te embriagaste? ¿En algún momento
llegaste a marearte por el viaje?
¿En algún momento, sentiste
esa nada en la boca
del estómago, ahí donde dicen que
está el alma? ¿Llenaste
con qué esa nada, con la gente,
con las cosas, tuviste
necesidad? ¿Observaste
la vida tranquila? ¿Así, como te veo
ahora, calma
sabihonda? ¿Conociste
la muerte en el viaje,
Diana? ¿Te asustó, la asustaste?
¿Trajiste fotos, postales,
documentos?, ¿abrazaste a
muchos, te abrazaron?
¿Gozaste, tradujiste el amor
loca de deseo? ¿Hablaste demasiado, callaste
demasiado? ¿Por qué
estás diciéndome
que escribir es lo único
que tenemos? ¿Estás cansada, es por eso, porque
estás cansada del viaje? ¿Querés
dormir, recostarte en un hombro,
querés reír, llorar un
poco? ¿Acaso el viaje mismo
no te consuela,
Diana? ¿No es como el tacto
de otra mano, no lo es, verdad?
¿Comerías conmigo para
contarme?
¿Ya floreció la rosa
en tu jardín? ¿Es tan bella?
¿Los pétalos reventaron
plenos de vida, la vida es
púrpura después de un viaje,
Diana,
es así?

................De.La mitad de la verdad.


................Comentario

Leí este poema por primera vez un domingo por la mañana, recién llegado a Buenos Aires, en la librería El Ateneo. Me gustó, tenía el sabor de la brisa. Pensé en la amiga estaba a punto ver, pensé en su hermana susurrándole estas palabras. Pasaron los días. El domingo siguiente volví a encontrarme en el libro de Irene Gruss en el mismo lugar, a distinta hora, y se abrió por la página de este poema. Lo leí de nuevo, volví a sentir lo mismo y compré dos ejemplares. Uno para mí y otro para un amigo de mi tierra. Mi amigo todavía no ha recogido el libro, algún día lo hará. Y yo me fui de viaje por nueve largos meses. El poema también hablaba de mí. Quisé proponerlo en pandehumo a lo largo de ese tiempo, pero nunca tenía el libro a mano, se quedó en casa. Y ahora que he regresado y lo vuelvo a leer, siento que el ritmo de su brisa impregna el tiempo de salitre. Quiero que alguien me acompañe como la voz que escribe este poema, quiero que me haga preguntas concretas que den forma a mi vida, que me advierta de mis errores con una sugerencia, que me descanse y que me alivie, y que quiera comer conmigo para que le cuente. Aunque siempre me pregunto si esa voz, tan bien dispuesta y tan acogedora, no necesitará de otra que le haga las mismas preguntas y le recuerde los mismos hechos. Tal vez, esa voz pueda ser la mía, tras el viaje, o entre viaje y viaje, mientras quede hogar.
.

miércoles, 15 de julio de 2009

Francisco Brines | propuesta de María Jesús

.
TENTACIONES AL ACABAR LA TARDE

Hay una luz que cubre todo el campo
de sombra, y va a la noche. Reposan
los naranjos, y casas de abandono,
y los montes se tienden en la nada.
La paz está conmigo, no sucede
sino el sueño más libre de la dicha:
amo el vivir, y el mundo incomprensible.

Ya en los pueblos del llano, y en la costa
del mar, oscilan luces rosas: queman,
antes que las estrellas, las ventanas.
El mar ha ennegrecido en lo lejano,
y se enciende la fiebre de la carne:
pues me llama al placer lo que allí vive.

