miércoles, 31 de diciembre de 2008

Rumi | propuesta de Bea

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Me hiciste reír
cuando lágrimas de sangre yo vertía,
y cuando partí de este mundo
me trajiste a él de vuelta.
Y ahora me preguntas:
¿Qué hay de tus promesas?
¿Qué promesas?
Tú me hiciste romperlas todas.

...............Rumi, s.XIII, El caldero del amor

El día que tu amor me alcance
enloqueceré tanto que los lunáticos huirán de mi.
Jamás podrán captar las palabras del mejor poeta
El hechizo de tus pestañas sobre mi corazón.

.............Rumi. S.XIII, El caldero del amor

....... Comentario

“YO soy lo efímero –díjose- me cubriré con el poema para ocultarlo”.

Invernó así por los siglos y no lo despertaron ni las indiscretas trompetas convocando a desacreditadas resurrecciones. (E.A Westphalen, Belleza de una espada clavada en la lengua)

ESFUERZO titánico, en consecuencia vagamente grotesco, por ampliar y superar lo caduco y perecedero nombrándolo reflejos, granos o partículas de eternidad. (E.A Westphalen, Belleza de una espada clavada en la lengua)

SE arremolinaron de repente las palabras para formar un bloque compacto e indisoluble al cual no quedaba sino someterse. (E.A Westphalen, Belleza de una espada clavada en la lengua)

Va a agarrar un martillo para golpear el silencio -para pulverizar el silencio- para multiplicar el silencio (E.A Westphalen, Belleza de una espada clavada en la lengua)


Envidio mucho a quienes decís en Pan de Humo que tenéis seleccionados vuestros poemas meses antes de que os toque colgarlos en el blog… A mí con la poesía me pasa como con la música, no la busco, ella me encuentra, depende del día, de mi estado de ánimo o del azar de mis ojos al pasar por las estanterías de la biblioteca… Anoche ese azar me llevó a coger un libro de Rumi que hacía años que no miraba y al hojearlo encontré los dos poemas que os pongo aquí ¿Por qué alguien del siglo XIII, persa, escribió algo que sigue llegándome? ¿No es un poco como la mujer de Bob Dylan ésta que trae de vuelta? ¿Hasta dónde llega la poesía? ¿Algo tan simple como el aleteo de unas pestañas puede escapársele? Y mientras me preguntaba esto me acordé de Westphalen y de su “teoría de la poesía”, a Westphalen lo visito mucho, porque me asombra siempre su lucidez y su punto gamberro… Quizá debería dedicarle este pandehumo sólo a él, pero al leer los poemas que os recojo, no los mejores, me pareció que hablaba de Rumi… Igual sólo fue un desvarío de esos que uno tiene antes de dormirse…
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miércoles, 24 de diciembre de 2008

Jenaro Talens | propuesta de Vicente

Cuando el amor inventa laberintos
alguien tiene que perder 
                                                      
Tras tanto viaje inútil, después de tantas tentativas
de fuga, sin saber con certeza qué y adonde buscar, 
sin otras convicciones que la de haber escrito sobre 
lo que viví, o he visto ( a menudo, también, sobre lo
imaginado o por vivir), tantas frases vacías o escasa-
mente necesarias, ahora, de improviso, vuelvo a sentir
cada palabra como un acto de amor. Las alas raramente 
dejan huella. Se mueven con la precisión de un dardo, 
la nostalgia de un fuego donde la voluntad crepita bajo
un difuso cielo de celofán. Y espero. hay una tierra
remota, de voces muy oscuras, de cristales sin cuerpo 
que hunden sus raíces en la noche. Amo cada palabra 
porque me obliga a construir los límites de mi silencio,
como la yedra construye su fidelidad, su sueño, su
armonía, o la espuma rompe sobre la cresta del
acantilado tanto en la calma como en la tempestad.
Amo los sitios donde la luz fue nuestra, el color de
sus nombres, y amo también los que no vimos, porque
habrán de obligarnos a inventar sus contornos,
y su pequeña historia, y unos pocos recuerdos con que
volverlos habitables. Amo, incluso, la muerte, esta
forma de muerte, porque obliga a vivir.   

....................................................Jenaro Talens

......Comentario

Este poema cierra el poemario Proximidad del silencio, Hiperión, Madrid, 1981. Prólogo de Juan Miguel Company. En ese texto, llamado "Del amor y sus ficciones" pp. 11-19, se da forma rotunda, cabal, casi inapelable, a los desgarros "que produjo en el sujeto poético el hundimiento del viejo edificio romántico" ¿ Y ahora, en qué edificio vivimos o, por mejor decir, sobrevivimos?  . 

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Bob Dylan - propuesta de Marina



Love minus zero/No limit

My love she speaks like silence,
without ideals or violence,
she doesn't have to say she's faithful,
yet she's true, like ice, like fire.
People carry roses,
and make promises by the hours,
my love she laughs like the flowers,
Valentines can't buy her.

In the dime stores and bus stations,
people talk of situations,
read books, repeat quotations,
draw conclusions on the wall.
Some speak of the future,
my love she speaks softly,
she knows there's no success like failure
and that failure's no success at all.

The cloak and dagger dangles,
madams light the candles.
In ceremonies of the horsemen,
even the pawn must hold a grudge.
Statues made of match sticks,
crumble into one another,
my love winks, she does not bother,
she knows too much to argue or to judge.

The bridge at midnight trembles,
the country doctor rambles,
bankers' nieces seek perfection,
expecting all the gifts that wise men bring.
The wind howls like a hammer,
the night blows cold and rainy,
my love she's like some raven
at my window with a broken wing.


Amor bajo cero / sin barreras

Mi amor habla como el silencio
sin ideales ni violencia,
ella no necesita decir que es fiel
ya que es sincera como hielo, como fuego.
La gente lleva rosas
y hace promesas en cada momento,
mi amor ríe como las flores,
los Valentines no pueden comprarla.

En los mercadillos y paradas de autobús
la gente habla de anécdotas,
lee libros, repite citas
escribe conclusiones en la pared.
Algunos hablan del futuro,
mi amor habla quedamente,
ella sabe que no hay éxito como el fracaso
y que el fracaso no es ningún éxito.

La capa y la espada se mecen,
las damas encienden las velas.
En las ceremonias de los jinetes
hasta el peón abriga un rencor.
Estatuas hechas de cerillas
se desploman unas contra otras,
mi amor pestañea, no se inmuta,
sabe demasiado para discutir o juzgar.

El puente tiembla a medianoche,
el médico rural pasea,
las sobrinas de los banqueros buscan la perfección
esperando todos los regalos que los hombres sabios pueden traer.
El viento aúlla como un martillo,
la noche sopla fría y lluviosa,
mi amor es como un cuervo
con un ala rota en mi ventana.


Comentario:

Tenía muchas ganas de compartir esta canción con ustedes, y me dije que ya que Pan de humo había explorado en varias oportunidades relaciones posibles entre poesía y plástica, incluso en expresiones tan radicales como las de Julia Otxoa, podíamos ahora aprovechar esta oportunidad para explorar relaciones posibles entre poesía y música. Al fin y al cabo imagino que en todas las culturas del mundo la poesía nació siempre ligada a la música, y aunque en la nuestra ambas hayan encontrado caminos por separado hace tanto tiempo, todavía nos siguen importando las características musicales de un poema, como sonido, ritmo, métrica, etc., incluso cuando leemos para nosotros mismos y en silencio. Escribir una letra de canción no es lo mismo que escribir un poema, eso lo sabe cualquiera que se aventure en alguna de las dos empresas, y hablar de un poema que nació unido a una música es complicado: me cuesta distinguir hasta qué punto las sensaciones que despierta en mí este poema están provocadas por las palabras o por la música. Por desgracia la traducción castellana que encontré es fiel al contenido, por lo que entiendo, pero carece totalmente de gracia y encanto, es decir que en este caso pido especialmente a los que no saben inglés que traten de escuchar la canción para darse cuenta de cómo suena el original.

