miércoles, 17 de diciembre de 2008

Bob Dylan - propuesta de Marina



Love minus zero/No limit

My love she speaks like silence,
without ideals or violence,
she doesn't have to say she's faithful,
yet she's true, like ice, like fire.
People carry roses,
and make promises by the hours,
my love she laughs like the flowers,
Valentines can't buy her.

In the dime stores and bus stations,
people talk of situations,
read books, repeat quotations,
draw conclusions on the wall.
Some speak of the future,
my love she speaks softly,
she knows there's no success like failure
and that failure's no success at all.

The cloak and dagger dangles,
madams light the candles.
In ceremonies of the horsemen,
even the pawn must hold a grudge.
Statues made of match sticks,
crumble into one another,
my love winks, she does not bother,
she knows too much to argue or to judge.

The bridge at midnight trembles,
the country doctor rambles,
bankers' nieces seek perfection,
expecting all the gifts that wise men bring.
The wind howls like a hammer,
the night blows cold and rainy,
my love she's like some raven
at my window with a broken wing.


Amor bajo cero / sin barreras

Mi amor habla como el silencio
sin ideales ni violencia,
ella no necesita decir que es fiel
ya que es sincera como hielo, como fuego.
La gente lleva rosas
y hace promesas en cada momento,
mi amor ríe como las flores,
los Valentines no pueden comprarla.

En los mercadillos y paradas de autobús
la gente habla de anécdotas,
lee libros, repite citas
escribe conclusiones en la pared.
Algunos hablan del futuro,
mi amor habla quedamente,
ella sabe que no hay éxito como el fracaso
y que el fracaso no es ningún éxito.

La capa y la espada se mecen,
las damas encienden las velas.
En las ceremonias de los jinetes
hasta el peón abriga un rencor.
Estatuas hechas de cerillas
se desploman unas contra otras,
mi amor pestañea, no se inmuta,
sabe demasiado para discutir o juzgar.

El puente tiembla a medianoche,
el médico rural pasea,
las sobrinas de los banqueros buscan la perfección
esperando todos los regalos que los hombres sabios pueden traer.
El viento aúlla como un martillo,
la noche sopla fría y lluviosa,
mi amor es como un cuervo
con un ala rota en mi ventana.


Comentario:

Tenía muchas ganas de compartir esta canción con ustedes, y me dije que ya que Pan de humo había explorado en varias oportunidades relaciones posibles entre poesía y plástica, incluso en expresiones tan radicales como las de Julia Otxoa, podíamos ahora aprovechar esta oportunidad para explorar relaciones posibles entre poesía y música. Al fin y al cabo imagino que en todas las culturas del mundo la poesía nació siempre ligada a la música, y aunque en la nuestra ambas hayan encontrado caminos por separado hace tanto tiempo, todavía nos siguen importando las características musicales de un poema, como sonido, ritmo, métrica, etc., incluso cuando leemos para nosotros mismos y en silencio. Escribir una letra de canción no es lo mismo que escribir un poema, eso lo sabe cualquiera que se aventure en alguna de las dos empresas, y hablar de un poema que nació unido a una música es complicado: me cuesta distinguir hasta qué punto las sensaciones que despierta en mí este poema están provocadas por las palabras o por la música. Por desgracia la traducción castellana que encontré es fiel al contenido, por lo que entiendo, pero carece totalmente de gracia y encanto, es decir que en este caso pido especialmente a los que no saben inglés que traten de escuchar la canción para darse cuenta de cómo suena el original.

Curiosamente, cuando trato de expresar lo que me dice este poema me salen imágenes plásticas: como si Dylan hubiera intentado pintar un retrato con la peculiar técnica de pintar un paisaje y poner a su retratada en un ángulo pequeño y difuminado. Siento que este recurso es sumamente apropiado para el carácter de la retratada, pues me la imagino una persona zen, de una paz interior y una serenidad de alma notables. El mundo que la rodea (aquí es donde siento que me influye más la música que las palabras) me lo represento con una mezcla de imágenes de Estados Unidos inconexa y probablemente muy esteroeotipada, ya que nunca estuve ahí: un mundo donde convive la barbarie del Lejano Oeste con la desolación de la Gran Depresión y la grandeza lúgubre de Poe (inexorablemente el cuervo del final me lleva a Poe); un mundo oscuro y de estrechez mental, de rencores pueblerinos, donde la gente habla sin fundamento, los hombres buscan el poder, y las mujeres al hombre que las rescate. En este paisaje ella se destaca sin hacer nada: una mujer que habla como el silencio, "sin ideales ni violencia", que "ríe como las flores", que es leal como la naturaleza, que reconoce que éxito y fracaso son ambos ilusorios, que no se inquieta ante las calamidades, que no puede ser comprada con regalos, que es lo bastante sabia como para no argumentar ni juzgar, y que puede despertar la misma ternura que un ave lastimada en nuestra ventana… aunque el poema no dice nada al respecto, mi conocimiento del mundo me hace pensar que esta mujer zen me cae muy bien a mí, obviamente a Dylan también, ya que él la creó, pero para muchos de sus congéneres debe de resultar incómoda.