,,,,,,,,,,,,,,,,,,,De Insistencias en Luzbel


...............Comentario
Leo dos momentos en este poema. El primero coincide con mi preferencia por esas horas de la tarde,( la hora azul la llaman algunos) después del calor, cuando todo parece alcanzar un punto de equilibrio, ligera brisa, algún trino, las últimas golondrinas que buscan agua, y el ritmo lento del trabajo que queda por hacer. Bien, me encanta ese instante y lo disfruto cada día con sorpresa porque la repetición de lo hermoso y humildemente sentido no cansa.
Después de la declaración de amor a la vida y al mundo incomprensible, el deseo y el placer se suceden en una misma línea de belleza: causa y consecuencia. El alma tranquila despierta los sentidos y requiere el cuerpo las caricias, su alimento.
Me gustan también los versos de Brines, con el ritmo de los endecasílabos perfectos, y la luz que cubre de sombras…
Ojalá que os guste ( si no es así, ya sabéis, no pasa nada, nada, pero que nada) y si estáis ya de vacaciones, que las gocéis, y si no, que las caricias recompensen la espera.
Con afecto, siempre.
Mª Jesús
.

martes, 7 de julio de 2009

Jorge Guillén: Plenitud de lo real


EL HONDO SUEÑO

Este soñar a solas... ¡Si tu vida
De pronto amaneciese ante mi espera!
¿Por dónde voy cayendo? Primavera,
Mientras, en torno mío dilapida

Su olor y se me escapa en la caída.
¡Tan solitariamente se acelera
- Y está la noche ahí, variando fuera-
La gravedad de un ansia desvalida!

Pero tanto sofoco en el vacío
Cesará. Gozaré de apariciones
Que atajarán el vergonzante empeño

De henchir tu ausencia con mi desvarío.
Realidad, realidad, no me abandones
Para soñar mejor el hondo sueño.

Jorge Guillén, Cántico


Recordé recientemente el placer que, hace años, me causaban los extraños versos que componen Cántico. Extraños porque, aunque en ocasiones abruptos, no me dejaban de cautivar con sus imágenes brillantes y claras. No sé si en algún momento llegué a entender el modo en que la poesía se manifestaba en ellos. Mi mente lo resumía en palabras que traducían mi estado en quietud y perfección. Es un cántico a la plenitud del ser, a la presencia del yo ante un mundo que amanece, antes las cosas que se perfilan y se determinan como "maravillas concretas" (un verso del poema inicial), a una armonía de seres que despiertan y cantan en júbilo. Tras la apariencia de un ser parmenídeo, un ser que jamás empieza ni termina, se imponen las cosas nombradas. Me ha sido difícil escoger uno de los cientos de poemas que se suceden en la obra. Habría quizá elegido el que abre el primer libro, con el título "Más allá" (excesivamente largo para transcribirlo). Finalmente opté por uno de los sonetos del tercer libro ("El pájaro en la mano"). ¿Qué palabras se me imponen en él? La plenitud del sueño, su hondura, se da en el amanecer de un otro, la única realidad.

viernes, 3 de julio de 2009

Poema/s Pablo del Barco. Propuesta de Azahara



1. Antología del Bienestar de Pablo del Barco




Del Poemario

PRESENCIA INDEFINIDA

Fundación Jorge Guillén

2004

ISBN

84-89707-70-7

2. más allá
de la razón
deseo desnudarte
pero nunca
el alma


ni el perfil

de tu memoria,
lentamente
librarte
de túnicas

de aromas,


y hallarte

perfumada de ti,
ahogarte

en un océano
de sueños,


resurgir
en el último
respiro
donde olvides
tu nombre y
tus cenizas,
luego
besarnos
tiernamente las perífrasis
del alma.

No tengo nada más que añadir, pues todo me parece dilatadamente superficial si lo hago.
Que lo disfrutéis, o no...

miércoles, 24 de junio de 2009

Horacio Ferrer (con música de Astor Piazzola) | propuesta de Diana

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Las tardecitas de Buenos Aires tienen este qué sé yo, ¿viste? Salís de tu casa, por Arenales. Lo de siempre: en la calle y en vos... Cuando, de repente, de detrás de un árbol, me aparezco yo. Mezcla rara de penúltimo linyera y de primer polizonte en el viaje a Venus: medio melón en la cabeza, las rayas de la camisa pintadas en la piel, dos medias suelas clavadas en los pies, y una banderita de taxi libre levantada en cada mano. ¡Te reís!.... Pero sólo vos me ves: porque los maniquíes me guiñan; los semáforos me dan tres luces celeste, y las naranjas del frutero de la esquina me tiran azahares. ¡Vení!, que así, medio bailando y medio volando, me saco el melón para saludarte, te regalo una banderita, y te digo....