Curiosamente, cuando trato de expresar lo que me dice este poema me salen imágenes plásticas: como si Dylan hubiera intentado pintar un retrato con la peculiar técnica de pintar un paisaje y poner a su retratada en un ángulo pequeño y difuminado. Siento que este recurso es sumamente apropiado para el carácter de la retratada, pues me la imagino una persona zen, de una paz interior y una serenidad de alma notables. El mundo que la rodea (aquí es donde siento que me influye más la música que las palabras) me lo represento con una mezcla de imágenes de Estados Unidos inconexa y probablemente muy esteroeotipada, ya que nunca estuve ahí: un mundo donde convive la barbarie del Lejano Oeste con la desolación de la Gran Depresión y la grandeza lúgubre de Poe (inexorablemente el cuervo del final me lleva a Poe); un mundo oscuro y de estrechez mental, de rencores pueblerinos, donde la gente habla sin fundamento, los hombres buscan el poder, y las mujeres al hombre que las rescate. En este paisaje ella se destaca sin hacer nada: una mujer que habla como el silencio, "sin ideales ni violencia", que "ríe como las flores", que es leal como la naturaleza, que reconoce que éxito y fracaso son ambos ilusorios, que no se inquieta ante las calamidades, que no puede ser comprada con regalos, que es lo bastante sabia como para no argumentar ni juzgar, y que puede despertar la misma ternura que un ave lastimada en nuestra ventana… aunque el poema no dice nada al respecto, mi conocimiento del mundo me hace pensar que esta mujer zen me cae muy bien a mí, obviamente a Dylan también, ya que él la creó, pero para muchos de sus congéneres debe de resultar incómoda.

La versión que está en mis oídos desde mi infancia no es la de Dylan sino la de Joan Baez, que tiene una voz y una forma de cantar enormemente diferentes a las de Dylan, pero no encontré su versión como para subirla, y ésta es muy potente, siempre es potente el propio autor diciendo sus poemas; es hermosa, se escucha bien, y es muy cercana a cuando la canción fue escrita, por lo tanto siento que tiene el espíritu de la época. Supongo que Dylan no necesita ni una palabra de presentación, ¿verdad?

Para terminar, una anécdota personal: cuando yo tenía más o menos 14 años, mi tío Heriberto me regaló un libro finito de tapas negras con canciones de Dylan traducidas al castellano. No era una edición bilingüe, sólo estaba la versión castellana de cada letra. En casa teníamos el disco doble de Joan Baez interpretando canciones de Bob Dylan, que trae unos dibujos a tinta preciosos, (que creo que eran de ella misma) pero no tiene las letras de las canciones. Yo quería saber cómo era esta letra en inglés, así que con un diccionario de inglés, el disco y el libro de mi tío, emprendí la curiosa tarea de re-traducir el texto del castellano al inglés. Por supuesto, no lo conseguí. A veces es extraño recordar cómo era la vida antes de internet, ¿no?

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Alejandra Pizarnik -propuesta del Tío Celerino

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NOCHE

Quoi, toujours? Entre moi sans cesse et le bonheur!
G. de Nerval

Tal vez esta noche no es noche,
debe ser un sol horrendo, o
lo otro, o cualquier cosa…
¡Qué sé yo! ¡Faltan palabras,
Falta candor, falta poesía
Cuando la sangre llora y llora!

¡Pudiera ser tan feliz esta noche!
si sólo me fuera dado palpar 
las sombras, oír pasos,
decir “buenas noches” a cualquiera
que pasease a su perro,
miraría la luna, dijera su
extraña lactescencia, tropezaría
con piedras al azar, como se hace.

Pero hay algo que rompe la piel,
una ciega furia
que corre por mis venas.
¡Quiero salir! Cancerbero del alma:
¡Deja, déjame traspasar tu sonrisa!

¡Pudiera ser tan feliz esta noche!
Aún quedan ensueños rezagados.
¡Y tantos libros! ¡Y tantas luces!
¡Y mis pocos años! ¿Por qué no?
La muerte está lejana. No me mira.
¡Tanta vida Señor!
¿Para qué tanta vida?

---------------Alejandra Pizarnik

Comentario

Cada vez que se acerca el momento de hacer una propuesta para el blog mi indecisión se multiplica hasta lo impensable. Esta vez no podía ser de otra manera, sin embargo, en medio de mi indecisión, las dos últimas propuestas aportaron el argumento necesario para desequilibrar la balanza. Fue Borges quien ofreció la solución, en el cuento “El espejo y la máscara”.
Debo a Vila-Matas, entre otras muchas cosas, el descubrimiento de Alejandra Pizarnik (el artículo en cuestión se puede encontrar en: http://www.sololiteratura.com/piz/pizreslapoeta.htm). Siempre me ha resultado seductora la fuerza creativa del tormento y atractivos los escritores que se entregaban sin ambages a la exploración de sus abismos. Alejandra Pizarnik es un ejemplo excelente de esa exploración desgarrada, de la seducción por lo oscuro y lo irreparable. La segunda dificultad, inevitable, es escoger un poema, ajustarse a las condiciones del blog. Habría seleccionado algún texto de los Textos de Sombra o Extracción de la piedra de la locura, pero creo que este poema se ajusta mejor al criterio.
El poema pertenece a La última inocencia publicado en 1956, cuando contaba 20 años. Me resultan especialmente turbadores el anhelo y a la vez la incapacidad declarada para gozar de las cosas que se supone deberían proporcionarnos el placer o la felicidad: la noche que ni noche es y que debe ser un sol horrendo; la imposibilidad del contacto más banal, incluso de decir buenas noches a cualquiera que se cruzara con ella; el esfuerzo de tropezar al azar con las piedras, como les sucede a los demás sin proponérselo… en definitiva la desdicha más absoluta y un radical desencuentro con la realidad que es la de los demás. Podría llegar a ser feliz, todos los argumentos que habitualmente se asocian a la esperanza están a su alcance: quedan sueños rezagados, libros pendientes, la juventud, las luces, la lejanía de la muerte, toda esa vida… En otro poema dice “esta lúgubre manía de vivir/ esta recóndita humorada de vivir/ te arrastra alejandra, no lo niegues”. Pero “la sangre llora y llora” y la furia que rompe la piel anula la posibilidad del sentido. Y la terrible pregunta final ¿para qué tanta vida?. La vida, finalmente, deviene insostenible y la realidad se convierte en ciénaga. En otro poema escribe: “Una mirada desde la alcantarilla/ puede ser una visión del mundo”. En definitiva el deseo, como dice en los Textos de Sombra, de un lugar más o menos propicio para vivir, donde poder cantar y llorar tranquila, pero la imposibilidad de encontrar descanso ni siquiera en las palabras que acaban hablando sólo de ausencia y dolor.
En la fábula borgiana de la que os hablaba antes cuenta Borges que el Alto Rey, vencedor de la batalla de Clontarf, le encargó a un poeta la tarea de escribir el poema que reflejara la proeza de la victoria. Hasta tres veces en tres años sucesivos se reunieron el poeta y el Rey para escuchar el poema en cuestión. Tres objetos regaló el Rey al poeta, uno en cada encuentro: un espejo de plata, una máscara de oro y un puñal. El poeta se suicidó al salir de palacio después del tercer encuentro y el Rey abandonó su reino para vivir en los caminos y expiar así su culpa por haber contemplado la belleza en las palabras del tercer poema, una belleza que siempre resulta aterradora y que sólo puede suponer o la locura o la muerte (o ambas en el caso de Alejandra Pizarnik). Los espejos los puso Borges, las máscaras Pessoa y espero haberos ofrecido un buen puñal… o una buena dosis de seconal.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