La versión que está en mis oídos desde mi infancia no es la de Dylan sino la de Joan Baez, que tiene una voz y una forma de cantar enormemente diferentes a las de Dylan, pero no encontré su versión como para subirla, y ésta es muy potente, siempre es potente el propio autor diciendo sus poemas; es hermosa, se escucha bien, y es muy cercana a cuando la canción fue escrita, por lo tanto siento que tiene el espíritu de la época. Supongo que Dylan no necesita ni una palabra de presentación, ¿verdad?

Para terminar, una anécdota personal: cuando yo tenía más o menos 14 años, mi tío Heriberto me regaló un libro finito de tapas negras con canciones de Dylan traducidas al castellano. No era una edición bilingüe, sólo estaba la versión castellana de cada letra. En casa teníamos el disco doble de Joan Baez interpretando canciones de Bob Dylan, que trae unos dibujos a tinta preciosos, (que creo que eran de ella misma) pero no tiene las letras de las canciones. Yo quería saber cómo era esta letra en inglés, así que con un diccionario de inglés, el disco y el libro de mi tío, emprendí la curiosa tarea de re-traducir el texto del castellano al inglés. Por supuesto, no lo conseguí. A veces es extraño recordar cómo era la vida antes de internet, ¿no?

12 comentarios:

gotamarina dijo...

bueno... parece que exageré en la longitud de mi comentario... es que se me ocurrió esta idea hace más o menos dos meses, y tuve tanto tiempo para ir escribiendola que cada vez le agregué más cosas... lo siento por la desmesura!

Diana Pérez dijo...

Hola a todos.
Desde que empezó Pan de Humo, me voy dando cuenta de que cada vez que tengo que seleccionar un poema, lo primero que se me ocurre son letras de canciones! Y me pasa lo mismo que a Marina, se me mezcla la música y la musicalidad de las palabras, y ya no sé que parte es la que produce en mi lo que se está produciendo. Así que, hermana, me ganaste de mano! Estuve con una edición bilingue de canciones de Bob Dylan en la mano más de una vez, pensando si poner una o no.
La canción en la que yo había pensado no era esta, pero si era una de este disco cuya tapa pone Marina, cantada por Joan Baez, que es la preferida de nuestra madre. Mil veces la escuché de adolescente! Es "Sad eyed lady of the lowlands". La letra es una belleza, pero es kilométrica! (y eso también me detuvo) La recomiendo fuertemente, a quien se haya entusismado con esta muestra que propone Marina.
No tengo mucho que decir respecto de esta canción más de lo que dijo, magistralmente como siempre, Marina. Amo a Dylan, amo su voz, y me parece un gran poeta. Y Joan Baez tiene una voz bellísima (aunque completamente distinta, pero no logro preferir a uno que a otro, siempre me pareció muy lindo escuchar al propio autor cantando sus canciones).
Gracias de nuevo a Pan de Humo por juntarnos.
Besos a todos y muchas felicidades!

meteco diletante dijo...

En último congreso que asistí estaba Richard Burns, un poeta británico, o europeo cosmopolita, como le gusta definirse. La parte del congreso que transcurrió en días laborables fue muy íntimo, casi como estar en casa, y los formalismos de los ponentes se diluyeron en algunos momentos, lo cual fue de agradecer. Richard dispuso a los asistentes en círculo, y después de una breve introducción sobre el ritmo y la música en la poesía se puso en el centro, empezando a cantar una canción. Su voz no era un alarde, y la letra no se entendió, pues era una canción eslava que extrajo de una recopilación de canciones de cuando estuvo viviendo en Yugoslavia, pero se logro algo que no sé definir, fueron unas sensaciones nuevas, desconocidas, pero que pronto se me hicieron familiares y me congración con la gente que estaba allí, aunque no supiera mucho de casi nadie. No sabría muy bien como describirlo, ni separar qué había del círculo y qué de la canción, pero fue una experiencia muy cálida, algo se obró en el ánimo de los que allí estábamos.Esta selección y tus comentarios nos recuerdan el origen compartido de música y poesía y obliga a una reflexión, al menos a preguntarnos ciertas cosas que habíamos dado por sentado.