Ya sé que estoy piantato, piantato, piantao...
No ves que va la luna rodando por Callao;
que un corso de astronautas y niños, con un vals,
me baila alrededor...¡Bailá! ¡Vení! ¡Volá!

Ya sé que estoy piantato, piantato, piantao...
Yo miro a Buenos Aires del nido de un gorrión;
y a vos te vi tan triste... ¡Vení! ¡Volá! ¡Sentí!...
el loco berretín que tengo para vos:

¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Cuando anochezca en tu porteña soledad,
por la ribera de tu sábana vendré
con un poema y un trombón
a desvelarte el corazón.

¡Loco! ¡Loco! ¡Loco!
Como un acróbata demente saltaré,
sobre el abismo de tu escote hasta sentir
que enloquecí tu corazón de libertad...
¡Ya vas a ver!

Salgamos a volar, querida mía;
subite a mi ilusión super-sport,
y vamos a correr por las cornisas
¡con una golondrina en el motor!

De Vieytes nos aplauden: "¡Viva! ¡Viva!",
los locos que inventaron el Amor;
y un ángel y una niña
nos dan un valsecito bailador.

Nos sale a saludar la gente linda...
Y loco, pero tuyo, ¡qué sé yo!:
provoco campanarios con la risa,
y al fin, te miro, y canto a medio voz:

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
Trepate a esta ternura de locos que hay en mí,
ponete esta peluca de alondras, ¡y volá!
¡Volá conmigo ya! ¡Vení, volá, vení!

Quereme así, piantao, piantao, piantao...
Abrite a los amores que vamos a intentar
la mágica locura total de revivir....
¡Vení, volá, vení! ¡Trai-lai-larará!

¡Viva! ¡Viva! ¡Viva!
Loca ella y loco yo
¡Locos! ¡Locos! ¡Locos!
¡Loca ella y loco yo!

.........Comentario
Gracias a "Pan de humo" me estoy dando de cuenta hasta que punto la poesía forma parte de mi. En general la poesía cantada, será porque de todas las artes la música es la que más profundamente me conmueve, aquella sin la cual no puedo vivir. La música me acompaña, sin exagerar, en cada momento de mi vida, y en muchos casos va acompañada de letra, poesías que quedan dando vueltas en mi cabeza constantemente. Por esto y como soy porteña hasta los tuétanos, dudé entre varios íconos de la música/poesía local, y para esta ocasión me incliné por este poema de Horacio Ferrer (aunque es uruguayo - bah! rioplatense-), al cual Astor Piazzola le puso música. Les recomiendo que escuchen la versión original (es de hecho con la voz de Amelita Baltar en esta versión que esta canción da vueltas en mi cabeza...), con música de Piazzola y cantada por Amelita Baltar (en esas épocas eran pareja), está en http://www.youtube.com/watch?v=XLVJxxq0ncU aunque no miren la edición que alguien le encajó, es medio fea (para mi gusto, claro). Si quieren verla a ella cantando (aunque esta versión me gusta menos y es sin Piazzola), véanla en http://www.youtube.com/watch?v=TPL6qAKXDXY y si quieren escuchar a una versión masculina, no dejen de escuchar la versión del "Polaco" Goyeneche en http://www.youtube.com/watch?v=0DBmUoy6Q2c (Escuchando por enésima vez las versiones me doy cuenta de que la versión que a mi me gusta está bastante cambiada -de género, canta una mujer, y tiene las adaptaciones necesarias. Será por eso que es la que más me gusta?- En cualquier caso, los hombres pueden escuchar al Polaco, y las mujeres a Amelita...)
En "Pan de humo" hubo mucho poemas de amor y de desamor. Este también es un poema de amor, pero en él el amor no es algo desgraciado, torturado, no se habla de miedos, ni de añoranzas, ni de la muerte, ni de la degradación del cuerpo, ni de las cosas que podrían haber sido, sino que es una invitación a vivir. Está ligado a un momento inolvidable de mi vida (demasiado íntimo para la web), como creo que pasa muchas veces con la música que tiene ese poder de transportarnos instantáneamente a otro momento y lugar, a través de las emociones.
Es un poema que le canta a la libertad, a las ganas de vivir, al futuro, a amar la locura, a dejar de lado las convenciones, lo que se espera de uno. Y tiene un toque surrealista que me encanta (no sé mucho de clasificaciones académicas, no sé si técnicamente hablando es surrealista, pero eso de "la luna rodando por Callao" ("Callao" es una avenida céntrica de Buenos Aires), o lo de "ponete una peluca de alondras y volá" me hace acordar a cuadros de Dalí....)
Ah! para los que no sepan lunfardo, "piantao" quiere decir "loco", como habrán imaginado.
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miércoles, 17 de junio de 2009