Fernando Pessoa -propuesta de Nuño

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Nâo basta abrir a janella  (1923)

Nâo basta abrir a janella
para ver os campos e o rio.
Nâo é bastante nâo ser cego
para ver os arvores e as flores.
É preciso tamben nâo ter philosophia nenhuma.
Com philosophia nâo ha arvores: ha idéas apenas.
Ha só cada um de nós, como uma cave.
Ha só uma janella fechada, e todo o mundo lá fora;
e un sonho do que se poderia ver se a janella se abrisse,
que nunca  é o que se vê  quando se abre a janella.
                                                                                                      
                           (Poesías completas de Alberto Caeiro)

No basta abrir la ventana
para ver los campos y el río. 
No es suficiente no ser ciego
para ver los árboles y las flores.
También es necesario no tener ninguna filosofía:
con filosofía no hay árboles: sólo hay ideas.
Hay sólo cada uno de nosotros, como un sótano.
Hay sólo una ventana cerrada, y todo el mundo afuera:
y un sueño de lo que se podría ver si la ventana se abriese,
que nunca es lo que se ve cuando se abre la ventana.

                   (Traductor: Ángel Campos Pámpano) 
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Comentario
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“Hacia el oeste está mi corazón” cantaba un poeta rayano y hacia el oeste está ahora el hogar de Pessoa, al poniente de aquel otro extremo al que  Cavafis supo insuflar nueva savia a la poesía de su lengua, como el portugués lo hace en la suya.  Cavafis y Pessoa, dos extremos que se tocan por el tiempo y por la voluntad creadora, pero que se alejan  en el modo de textualizar su escritura (poemas definitivos, “canónicos”, en Cavafis;  textos dubitativos, en Pessoa) y en la manera de interpretar su existencia (en uno, añoranza del  pasado que termina  y tedio y  desasosiego, en otro).
Aunque mi pasión está en el “Libro del desasosiego”,  he de  someterme a la temática de este blog, algo sumamente complicado porque Pessoa encripta su poesía en el laberinto de una heteronimia ”plural”, tan plural como la vida misma del poeta: con cada heterónimo, como en un puzle, va completando su personalidad dispersa.
Con el deseo de facilitar la significación poética de la propuesta, he elegido un poema del “Maestro”, el heterónimo Caiero, que enlaza  bien con el poema de Cavafis: antirretórica, llaneza y simplicidad en el lenguaje como  remedio mágico para recuperar su “virginidad perdida”, candor en el sentimiento, fe telúrica en el hombre “primitivo”. La estética, pues, sobra y hay que limpiar la poesía de sus afeites.
En cuanto a la traducción, Campos, respeta el tono y la falta de ritmo del texto pessoano.
Salud para todos.
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miércoles, 26 de noviembre de 2008

Jorge Luis Borges -propuesta de Carmen

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LA ESPERA
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Antes que suene el presuroso timbre
y abran la puerta y entres, oh esperada
por la ansiedad, el universo tiene 
que haber ejecutado una infinita 
serie de actos concretos. Nadie puede 
computar ese vértigo, la cifra
de lo que multiplican los espejos,
de sombras que se alargan y regresan,
de pasos que divergen y convergen.
La arena no sabría numerarlos.
(En mi pecho, el reloj de sangre mide
el temeroso tiempo de la espera.)

Antes que llegues,
un monje tiene que soñar con un ancla,
un tigre tiene que morir en Sumatra,
nueve hombres tienen que morir en Borneo.
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Comentario
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Saludos de nuevo. He elegido este poema porque trata un tema que me tiene ahora mismo atrapada. Vivo en la espera, y aún así me resulta imposible comentarlo con palabras. Sólo puedo sentir cómo se ajusta a una distorsión de la realidad que se crea cuando esperas que algo llegue, o que algo se vaya, o que algo sea mejor, o peor.
Por eso mi comentario a este poema viene en forma de imagen, la imagen de uno los personajes de cerámica que pueblan el estudio y que forma parte de una serie que se llama así, la espera.
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miércoles, 19 de noviembre de 2008

Luis Cernuda -propuesta de Fernando

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Donde habite el olvido,
En los vastos jardines sin aurora;
Donde yo sólo sea
Memoria de una piedra sepultada entre ortigas
Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.

Donde mi nombre deje
Al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
Donde el deseo no exista.

En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
No esconda como acero
En mi pecho su ala,
Sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento.

Allá donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
Sometiendo a otra vida su vida,
Sin más horizonte que otros ojos frente a frente.

Donde penas y dichas no sean más que nombres,
Cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
Donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo, 
Disuelto en niebla, ausencia, 
Ausencia leve como carne de niño.

Allá, allá lejos:
Donde habite el olvido.

.......................................Luis Cernuda
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Comentario
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Este poema inicia un libro del mismo título; un libro que termina en dos versos terribles:
“Tierra, tierra y deseo/Una forma perdida”. No es un ejercicio budista de aspiración a la ataraxia, sino el libro desolado de quien ama y preferiría no hacerlo. Pues la experiencia del amor que muestra aquí Cernuda está desenvuelta en un tono antirromántico. El poeta se distancia de su experiencia, se rebela contra el dolor que amar supone como sometimiento. Me intriga si Cernuda muestra solamente miedo al amor o, por el contrario, un profundo conocimiento de las cavernas del amor, que implica dependencia en un sentido distinto a las dependencias que crea la amistad, o el cariño, o el amor por los familiares. Góngora expresaba algo similar en el bello poema cantado por Paco Ibáñez:
“Una torre fabriqué/Del viento en la raridad, /Mayor que la de Nembrot, /Y de confusión igual. /Gloria llamaba a la pena, /A la cárcel libertad, /Miel dulce al amargo acíbar, /Principio al fin, bien al mal. /Déjame en paz, Amor tirano, / Déjame en paz.”  Esa experiencia por la cual convertimos la dependencia en libertad. Me gustaría decir que he sentido siempre el amor como libertad, pero creo que tendría que contrastarlo con este mismo sentimiento de Cernuda/Góngora de si acaso no consiste en eso el amor, en invertir  la experiencia. Muy contemporáneo: el miedo al amor sería la marca de un tiempo en el que la dependencia es aquello de lo que huimos. Y, sin embargo, qué bellos versos con los que me reconcilio: “Donde yo sólo sea/Memoria de una piedra sepultada entre ortigas/Sobre la cual el viento escapa a sus insomnios.” Que la tierra/ deseo os sea leve.
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miércoles, 12 de noviembre de 2008

María Sanz -propuesta de Azahara

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Mi elección esta vez, lleva por nombre a María Sanz. En el enlace podéis acceder a sus textos, y videoteca.

http://www.cervantesvirtual.com/portal/poesia/sanz/autor.shtml

El primero, “Memoria”, me ha traducido del mundo que predica, algo que todos alguna vez necesitamos: el olvido. Poema corto, sin pretensiones, sin gran mérito sintáctico-gramatical y sin embargo, desde mi punto de vista, impregnando en el cerebro eso que nosesabemuybien que tiene la poesía, que la hace atemporal.
El segundo, “Nadie te ha dado nada” ha pasado por mí como una lección de la propia vida. En un puñado de versos, he claudicado y traspasado el silencio.
No tengo nada más que decir, pues son estos versos los que hablan y callan a la vez. El todo y la nada.
 Invitaros a que los disfrutéis, si queréis y la vida os pone en la tesitura de hacerlo.

