miércoles, 28 de abril de 2010

Giacomo Leopardi | propuesta de Marina

L’ Infinito

Sempre caro mi fu quest’ermo colle
e questa siepe, che da tanta parte
dell’ultimo orizzonte il guardo esclude.
Ma sedendo e mirando, interminati
spazi di là da quella, e sovrumani
silenzi, e profondissima quiete
io nel pensier mi fingo; ove per poco
il cor non si spaura. E come il vento
odo stormir tra queste piante, io quello
infinito silenzio a questa voce
vo comparando: e mi sovvien l’eterno,
e le morte stagioni, e la presente
e viva, e il suon di lei. Cosí tra questa
immensità s’annega il pensier mio:
e il naufragar m’è dolce in questo mare.

Giacomo Leopardi

El infinito

Siempre me fue querida esta colina yerma
y este seto, que de todas partes
del último horizonte la mirada impide.
Mas sentando y mirando, interminables
espacios más allá de aquél, y sobrehumanos
silencios, y profundísima quietud,
yo en mi pensamiento me figuro; donde por poco
el corazón no se espanta. Y como el viento
oigo murmurar entre estas plantas, yo aquel
infinito silencio con esta voz
voy comparando: y me sobreviene lo eterno,
y las muertas estaciones, y la presente
y viva, y su sonido. Así entre esta inmensidad
se anega mi pensamiento:
y el naufragar me es dulce en este mar.

(traducción casera)


El infinito

Amé siempre esta árida colina
y este cerco que obstruye la visión
de gran parte del último horizonte.
Sentado, contemplando, me imagino
un infinito espacio más allá,
silencios sobrehumanos, honda calma,
hasta casi aterrar el corazón.
Mas no bien oigo al viento susurrar en el cerco,
y distingo esa voz
de aquel silencio inmenso,
me alcanza la memoria de lo eterno,
y la muerta estación, y la presente
y viva con su son. Así le entrego
a esta inmensidad mi pensamiento
y me hundo dulcemente en este mar.

traducción de Ricardo Herrera.

Comentario:

Hay tantas traducciones de L'infinito como su nombre, y cada una con sus matices, pero siempre que pienso en él recuerdo el original; aunque no lo comprenda cabalmente, me gusta más cómo suena. Me emociona este poema, me parece breve e intenso y muy evocador, subyugante. Me hace sentir algo difícil de describir y que viví tantas veces: quedarme con la mirada perdida, enfocando el más allá, abstraída en meditaciones, hasta que de golpe algo cercano atrae mi vista, se convierte en el foco de mi atención y me lleva a percibir todo de otra manera. El elemento que provoca esto en el poema es el susurro de las hojas del seto cercano movidas por una leve brisa, ese pequeño murmullo queda comparado con el sobrehumano silencio del infinito: qué goce, amo las hojas levemente movidas por lo invisible y su murmullo, me emociona que se puedan comparar con lo infinito. Y, para rematar, "el naufragar me es dulce en este mar" me inunda de placer.