Alfonso Carreño | propuesta de Meteco

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Recreado en tu centro, inteligencia,
yo te siento latirme, rodearme
abiertas ya tus alas
sobre este campo frío que es el hombre.
Recreado en tu centro
siento la piedra, canto
y apoyado en lo triste voy descubriendo la vida.
........

Este islote curtido, este cuerpo,
esta carne precisa, que me salva
de tanta mar amarga

...........(Extractos de Huésped en la materia)

..........Comentario

Cuando llegué a la filosofía lo hice con unas preguntas concretas en la cabeza (ignoraba lo que era la filosofía académica y su imposibilidad de responder a nada). La única condición que impuse a las respuestas era que tenían que venir del monismo, de la materia, mi anterior mundo religioso era una pura escombrera. Quince años después ya tengo las respuestas que buscaba, incluso con el sentimiento de certeza, si sigo con la filosofía es por otras cosas: nuevas curiosidades que me han ido surgiendo, entretenimiento personal, intento de mejorarme, por la belleza de determinados argumentos, la estética de ciertas reflexiones, el placer que proporciona aclarar nebulosas…pero aquello inicial quedó satisfecho.

En el último congreso en el que participé activamente, se homenajeaba a Alfonso Carreño, poeta que desconocía. Estaba su hijo y algunos de sus amigos en vida, se repartieron algunos poemas y asistí a dos ponencias sobre él. Los poemas que cito son de un libro que se llama Huésped en la materia, libro prácticamente imposible de hallar, así que no puedo titular los poemas ni situarlos en el conjunto del libro, sólo tengo fragmentos en hojas que se repartieron. Quizás A. Carreño sea dualista-realista (yo me definiría como dualista-ficción), no he leído suficiente de él, pero una de las cosas que he comprobado durante estos años es, que aún siendo yo monista, la escritura dualista describe bien la experiencia del “yo”, mejor que la monista. Vale, reduzcamos todo a la nada, a la materia, da igual, sea lo que sea el “yo”, en su materialidad, en su finitud, tiene cualidades que hacen que podamos hablar de esa región de materia, del yo, de forma dualista con pleno sentido. Que se destruye la máquina y se destruye el fantasma, bien, pero mientras la máquina funcionaba había un fantasma, o la máquina funcionaba como si cualitativamente hubiera en ella un fantasma.

Heine, después de leer a Hegel, hablaba del “panteísmo sensualista”, situado en el medio de la conciencia faústica. Si materia y espíritu eran lo mismo, tanto daba rendir culto al espíritu como a la materia. Me parece que los extractos que tengo de A.C giran sobre ese punto, sobre la necesidad de seguir pensando y actuando de forma dual, de recibir las alegrías del cuerpo y habitar la aridez del espíritu, aunque éste muera. Quizás, el espíritu sea la única cosa de la que se ha dicho, que por morir, no existe.
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miércoles, 10 de junio de 2009

Martín Prieto | propuesta de Marina


El resto

Por las hendijas de la persiana
entra la luz del amanecer para destacar
en la penumbra sensible, sobre la mesa,
el par de tazas que usamos anoche
y quedaron sin lavar.
Echo, en una, un chorro de café
y no sé nada, no pienso nada, sigo dormido,
hasta que apoyo la boca
en el borde de la porcelana
y reconozco ahí un resto de saliva
seco ya y todavía perfumado
que concentra, sobre mi cabeza,
toda la presión del universo.