MEMORIA
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Si quieres olvidar, si no te basta
con ahuyentar heridas y desprecios,
acuérdate del día en que un poema
te liberó del mundo y sus engaños.
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NADIE TE HA DADO NADA
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Nadie te ha dado nada, tú lo sabes.
Y lo entiendes mejor cada mañana
Cuando abres tu vacío a los primeros 
Rayos del sol. Entonces agradeces
Tener por toda herencia tus sentidos
Para ese instante alado de gorriones 
Que te hace despertar, para ese aroma
florido de la brisa más temprana.
Y lo entiendes mejor. Sabes que el tiempo
Acabará con toda pertenencia,
Con todo lo que aún no se posee,
Y hasta con esas luces que te inundan
De su clara verdad. Nadie te ha dado 
Más que órdenes, leyes y consejos
A seguir, por las buenas o las malas;
Tristezas en la noche, frases hechas, 
Remedios inservibles contra el frío
Y un poco de otras muchas vanidades.
Pero tú lo agradeces. Así nunca
Tendrás que devolver ciento por uno
De tales donaciones. Y lo entiendes
Mejor cuando te acuerdas de ese día
En que habrás de partir, dejando sólo
Unos versos escritos como ejemplo
De tu digna pobreza. Nadie cumple 
Más deseos por ir con su abundancia
Sobre los hombros, por tener sus bienes
A salvo de un fracaso inoportuno.
Por eso, vive en paz con tu vacío,
Con la luz matinal, con este aroma
De soledad en flor, con el silencio
Que igual que tú, sin nadie, fructifica.
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miércoles, 5 de noviembre de 2008

César Simón -propuesta de Josep

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ELEGÍA DEL TRENET ELÉCTRICO

Aquella estación. La veo.
Oigo el silbo del tren.

Me voy. Está lloviendo. Estoy sentado,
tarde grande de mayo, dolorosas
punzadas.
.....................Lluvias.
.................................... Tú, amor mío.
¿Qué importa?
La tierra está muy seca.
Es mejor, sin palabras, que así sea
todo, que así se caiga
todo.

Pero aquella estación...
Y aquel azul...

Cómo se va hacia dentro
la verdad, oh noche
perdida, circulando,
silbando como el tren
encendido. 

César Simón, Erosión 1968 - 1971 



Me molestan algunas expresiones de este poema. Me parece afectado el 'uso' de silbo, pero 'silbido' chirriaría en el verso.

El adjetivo 'grande' entorpece a la tarde de mayo y todo junto torna grandilocuente una imagen puramente corporal: 'dolorosas punzadas'.

Tampoco me convence el 'oh' que precede a 'noche perdida', pero veo que algo se pierde si desaparece y no sé cómo reemplazarlo.

Estos son mis problemas con el poema. El resto, me convence. Encuentro en el ritmo entrecortado de los versos la expresión lingüística del sollozo, que el narrador dice haber contenido en su cuerpo y, sin embargo, se manifiesta en su texto. Me seducen la transición de la mirada hacia el otro, hacia el mundo, hacia uno mismo, y cómo esa mirada necesita encontrar en el mundo algo confirme lo que siente y, al mismo tiempo, le alivie a través del esfuerzo por evitar la acusación, por aceptar el mundo. Cada vez que leo

“Pero aquella estación....
Y aquel azul....”

siento un chasquido. El narrador se ha quedado desnudo y dolorido ante el mundo. Es un dolor seco y sin palabras. Y, sin embargo, el mundo sigue adentrándose en él a través de la estación y el azul.  Esa es la verdad que penetra la carne durante la noche, si bien, finalmente, el narrador no puede -como no podemos nosotros- evitar la tentación de la melancolía: la imagen del trenecillo, todavía de madera, sobre sus estrechas vías, circulando de noche con sus macilentas lámparas encendidas.
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miércoles, 29 de octubre de 2008

Novalis -propuesta de Meteco Diletante

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He seleccionado un fragmento de los “Himnos a la Noche” de Novalis, y de una forma u otra hace de contrapunto al poema de Claudio Rodríguez que publicó Nuño. Si ansiamos la claridad para dar forma a algo, también ansiamos la noche y su confusión sobre la que intentar formar o iluminar algo, aclarar nebulosas. En los Himnos a la noche hay partes  estróficas y otras no; me hubiera gustado escoger alguna estrofa por presentar algo formado, pero los fragmentos que más me atraen por contenido no son estróficos.   
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“Pero me vuelvo hacia el valle, a la sacra, indecible, misteriosa Noche. Lejos yace el mundo –sumido en una profunda gruta- desierta y solitaria estancia. Por las cuerdas del pecho sopla profunda melancolía. En gotas de rocío quiero hundirme y mezclarme con la ceniza. –Lejanías del recuerdo, deseos de juventud, sueños de la niñez, breves alegrías de una larga vida y vanas esperanzas se acercan en grises ropajes, como niebla del atardecer tras la puesta del sol. En otros espacios abrió la luz sus alegres tiendas”.
 ....................Novalis, “Himnos a la Noche”, I

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miércoles, 22 de octubre de 2008

K. Kavafis – propuesta de Javier Gil

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Esperando a los bárbaros.

¿Qué esperamos agrupados en el foro?

Hoy llegan los bárbaros.

¿Por qué inactivo está el Senado
e inmóviles los senadores no legislan?

Porque hoy llegan los bárbaros.

¿Qué leyes votarán los senadores?

Cuando los bárbaros lleguen darán la ley.

¿Por qué nuestro emperador dejó su lecho al alba,
y en la puerta mayor espera ahora sentado
en su alto trono, coronado y solemne?

Porque hoy llegan los bárbaros.
Nuestro emperador aguarda para recibir
a su jefe. Al que hará entrega
de un largo pergamino. En él
escritas hay muchas dignidades y títulos.

¿Por qué nuestros dos cónsules y los pretores visten
sus rojas togas, de finos brocados;
y lucen brazaletes de amatistas,
y refulgentes anillos de esmeraldas espléndidas?
¿Por qué ostentan bastones maravillosamente cincelados
en oro y plata, signos de su poder?

Porque hoy llegan los bárbaros;
y todas esas cosas deslumbran a los bárbaros.

¿Por qué no acuden como siempre nuestros ilustres oradores
a brindarnos el chorro feliz de su elocuencia?

Porque hoy llegan los bárbaros
que odian la retórica y los largos discursos.

¿Por qué de pronto esa inquietud
y movimiento? (Cuánta gravedad en los rostros).
¿Por qué vacía la multitud calles y plazas,
y sombría regresa a sus moradas?

Porque la noche cae y no llegan los bárbaros.
Y gente venida desde la frontera
afirma que ya no hay bárbaros.

¿Y qué será ahora de nosotros sin bárbaros?
Quizá ellos fueran una solución después de todo.


