miércoles, 25 de noviembre de 2009

Cristina Peri Rossi | propuesta de Bea

La pasión

Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.

"Babel bárbara" 1991

La oposición, un congreso inminente... mil cosas se me han acumulado en los últimos tiempos y me han alejado de pan de humo, espero que el congreso pase pronto y poder volver. Así que ahí va este poema recogido con prisas, de una autora cuya actitud entre práctica, cínica y romántica siempre me descoloca. Ya me decís que os parece, porque a mi me gusta mucho o me disgusta mucho según el momento. Espero poder dedicar a pan de humo mucho tiempo, por fin, este fin de semana... Si no me convierto en la Bella Durmiente!!!

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Juan José Saer | propuesta de Marina

Despedida

Hoy nos separas, profundo, y alguien
recorrerá ese millón de pasos que se acunan,
mientras abandonados por un cuerpo feliz
que ahora crece lejano,
sentimos nuestros ojos arder entre unos gestos
delicados, en esta orilla
solitaria, en plena tarde
y en un octubre extremo,
entorpecidos por un doble abandono,
nosotros, prisioneros
de una llanura indiferente,
oh mar que nos induces a gravedad.


Comentario:

Vuelvo al primer autor que propuse en Pan de Humo, no porque sea tan cíclica (o, quiza sí, soy más cíclica de lo que me imagino y ya va siendo hora de que lo reconozca) sino porque este poema se presentó en mí por su propia voluntad; y, como el fin de semana anterior estuvimos juntas Diana y yo, y en éste otra vez la mar océana nos separa, me pareció el momento adecuado para subirlo.

Juan José Saer es un autor fundamental para mí, algo así como un padre literario, algo tan profundo e indisoluble de mi vida que nunca podré mencionarlo como corresponde. Él era esencialmente narrador, pero tenía un cuidado extremo de la lengua, y encaraba toda su obra sin distinción entre géneros, por eso su único libro de poesía publicado en vida, que recoge toda su obra poética, se llama El arte de narrar.

Este poema es una única frase, con una sintaxis compleja, muy saeriana, y me gusta su emoción contenida, su última frase, dónde pone los adjetivos, y su ritmo y su vaivén. Me hace pensar en la gramática alemana, porque cuando era chica me dijeron que en el idioma alemán el verbo está al final de la frase, y me rompía la cabeza pensando cómo sería entenderse en alemán, teniendo que esperar a que la frase llegue a su última palabra para saber de qué se está hablando (¿de ahí vendrá el famoso orden alemán: de que aprenden de chiquitos a esperar el final de lo que están escuchando?). Este poema me hace acordar a eso: cuando llego a la invocación final me veo obligada a ascender de nuevo hasta el comienzo y releerlo completando su sentido.

Este poema se presentó solo pero antes de decidirme a subirlo releí todo el libro de Saer y dudé entre varios otros. Mi solución salomónica fue subir al grupo google no sólo este poema sino varios más (como para obligarme a no seguir proponiéndolo en el futuro), en un único archivo (que también tiene unos enlaces a sitios donde hay mucha información sobre él y, por lo que vi, también pueden bajarse novelas de Saer zipeadas,pero no sé si están completas o no). De los poemas de ese archivo, dedico a Meteco el que se llama "De Polonio a Laertes" y a María Jesús el que se llama " De duelos largos".

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Violeta Parra | propuesta de Diana

Gracias a la vida

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.

Gracias a la Vida



Comentario

Hace un mes, más o menos, murió Mercedes Sosa. Era una cantante argentina, tucumana, que seguramente conocerán por su voz potente y su compromiso político. Cuando yo era chica escuchaba sus discos, la mayoría con canciones folklóricas de la Argentina, que no me gustaban mucho; pero uno de ellos, un homenaje a la poetisa chilena Violeta Parra, sí que me gustaba mucho. Este poema que les propongo estaba en ese disco.
Como ya les comenté los poemas que siempre tengo en mente son canciones. Y como habrán visto la mayoría de ellos tienen que ver con el amor. Amor no sólo de pareja: amor a los hijos, a la tierra de uno, al sol, a las plantas, a las mascotas, a los sonidos, los olores, las palabras, a la vida.
Estoy en España, con mi sobrino Manuel y mi hermana Marina (la que hizo posible que este poema que encontré en internet sin signos de puntuación, tenga para ustedes la cadencia que tiene en mi cabeza, la que le dió Mercedes Sosa).
Gracias a la vida!

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Tomás Sánchez Santiago | propuesta de Nuño

Quién estará conmigo

Quién estará conmigo
de entre todos los modos
en éste:
............no asustarse del resplandor
tardío de las cosas.

Vienen
frutas del alba
con su golpe mojado de inocencia
y entra su luz segura,
apetecida,
en los climas dormidos de la boca,

claro
que sí,

y
alza al mediodía
sus cristales completos
y los hombres advierten olor a exactitud,
y se llenan de brillo
sus cabezas
....................(pero no es brillo
sino luz de lágrimas
de aquello que antes era ocupación y ahora roza
tan sólo).

Frutas del alba,
cristales completos,

pero al atardecer quién bajará
al río a esperar también
el paso sin prestigio del agua,
la bronca y no el murmullo,
la miel cautiva y negra de las sombras.

Y en esa espera,
el ángel no invocado de las duraciones.

(Del libro Lo bastante, de Alcancía, Jaraíz de la Vera
Cáceres, 2004)



Hace muy pocos días Amelia Gamoneda calificaba la obra en verso de Tomás Sánchez (Zamora, 1957) como una poética de lo precario, de aquello que se considera poco estable o poco duradero, algo inseguro, algo que se estima apurado o escaso de medios en su existir, aquéllo que, por serlo así, suele pasar desapercibido y si alguien repara, por casualidad, en ello y si, además, sin prisas, se detiene a considerarlo, queda sin duda impregnado de la melancolía que produce la visión de lo que vive desvaneciéndose y, sin resignarse a ello, intenta sostenerlo recurriendo, como es el caso de T.S., a la poesía, entonces ésta, tiznada de un aire elegíaco, recupera la memoria de lo efímero y lo dota de nueva vida más allá de su existencia. Pero aún cabe otra lectura. Más allá de la temática, en el oficio propio de decir, llama de un modo especial la atención la desnudez y el mimo en la elección del lenguaje así como el afecto con el que fluye, recurriendo a imágenes que más que cegar destellan porque se ofrecen con el velo de lo cotidiano y porque más que indicar insinúan, obligando al lector a buscar, más allá del texto, los límites de su comprensión. Poética de lo precario, sí. Pero, ante todo, poética de la insinuación.