Martín Prieto es argentino, como yo, y tiene más o menos mi edad (4 años más que yo, a esta altura del partido cuatro años no son nada). Además fue (o es, no tengo noticias actualizadas) colaborador permanente desde sus inicios y durante muchos años de Diario de Poesía, una publicación de crítica y divulgación literaria dedicada a poesía que yo leí, devoré, y coleccioné durante muchos años, y de la cual una de las cosas que más me gustaban era "La columna de Martín Prieto". Lo conocí en persona en la presentación de su libro La música antes (que se abre con este poema), me acerqué para que me firme su libro y a cambio darle uno mío, lo cual abrió un pequeño intercambio de cartas y elogios (que él dió por terminado semanas después con un "Acá se acaba todo"). Es obvio que mi relación con su obra no es la misma que la que tengo con la mayoría de los autores, ya que habitualmente a los autores no los conozco en persona ni comparto con ellos tantos datos vivenciales. Con Martín me siento cercana (por eso me sale llamarlo por su nombre y no por su apellido) tanto en vivencias como en escritura: me parece entender por qué escribe como escribe. Muchas veces siento con sus poemas que parece que ahí no pasa nada, pero justo en el marco, en el borde, en lo que apenas es dicho o sólo es sugerido, hay algo que a mí me emociona.

Con este poema en particular me pasa que en una columna de Diario de Poesía (la del número 20 de la Primavera de 1991) describía su gestación y evolución. Era un texto en el que narraba el encuentro con una mujer, y luego cómo nació el poema y cómo lo fue modificando. Era un texto muy bello; estuve tratando de recuperarlo para compartirlo con ustedes pero de momento no lo encontré. Quiere decir que tengo recuerdos de este poema que no vienen sólo del poema y que lo completan, y por eso dudé si elegir éste u otro, pero ganó éste. De él me gusta que la luz guíe el comienzo del poema, una luz que me emociona y que también siento "cinematográfica", como si guiara nuestra mirada hacia donde el poeta/director quiere; me gusta el choque entre la percepción adormilada del comienzo del día, el típico (al menos en mi caso) momento del día en que seguiríamos en la cama pero nos levantamos como autómatas para ir a trabajar, el choque digo entre esa infrapercepción y de golpe la percepción de algo mínimo pero tan enorme que nos transforma.


Por esas cosas del cerebro, que asocia aunque uno no se lo pida, y una vez establecida una conexión es difícil que no vuelva a recaer, la cuestión de la saliva "seca ya y todavía perfumada" me hace pensar en esta canción de Jorge Mautner que canta Caetano Veloso, que les dejo de yapa:



Na minha boca eu sinto
a saliva que já secou
de tanto esperar aquele beijo
ai aquele beijo que nunca chegou.
Você é uma loucura em minha vida
você é uma navalha pra os meus olhos
Você é o estandarte da agonía
que tem a lua e o sol do meio-día.

(Si alguien quiere la letra completa, se la envío, es un poema super hermoso también, pero no tengo traducción castellana como para proponerlo en Pan de Humo).

miércoles, 3 de junio de 2009

José Agustín Goytisolo | propuesta de Bea

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En este mismo instante...

En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad. Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio. ¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.


Esa flor instantánea

Miedo a perderse ambos,
vivir el uno sin el otro:
miedo a estar alejados
en el viento de la niebla,
en los pasos del día,
en la luz del relámpago,
en cualquier parte. Miedo
que les hace abrazarse,
unirse en este aire
que ahora juntos respiran.
Y se buscan y se buscan
esa flor instantánea
que cuando se consigue
se deshace en un soplo
y hay que ir a encontrar otras
en el jardín umbrío.
Miedo; bendito miedo
que propicia el deseo
la agonía y el rapto,
de los que mueren juntos
y resucitan luego.