Comentario

(La vida tiene sus urgencias y Javier no ha podido hacerme llegar a tiempo su comentario inicial. Lo publicará en la sección 'Comentarios' a lo largo de la semana)
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miércoles, 15 de octubre de 2008

Charles Baudelaire -propuesta de Jesús

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Le Sept Vieillards


A Victor Hugo


Fourmillante cité, cité pleine de rêves,

Où le spectre en plein jour raccroche le passant!

Les mystères partout coulent comme des sèves

Dans les canaux étroits du colosse puissant.


Un matin, cependant que dans la triste rue

Les maisons, dont la brume allongeait la hauteur,

Simulaient les deux quais d'une rivière accrue,

Et que, décor semblable à l'âme de l'acteur,


Un brouillard sale et jaune inondait tout l'espace,

Je suivais, roidissant mes nerfs comme un héros

Et discutant avec mon âme déjà lasse,

Le faubourg secoué par les lourds tombereaux.


Tout à coup, un vieillard dont les guenilles jaunes

Imitaient la couleur de ce ciel pluvieux,

Et dont l'aspect aurait fait pleuvoir les aumônes,

Sans la méchanceté qui luisait dans ses yeux,


M'apparut. On eût dit sa prunelle trempée

Dans le fiel; son regard aiguisait les frimas,

Et sa barbe à longs poils, roide comme une épée,

Se projetait, pareille à celle de Judas.


II n'était pas voûté, mais cassé, son échine

Faisant avec sa jambe un parfait angle droit,

Si bien que son bâton, parachevant sa mine,

Lui donnait la tournure et le pas maladroit


D'un quadrupède infirme ou d'un juif à trois pattes.

Dans la neige et la boue il allait s'empêtrant,

Comme s'il écrasait des morts sous ses savates,

Hostile à l'univers plutôt qu'indifférent.


Son pareil le suivait: barbe, oeil, dos, bâton, loques,

Nul trait ne distinguait, du même enfer venu,

Ce jumeau centenaire, et ces spectres baroques

Marchaient du même pas vers un but inconnu.


À quel complot infâme étais-je donc en butte,

Ou quel méchant hasard ainsi m'humiliait?

Car je comptai sept fois, de minute en minute,

Ce sinistre vieillard qui se multipliait!


Que celui-là qui rit de mon inquiétude

Et qui n'est pas saisi d'un frisson fraternel

Songe bien que malgré tant de décrépitude

Ces sept monstres hideux avaient l'air éternel!


Aurais-je, sans mourir, contemplé le huitième,

Sosie inexorable, ironique et fatal

Dégoûtant Phénix, fils et père de lui-même?

- Mais je tournai le dos au cortège infernal.


Exaspéré comme un ivrogne qui voit double,

Je rentrai, je fermai ma porte, épouvanté,

Malade et morfondu, l'esprit fiévreux et trouble,

Blessé par le mystère et par l'absurdité!


Vainement ma raison voulait prendre la barre;

La tempête en jouant déroutait ses efforts,

Et mon âme dansait, dansait, vieille gabarre

Sans mâts, sur une mer monstrueuse et sans bords!



Los siete viejos


A Victor Hugo


¡Ciudad hormigueante! ¡Ciudad llena de sueños,

donde el espectro a pleno día atrapa al que pasa!

Por doquier los misterios como la savia fluyen

en las angostas venas del coloso potente.


Una mañana, mientras que en la lúgubre calle

las casas, cuya altura la niebla acrecentaba,

parecían los muelles de un río desbordado,

y, decorado al alma del actor semejante,


una amarilla niebla ensuciaba el espacio,

seguía yo, envarando como un héroe mis nervios,

y discutiendo con mi alma ya fatigada,

el arrabal batido por pesadas carretas.


De pronto a un viejo cuyos amarillos harapos

el color imitaban de ese cielo lluvioso,

y cuyo aspecto habría hecho llover limosnas,

sin la malignidad que en sus ojos brillaba,


pude ver. Se dijera su pupila en la hiel

bañada; su mirada aguzaba la escarcha,

y su barba de largos mechones, cual un sable,

tiesa se proyectaba igual que la de Judas.


Él encorvado no estaba, sino roto; su espina

y su pierna un perfecto ángulo recto hacían,

de forma que el bastón, rematando su facha,

le daban la figura y el paso desmañado


de res coja o judío que tuviera tres patas.

En la nieve y el lodo marchaba tropezando,

cual si bajo sus botas fuese aplastando muertos,

hostil al universo, más bien que indiferente.


Otro igual: bastón, barba, mirada, espalda, andrajos,

de un mismo hades salido, exacto, tras de él iba,

centenario gemelo, y estas sombras barrocas

a la par caminaban hacia un fin ignorado.


¿De qué infame complot era entonces yo el blanco,

o qué maligno azar me humillaba de tal modo?

¡Pues conté siete veces, de minuto en minuto,

este viejo siniestro que se multiplicaba!


Que quien se haya reído de mi desasosiego,

y de un temblor fraterno no se haya estremecido,

piense que un aire eterno, a pesar de su tanta

ruina, estos siete monstruos repugnantes tenían.


¿Hubiera, sin morirme, contemplado al octavo,

inexorable Sosias, irónico y funesto,

Fénix que ya aburría, hijo y padre de él mismo?

- Pero volví la espalda al cortejo infernal.


Exasperado como un ebrio que ve doble

volví a casa, cerré con espanto mi puerta,

enfermo y aterido, febril mi alma turbada,

¡por el misterio herida y por la absurdidez!


En vano mi razón el timón procuraba;

la tempestad jugando confundía su esfuerzo,

¡y mi al ma bailaba, bailaba, vieja barca,

desmantelada en una mar monstruosa y sin límites!


(Traducción de Luis Martínez de Merlo)



Dejo caer de nuevo mi escasa experiencia poética para acompañar los versos que desgranáis semana a semana. Entre los pocos versos que se vienen a mi mente una vez tras otra está el que abre este poema de los "Cuadros parisinos" incluidos en Las flores del mal de Baudelaire. Poco puedo decir de él o de las estrofas que siguen, más que recordar el juego incesante e infinito en que se mueve la poesía creadora, entre la palabra significada y la desconcertante imaginación. ¡Cuántas veces no me he imaginado arrastrado por la visión alucinatoria en el choque sensorial del mundo urbano! Las historias están, en ese cuerpo a veces putrefacto y sórdido, siempre en ciernes, a punto de clarear entre nubes o nieblas de ensoñación. No anegarse en la desbocada imaginación es el ejercicio del poeta que crea mundos fecundos en la experiencia vivida de todos.


(Perdonaréis sin duda la traducción que, en ocasiones, por ser más fiel al verso deja de ser fiel a la palabra. No me he atrevido a mi propia lectura).

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miércoles, 8 de octubre de 2008

Sor Juana Inés de la Cruz -propuesta de Bea

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Si los riesgos del mar considerara,
ninguno se embarcara; si antes viera
bien su peligro, nadie se atreviera
ni al bravo toro osado provocara.
Si del fogoso bruto ponderara
la furia desbocada en la carrera
el jinete prudente, nunca hubiera
quien con discreta mano lo enfrentara.
Pero si hubiera alguno tan osado
que, no obstante el peligro, al mismo Apolo
quisiese gobernar con atrevida
mano el rápido carro en luz bañado,
todo lo hiciera, y no tomara sólo
estado que ha de ser toda la vida.
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Comentario
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Sigo con mi pasión por los sonetos… Durante la carrera descubrí a Sor Juana Inés de la Cruz, monja mexicana del siglo XVII. Posiblemente ella fue la responsable de que hiciera mi tesis sobre literatura conventual. Lo que me fascinó de esta mujer no es sólo que fuera una figura de gran fama en una época donde lo femenino estaba proscrito, sino que hizo de su ansia de saber y de sus ganas de vivir, guiadas por al amor a la poesía, un leiv-motif tan fuerte que la llevó a superar todo tipo de obstáculos. Escogió el convento porque allí estaban los libros, sustituyó mística de Dios por mística de conocimiento… y con ello se ganó el respeto para el resto de los tiempos.

Me gusta este soneto por la enorme fuerza que me trasmite, porque utiliza imágenes poderosas para animarnos a decidir ese “estado que ha de ser toda la vida”. Yo recuerdo a las voces que me animaron a desoír mi deseo de estudiar literatura, de querer trabajar en la universidad… de hacer muchas de las cosas que he hecho, me han hecho feliz y han ayudado a formar la parte de mi de la que me siento más orgullosa. “Si los riesgos de la mar considerar ninguno se embarcara”, siempre me gusta pensar que puedo, aunque me dé mucho miedo.

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miércoles, 1 de octubre de 2008

Prévert -propuesta de Diana

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Barbara

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Rappelle-toi Barbara

Il pleuvait sans cesse sur Brest ce jour-là

Et tu marchais souriante

Épanouie ravie ruisselante

Sous la pluie

Rappelle-toi Barbara

Il pleuvait sans cesse sur Brest

Et je t'ai croisée rue de Siam

Tu souriais

Et moi je souriais de même

Rappelle-toi Barbara

Toi que je ne connaissais pas

Toi qui ne me connaissais pas

Rappelle-toi

Rappelle-toi quand même ce jour-là

N'oublie pas

Un homme sous un porche s'abritait

Et il a crié ton nom

Barbara

Et tu as couru vers lui sous la pluie

Ruisselante ravie épanouie

Et tu t'es jetée dans ses bras

Rappelle-toi cela Barbara

Et ne m'en veux pas si je te tutoie

Je dis tu à tous ceux que j'aime

Même si je ne les ai vus qu'une seule fois

Je dis tu à tous ceux qui s'aiment

Même si je ne les connais pas

Rappelle-toi Barbara

N'oublie pas

Cette pluie sage et heureuse

Sur ton visage heureux

Sur cette ville heureuse

Cette pluie sur la mer

Sur l'arsenal

Sur le bateau d'Ouessant

Oh Barbara

Quelle connerie la guerre

Qu'es-tu devenue maintenant

Sous cette pluie de fer

De feu d'acier de sang

Et celui qui te serrait dans ses bras

Amoureusement

Est-il mort disparu ou bien encore vivant

Oh Barbara

Il pleut sans cesse sur Brest

Comme il pleuvait avant

Mais ce n'est plus pareil et tout est abimé

C'est une pluie de deuil terrible et désolée

Ce n'est même plus l'orage

De fer d'acier de sang

Tout simplement des nuages

Qui crèvent comme des chiens

Des chiens qui disparaissent

Au fil de l'eau sur Brest

Et vont pourrir au loin

Au loin très loin de Brest

Dont il ne reste rien.





Para Barbara

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Acuérdate Bárbara

Llovía sin cesar en Brest aquél día

Y marchabas sonriente

Dichosa embelesada empapada

Bajo la lluvia


Acuérdate Bárbara

Llovía sin cesar en Brest

Y me crucé contigo en la calle de Siam

Sonreías

Y yo también sonreía


Acuérdate Bárbara

Tú a quién yo no conocía

Tú que no me conocías

Acuérdate

Acuérdate pese a todo aquél día

No lo olvides


Un hombre se cobijaba en un portal

Y gritó tu nombre
Bárbara

Y corriste hacia él bajo la lluvia

Empapada embelesada dichosa

Y te echaste en sus brazos


Acuérdate de eso Bárbara

Y no te ofendas si te tuteo

Yo tuteo a todos los que amo

Aunque los haya visto sólo una vez

Tuteo a todos los que se aman

Aunque no los conozca


Acuérdate Bárbara

No olvides

Esa lluvia buena y feliz

Sobre tu rostro feliz

Sobre esa ciudad feliz

Esa lluvia sobre el mar

Sobre el arsenal

Sobre el banco d'Ouessant

Oh Bárbara

Menuda estupidez la guerra

Qué has llegado a ser ahora

Bajo esta lluvia de hierro

De fuego de acero de sangre

Y el hombre aquel que te estrechaba entre sus brazos

Amorosamente

Quizás ha muerto o desaparecido o vive todavía


Oh Bárbara

Llueve sin cesar en Brest

Como solía llover en otro tiempo

Pero no es lo mismo y todo está estropeado

Es lluvia desconsolada de duelo espantoso

Ni siquiera es ya tormenta

De hierro de acero de sangre

Simplemente nubes

Que revientan como perros

Perros que desaparecen

En el remanso de Brest

Y van a pudrirse lejos

Lejos muy lejos de Brest

Donde ya no queda nada.

----------De Paroles (1946)
----------Versión de C. Deplois


Comentario

María Jesus nos propuso hace unas semana un poema de Benedetti. El fue uno de los poetas favoritos de mi adolescencia, junto con Prévert (supongo que habrá sido el primer contacto que tuve con la poesía...). Casi como desafío a mi misma y mi historia me puse a releer Prévert, y me sigue gustando mucho. Me gusta sobre todo lo minimalista de sus poemas (el más extremo es, sin duda "Déjeneur du matin"). Con palabras completamente cotidianas, sin pretensiones, ni términos poco frecuentes o de difícil comprensión, con la más absoluta sencillez, pinta un cuadro enormemente emocionante (al menos a mi, "Déjenuer du matin" me sigue poniendo la piel de gallina).
Este poema, "Para Bárbara", siempre me resultó muy emocionante también. Hay dos inflexiones muy bellas, desde mi punto de vista, en el fluir del poema, como dos baldazos de agua fría. Prévert nos va pintando un cuadro familiar, una historia de amor que parece ser muy cercana al autor y de pronto dice:

"Y no te ofendas si te tuteo
Yo tuteo a todos los que amo
Aunque los haya visto sólo una vez"

Y nos descoloca, y vemos que sólo está describiendo un cuadro que una vez presenció accidentalmente, y notamos lo efímero y precario de la situación: un cuadro así descripto, de dos desconocidos, puede tener miles de complicadas situaciones antecedentes y posteriores que no se condicen con una sólida historia de amor como la que parece estar detrás de los primeros versos.
Y la segunda y brutal inflexión está en:

"Oh Bárbara
Menuda estupidez la guerra
Qué has llegado a ser ahora"

Después de pintarnos una idílica situación entre dos amantes, se nos cae encima la destrucción y la guerra, y más precario y más eíimero se vuelve todo, hasta quedar consumido en la nada en el último verso.
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miércoles, 24 de septiembre de 2008

Vicente Huidobro - propuesta de Marina

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Ella


Ella daba dos pasos hacia delante
Daba dos pasos hacia atrás
El primer paso decía buenos días señor
El segundo paso decía buenos días señora
Y los otros decían cómo está la familia
Hoy es un día hermoso como una paloma en el cielo


Ella llevaba una camisa ardiente
Ella tenía ojos de adormecedora de mares
Ella había escondido un sueño en un armario oscuro
Ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza


Cuando ella llegaba dejaba una parte más hermosa muy lejos
Cuando ella se iba algo se formaba en el horizonte para esperarla


Sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina
Tenía los senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad
Era hermosa como un cielo bajo una paloma