.............Comentario
Me he permitido poneros dos poemas porque forman parte de un deseo de “leer más a Goytisolo” que tengo estos días, de descubrirlo o re-descubrirlo después de una experiencia que me ha llevado a añorarlo. En la universidad en la que trabajo está la Cátedra José Agustín Goytisolo, una de mis compañeras, Carme Riera, la creó y se ocupa cada dos años de organizar algún congreso dedicado a leer al poeta. Este año acudí por primera vez y mi percepción de lo que era un congreso cambió radicalmente (los aborrezco, al menos en filología son una pasarela de egos sin mucho sentido), de repente me sentí entre amigos, que amaban la poesía y que hablaban de ella con una profundidad y al tiempo una sencillez que me admiraba. Así que pensé que si un poeta era capaz de convocar a aquel tipo de gente a su alrededor debía merecer la pena. Ese mismo día me compré un par de sus libros y en los pocos ratos que tengo últimamente me dedico a leerlo. Me he encontrado con una voz de extraordinaria sensibilidad y tremenda sencillez, con otro “visionario de lo mínimo”, por mi afición a este concepto he escogido estos dos poemas de “instante”.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Dionisio Cañas | propuesta de Gonzalo

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Un esqueleto escribe sus memorias

TODO empieza a tener
...........................un extraño sentido verdadero.
Todo lo que antes era oscuro
...........................ahora posee su luz propia
como las piedras en el campo
...........................que crecen debajo de la tierra.
Todo emerge de un pasado
...........................que cansado de estar en el pasado
pide día y pide sol,
...........................y pide que se le despierte
a una hora cualquiera,
...........................como los muertos.


Curioso que sea esta mañana
............................de destrucción y espanto,
cuando como un ahogado
...........................sale de entre los muertos
el sentido verdadero de la vida.
............................Curioso que haya hecho falta
tanto escombro para escribir
............................unas cuantas palabras verdaderas.


¿Podremos algún día
...........................perdonar lo imperdonable?
Hace muy poco las gaviotas
...........................acompañaban tantos barcos
que salían sin miedo
...........................a sus destinos turísticos
Hace muy poco los alegres
...........................pasajeros de la muerte
escribían tarjetas desde aquí:
...........................“la ciudad es hermosa hasta con la niebla”.


Y todo terminó como un fandango
...........................ruidoso y hacia dentro, todo,
hasta nuestros más íntimos
...........................deseos de huir a otra fecha,
sin calendario ni despertador,
...........................hacia un lugar del tiempo
en que escribir no sea
...........................una obscena aventura de poetas.
Supongamos que llueve
...........................y que estamos cansados de escribir,
supongamos también
...........................que es escandaloso
el precio de los cigarrillos,
...........................que aquel hombre y aquella mujer
que tanto amamos
...........................ya no son nuestros amantes
sino una ficción
...........................en el mar de las ficciones.
Supongamos
...........................que nos tocamos el cuerpo y nos decimos,
“esto no es mi cuerpo”,
...........................que nos tocamos los ojos y nos decimos,
“estos sí son mis ojos”;
 ...........................entonces, sólo entonces,
empezamos a viajar entre los muertos.
...........................El paisaje por donde vamos
es hermoso, digamos tropical,
...........................pero también es hermosa la aridez,
digamos de Manhattan.
...........................Así, cada vez más hacia dentro,
nos encontramos,
...........................como el que no quiere la cosa,
con unos cuantos esqueletos fumando
...........................con unas rosas, con abundantes frutos de mar
y con las ganas de llorar entre las gallinas.
...........................Supongamos, pues, que también estamos
cansados de mirar hacia dentro,
...........................que queremos estar junto a nuestra madre un ratito,
que un poquito de amor
...........................sería suficiente para dejar
de llorar todos los recuerdos.
...........................Supongamos, es sólo un suponer,
que hemos sido felices alguna vez,
...........................que no llueve esta tarde,
que estamos cansados de morir,
...........................que aquí no ha pasado nada
y que escribir tiene
...........................un extraño sentido verdadero,
supongamos.