Tenía una boca de acero
Y una bandera mortal dibujada entre los labios
Reía como el mar que siente carbones en su vientre
Como el mar cuando la luna se mira ahogarse
Como el mar que ha mordido todas las playas
El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos de abundancia
Cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas
Antes que el viento norte abra sus ojos
Era hermosa en sus horizontes de huesos
Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado
Como el cielo a caballo sobre las palomas


Comentario

Cuando conocí este poema (hace tantísimos años que ya no puedo recordar cuándo, pero fue hace más de 20) me enamoré de él a primera vista. Lo copié en un papel, y desde entonces está conmigo. Con fascinación juvenil me encandilé con Huidobro, y su teoría estética, el creacionismo, me deslumbraba por el uso que promueve de las imágenes y las metáforas. Ahora bien, aunque me compré Altazor, la obra cumbre de Huidobro, no sé por qué nunca terminé de leerla, ni mantuve mi contacto con Huidobro más que a través de este poema y de su Balada de lo que no vuelve, otro poema que tengo transcripto y guardado en mi carpeta de poemas que viven siempre conmigo, y que no incluyo por no excederme en los límites de Pan de humo. Me cuesta ver este poema con ojos de ahora, me acompañó tantos años, en tantos viajes, en tantas épocas de mi vida, que se me mezclan lo que me provocaban estas imágenes en el momento que las conocí con lo que pueden provocarme ahora, y no tengo nada claro para decir. Me gusta la cadencia del poema, el ritmo que tiene gracias a las estructuras repetidas, y por supuesto me siguen gustando sus imágenes. Bueno, para quienes no sepan nada de Huidobro, si los hay, está reconocido como uno de los grandes poetas chilenos de la literatura contemporánea (lamento caer en "el vicio de los ordenamientos" que irrita tanto a Fernando, pero qué le vamos a hacer, resultan útiles para describir consensos incluso cuando una no los suscriba, y no tengo tiempo para hallar nuevas fórmulas del lenguaje) y su vanguardia literaria, el creacionismo, hizo escuela en Latinoamérica y Europa, por lo menos así dicen los chilenos:

Vicente Huidobro en la Biblioteca Nacional de Chile
Vicente Huidobro por la Universidad de Chile

(Una observación menor: este poema lo fui transcribiendo de un papel a otro con los años, y ahora dudé de no haber alterado nada con las reescrituras y lo busqué en la web para ustedes y resulta que sí, en mi papel los versos que van desde "Ella llevaba una camisa ardiente" hasta "era hermosa como un cielo bajo una paloma" están juntos, sin espacios en blanco como lo encontré en la web, con lo cual para mí el poema siempre estuvo compuesto por tres estrofas cada una de las cuales termina comparando la hermosura con palomas y cielo, cosa que me daba placer, me hacía sentirlo más redondo; por otro lado también había perdido el verso de "la luna se mira ahogarse" y las mayúsculas al inicio de cada verso, pero salvo eso, lo demás estaba igual. Acá transcribo el que encontré en la web, porque lo encontré igual en varios sitios, por tanto supongo que esta versión es más fiel que mi papelito).
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miércoles, 17 de septiembre de 2008

Claudio Rodríguez (1934-1999) -propuesta de Nuño

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Siempre la claridad viene del cielo;
es un don: no se halla entre las cosas
sino muy por encima, y las ocupa
haciendo de ello vida y labor propias.
Así amanece el día: así la noche
cierra el gran aposento de sus sombras.
Y esto es un don. ¿Quién hace menos creados
cada vez a los seres? ¿Qué alta bóveda
los contiene en su amor? ¡Si ya nos llega
y es pronto aún, ya llega a la redonda
a la manera de los vuelos tuyos
y se cierne, y se aleja y, aún remota,
nada hay tan claro como sus impulsos!
Oh, claridad sedienta de una forma,
de una materia para deslumbrarla
quemándose a sí misma al cumplir su obra.
Como yo, como todo lo que espera.
Si tú la luz te la has llevado toda,
¿cómo voy a esperar nada del alba?
Y, sin embargo –esto es un don-, mi boca
espera, y mi alma espera, y tú me esperas,
ebria persecución, claridad sola
mortal como el abrazo de las hoces,
pero abrazo hasta el fin que nunca afloja.
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-------------Poema I del Libro Primero de
------------------Don de la ebriedad (1953)

Presentación

Esta propuesta no pretende ser una presentación. Lejos de mí tamaño prurito. Lo único que busco es una doble celebración. La primera, y como anticipo de que el próximo año se cumplen los diez de su muerte, la de alegrarnos y maravillarnos de haberle tenido entre nosotros: muy pocas veces los vivos muestran el orgullo de haber sido coetáneo de alguien que siendo don (o sin serlo) era portador de su don. Y la otra celebración, la de manifestarse satisfecho por disfrutar de una envidia sana (santa envidia, según muchos) ante lo que ve, lee, oye o siente o vislumbra en los hechos destacados de muchos de sus coetáneos. De esta última celebración (pecado capìtal, supongo que era antes) participo frecuentemente y no me avergüenzo: en una tertulia de rebotica en Palencia leí de muy joven esta obra y sentí envidia y aún ahora la siento normalmente cada semana, cuando leo la propuesta de este blog .
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miércoles, 10 de septiembre de 2008

Mario Benedetti -propuesta de María Jesús

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AUSENCIA DE DIOS

Digamos que te alejas definitivamente
hacia el pozo de olvido que prefieres,
pero la mejor parte de tu espacio,
en realidad la única constante de tu espacio,
quedará para siempre en mí, doliente,
persuadida, frustrada, silenciosa,
quedará en mí tu corazón inerte y sustancial,
tu corazón de una promesa única
en mí que estoy enteramente solo sobreviviéndote.

Después de ese dolor redondo y eficaz,
pacientemente agrio, de invencible ternura,
ya no importa que use tu insoportable ausencia
ni que me atreva a preguntar si cabes
como siempre en una palabra.

Lo cierto es que ahora ya no estás en mi noche
desgarradoramente idéntica a las otras
que repetí buscándote, rodeándote.
Hay solamente un eco irremediable
de mi voz como niño, esa que no sabía. 

Ahora qué miedo inútil, qué vergüenza
no tener oración para morder,
no tener fe para clavar las uñas,
no tener nada más que la noche,
saber que dios se muere, se resbala,
saber que dios retrocede con los brazos cerrados,
con los labios cerrados, con la niebla,
como un campanario atrozmente en ruinas
que desandara siglos de ceniza.

Es tarde. Sin embargo yo daría
todos los juramentos y las lluvias,
las paredes con insultos y mimos,
las ventanas de invierno, el mar a veces,
por no tener tu corazón en mí,
tu corazón inevitable y doloroso
en mí que estoy enteramente solo
sobreviviéndote.