                                                                        


........Comentario
No conozco muchas cosas de Dionisio Cañas (la primera vez que leí su nombre encabezaba un artículo titulado “Fenomenología de los bares de pueblo”) pero este poema que encontré en una revista de poesía siempre me provoca, al leerlo, sensaciones ambivalentes. Ya sabemos que lo que el poema dice es en gran medida obra del lector y cada vez que leo este poema acabo alegremente fatigado. Pues creo que el poema es sobre el cansancio. Mi comentario va a ser un breve intento de leer el poema en voz alta, sin pensarlo demasiado, a borbotones.
Tropiezo al inicio con la extrañeza de lo verdadero, que es un sentimiento. Algo que comienza a despertar ahora, distanciándonos de un pasado con diferente sabor. Ahora los muertos (¿los recuerdos?), como las piedras que crecen debajo de la tierra, piden sol y se despiertan a cualquier hora. Recuerdos o muertos que como un ahogado surgen trayendo el sentido verdadero de la vida. Recuerdo, pasado muerto, que revive sólido, piedra, escombro de la memoria convertido en palabra verdadera. Y el poeta sabe que hace falta mucha experiencia y mucha memoria, tanto escombro, para cuajar unos pocos versos que no sean fraudulentos. 

Se produce una ruptura al preguntarse el poeta si podremos perdonar lo imperdonable. Entiendo que nos habla de la vida-juventud como un viaje turístico que se realiza sin miedo, por ignorancia. Y todo lo que pasó por fuera fue quedando por dentro, todo, también lo que no hicimos, los deseos de huir (y el deseo tal vez de no ser un poeta con mala conciencia: escribir es una obscenidad). 

Si sigo leyendo encuentro que el poeta me describe la realidad con ese irónico “supongamos”: está cansado de escribir y sí, es escandaloso el precio de los cigarrillos, ya lo creo. Vamos a suponer que somos capaces de reconocer que nuestro amor es una ficción en el mar de las ficciones, que sólo quedará recuerdo. Envejecer es esto: no reconocerse en el cuerpo nuestro de cada día pero sí en los ojos que tanto vieron (tanta imagen que ha quedado en la escombrera del recuerdo). Entonces, nos dice el poeta, hemos dejado atrás la juventud, viajamos entre los muertos (entre los recuerdos), ya no hacemos turismo. Entonces se nota el cansancio. Entonces la realidad tiene que ser concebida como un supuesto. Entonces el mundo deviene “paisaje por donde vamos”, una postal, incluso tropical, frente al que tenemos una distancia. Puede ser hermoso, pero también lo es nuestro recuerdo: la aridez (el poeta es manchego) de Manhattan (el poeta vive en Nueva York y le gusta recordarlo al lector). 
Así, hacia dentro, donde sólo hay memoria (ni alma ni conocimiento) se empieza a vivir entre los muertos. Y de los recuerdos emerge el de aquel irrepetible sentirse querido y protegido de un niño junto a su madre. 
Llegado de la mano del poeta a esa lejana semilla cuyo fruto es este cansancio, me sorprende siempre que la leo la pregunta que hace como quien no quiere la cosa: ¿hemos sido felices alguna vez? Supongamos que no ha pasado nada y sigamos escribiendo. (Hay preguntas que es mejor no hacerse). Sigamos escribiendo, sí, seamos obscenos.

Lo más curioso de mi experiencia con este poema es que encuentro versos de los que podría prescindir, pero si eliminase las referencias a la escritura y al cansancio todo el resto perdería sentido para mí. Creo que, sin ser uno de esos poemas que te fulminan el leerlo ( y a pesar del título) es otro de los poemas cuya relectura ha pasado a formar parte de mi escombrera espiritual particular. 
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