COMENTARIO

Saludos a todos desde este mi rinconcito repleto de naranjos. Estas son mis primeras palabras en el blog –aunque os he leído a todos con mucho interés y con ganas de aprender- y ando un poco preocupada. Después de la alegría y el relajo veraniego, vuelvo a buscar a  Benedetti, otra vez acudo a él  para notar en mí la expresión del sentimiento auténtico y sincero. “Daría todo por no tener tu corazón en mí”. ¿Puede doler tanto el recuerdo? Santificamos y valoramos tanto la memoria que, a veces, nos olvidamos de que  también “somos” porque aprendemos a olvidar. Olvidar las emociones o transformarlas en una suave cortina de humo que nos permita mirar al futuro sin exclamar “es tarde”. Me conmueven especialmente  estas palabras. “Es tarde”: la negación de la esperanza;  es tarde para vivir porque en mí habita tu recuerdo. Hemos de  olvidar para poder vivir. Y así avanzamos, un tanto perplejos, por los caminos – a veces sendas- de nuestra peregrinación terrenal, porque no hay dioses ni paraísos que puedan aliviar el desconsuelo, solo existe el olvido. Reinventemos la memoria para que el placer nos sobreviva. Que seamos felices y hasta la próxima. 

miércoles, 3 de septiembre de 2008

Joan Margarit -propuesta de Fernando


Venècia
------- A la Raquel

No sents com niua la vulgaritat
darrere les façades dels palaus?
Amor, que no siguem supervivents.
Que no ens adormi el somni d’aquests marbres
ni el dels maons rosats
que surten sota els panys d’estuc caigut.
Que no torni a engayar-nos la bellesa:
la ratlla de verdet semble sortida
del pinzell de Bellini, que perfila
el densos verds oliva dels Canals,
estancats com les venes d’un déu mort.
Tots els palaus són màscares que diuen:
Què són, sense el desastres, la vida i els poemes?

Venecia
--------A Raquel

¿Sientes cómo, detrás de las fachadas
de los palacios, la vulgaridad
hace su nido?
No seamos, amor, supervivientes.
Que no nos duerma el sueño de estos mármoles
o estos ladrillos rosa que aparecen
bajo un lienzo de estuco desplomado.
Que no vuelva a engañarnos la belleza:
esa raya de moho parece haber salido
del pincel de Bellini al perfilar,
con densos verde oliva, canales estancados
como si fuesen venas de un dios muerto.
Los palacios son máscaras que dicen:
¿Qué son, sin los desastres, la vida y los poemas?


Comentario

Margarit es un poeta que cabría considerarle en “la experiencia”, por usar ese adjetivo tonto, por su lenguaje y temas familiares, pero es sobre todo un autor de una grandeza elegíaca inusitada en la poesía peninsular. Lejos de la frivolidad de esa corriente es sobre todo un testigo de las emociones generacionales. Puede que no guste a muchos jóvenes, no está en esta corriente tan esteticista, mallarmiana, hermética y purista que domina el paisaje, pero me siento representado por él en eso que muy pocas veces consigue la poesía: hacerte sentir el latido de otra persona como si bombeara la sangre en tu oído. Supongo que los catalanohablantes le conocéis de sobra, para quienes no: es imprescindible.
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miércoles, 27 de agosto de 2008

María Rosal – Propuesta de Gonzalo

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Qué sutil paradoja desearte y tenerte. Qué fiesta de
-----los signos el ángel y su espada.

Acércate que tengo morado un corazón para tu boca y
-----ofréceme el bocado salobre de tu carne, ese himno que
-----crece detrás de las vasijas tal vez porque la edad no ha
-----transcurrido en vano.

Ahora somos más sabios porque estamos sedientos y sabemos
-----subirnos al lomo de la fiebre. Y sabemos abrir la seda
-----de la noche con el alfanje bruñido de la despedida.”

---------------------------------María Rosal, Tregua (2001)

COMENTARIO

Hola a todos. Disculpad mi silencio hasta ahora, en cuanto comience el curso tendré más fácil el acceso a la red y me enredaré más con vosotros. He querido estrenarme con un libro que tengo releidísimo y del cual prefería otros poemas. Pero me fascina leer un breve poema que hace tiempo no me dijo mucho y que, andando la vida, cuando algo ha cambiado en uno mismo, pueda llegar a decirme tantas cosas. Por eso hoy no me interesa María Rosal (de la que poco sé) ni su libro, sino esa experiencia lectora en la que nuestras andanzas y quebrantos determinan la lectura de unas breves líneas. Sólo os diré que, veinte años después, disfruto una correspondida pasión por la que fue mi primera novia. ¿Puedo decir que este poema es mío? Hace veinte años leía mucho a Rilke, el de los ángeles terribles. Y he necesitado releer estos sencillos versos para saber que la edad no ha transcurrido en vano. Los versos son los mismos pero nosotros ahora somos más sabios. ¿Puedo decir que este poema es mío?

Por otra parte no os hablo de uno de mis libros preferidos, pero agradezco a Tregua la sencillez salmódica con que esparce las vísceras por la mesa, el enfrentamiento a la ruina del amor y la perduración del deseo, todo ello, percibo, escribiéndolo sin red y con una cadencia hipnotizante y poco artificiosa.

Es un placer leeros cada semana desde mi páramo alicantino. En septiembre seguiré sonando.
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miércoles, 20 de agosto de 2008

Nicanor Parra -propuesta de Josep


SOLO DE PIANO

Ya que la vida del hombre no es sino una acción a distancia,
Un poco de espuma que brilla en el interior de un vaso;
Ya que los árboles no son sino muebles que se agitan:
No son sino sillas y mesas en movimiento perpetuo;
Ya que nosotros mismos no somos más que seres
(Como el dios mismo no es otra cosa que dios)
Ya que ho hablamos para ser escuchados
Sino para que los demás hablen
Y el eco es anterior a las voces que lo producen;
Ya que ni siquiera tenemos el consuelo de un caos
En el jardín que bosteza y que se llena de aire,
Un rompecabezas que es preciso resolver antes de morir
Para poder resucitar después tranquilamente
Cuando se ha usado en exceso de la mujer;
Ya que también existe un cielo en el infierno,
Dejad que yo también haga algunas cosas:

Yo quiero hacer un ruido con los pies
Y quiero que mi alma encuentre su cuerpo

.................................Nicanor Parra
.................................Poemas y antipoemas, 1954



COMENTARIO

“No podrían decirlo las palabras.
Sólo debo agregar que en aquel día
Nació en mi mente la inquietud y el ansia
De hacer en verso lo que en ola y ola
Dios a mi vista sin cesar creaba.
Desde ese entonces data la ferviente
Y abrasadora sed que me arrebata:
Es que, en verdad, desde que existe el mundo,
la voz del mar en mi persona estaba.”

(fragmento de 'Se canta al mar' de Nicanor Parra)

En el poema que concluye con estos versos, Nicanor nos narra su primer encuentro con el mar. El ritmo del poema, la claridad de sus referencias, la sencillez en la adjetivación, nos conduce por un relato en el que la experiencia se encuentra cómodamente ordenada y a nadie sorprende. Uno se relaciona con ella como se relaciona con la sorpresa del niño ante una situación que al adulto le resulta trivial: le alegra la sorpresa infantil, pero es incapaz de sorprenderse él mismo. Por ello, aunque el poema concluye con una imagen de iniciación que parece surgir de lo más de hondo de uno mismo, los rasgos indicados de su discurso nos revelan, en cambio, que es solo una iniciación a la repetición de una forma entumecida de contacto con el mar.
'Solo de piano' es presentado como un antipoema y busca quebrar la lógica anquilosada de la que 'Se canta el mar' se alimenta. ¿Lo consigue? Su lectura me deja un eco conceptual y prosaico. Si me demoro en cada una de sus imágenes y dejo que reverberen en mí, surge una emoción. La acumulación de ese ejercicio, me hace sentirme más libre y desinhibido, menos necesitado de un relato ordenado y más inclinado al placer de reencontrarme fugazmente en los destellos. De todos modos, no dejo de sentir que en el poema pesan demasiado las ideas que lo guían y la necesidad de concluir con una coletilla, que, por otro lado, no dejo de agradecer:

“Yo quiero hacer ruido con los pies
Y quiero que mi alma se encuentre con su cuerpo”