Por ir al poema y dejarme de perplejidades, me gusta mucho esa manera de retratar de Dylan que creo que has descrito con mucha claridad. Me recuerda mucho a la propuesta de Adorno, de sus constelaciones, uno pone los puntos lúminosos y ya es cuestión de que cada uno trace sus figuras, pero de repente una se mantiene sobre las demás y termina destacando y ya no puedes dejar de ver otra cosa; cuando ves por primera vez la osa mayor en el cielo, o a pegaso, ya no puedes dejar de verlos. La canción de Dylan me parece algo por el estilo, con cada línea te da un trazo nuevo y al final de la canción hay una imagen muy compleja que se mantiene sencillamente ante ti y que incluye a la chica, a todo un país y parte del ánimo de las gentes de ese país.

saludos.

Josep E. Corbí dijo...

1. Muchas gracias, Marina, por tu propuesta. Yo que no sé bailar, me he dejado llevar. Y el comentario de Meteco me ha conmocionado. Las dos observaciones que siguen son glosas a cada uno de los párrafos de su texto. Después de escribirlas, me dado cuenta de que bailan, aunque como un tornillo suelto, pero hasta los tornillos tenemos derecho a bailar, ¿o no?

SOBRE EL PARRAFO PRIMERO: La poesía se mueve como la música, la música se mueve como el cuerpo, el cuerpo se mueve al son de la música, en el cuerpo se mueven sus entrañas, su abdomen y su pecho; la poesía los remueve, su letra los macera, su música los adereza, el cuerpo se siente, su boca dice, sus manos hablan y sus pies inquietos me manifiestan. No, esto, no es metafórico, por más que los hijos de la culpa no podamos verlo.

SOBRE EL PÁRRAFO SEGUNDO.Qué hermosa imagen la de Adorno! (Toni, ¿me podrías dar la referencia?) Y que los puntos luminosos nos hagan ver constelaciones, pero que nuestros ojos no se desprendan de nuestro cuerpo y se queden adheridos a una forma, que mañana vea en esos puntos otras constelaciones, otros destellos o su ausencia, la ausencia oscura de destellos, y que mi cuerpo (no mis ojos), se conmueva, sienta su música, baile su letra, y duerma plácidamente (por favor, que la noche sea plácida) entre los brazos de una mujer (bueno, cada uno/a que elija). Sí, una mujer como la que canta Bob Dylan, que existir existen, mas, tal vez, solo por un rato, aunque pueda ser muy extendido.

meteco diletante dijo...

Claro Pepo, aquí la tienes. Volviendo a ojear a Adorno para buscar la referencia me han entrado ganas de volver a leerlo. Qué pena no poder retener en la memoria todo lo que leemos.

"Según esto, la idea de interpretación no coincide en absoluto con un problema de "sentido" con el que se la confunde la mayoría de las veces. Por una parte no es tarea de la filosofía exponer ni justificar un tal sentido como algo positivamente dado ni la realidad como "llena de sentido". (...)la función de solucionar enigmas es iluminar como un relámpago la figura del enigma y hacerla emerger, no empeñarse en escarbar hacia el fondo y acabar por alisarla. La aunténtica interpretación filosófica no acierta a dar con un sentido que se encontraría ya listo y persistiría tras la pregunta, sino que la ilumina repentina e instantáneamente, y al mismo tiempo la hace consumirse. Y así como las soluciones de enigmas toman forma poniendo los elementos singulares y dispersos de la cuestión en diferentes órdenes, hasta que cuajen en una figura de la que salta la solución mientras se esfuma la pregunta, la filosofía ha de disponer sus elementos, los que recibe de las ciencias, en constelaciones cambiantes o, por decirlo con una expresión menos astrológica y científicamente más actual, en diferentes ordenaciones tentativas, hasta que encajen en una figura legible como respuesta mientras la pregunta se esfuma.

T. Adorno. "La actualidad de la filosofía", trad. cast. de Antonio Aguilera, Paidos Ibérica, Barcelona, 1991, pp. 87-88-89.

Saludos

Josep E. Corbí dijo...

Muchas gracias, Toni, por la referencia. Supongo que sabes que la sección XI, de la Parte II, de las *Investigaciones Filósofica* de Wittgesntein se dedica a ese asunto, que, en mi opinión, es central para comprender el resto de su filosofía de la mente y del lenguaje. Por eso me interesaba y por más cosas: por ejemplo, por su conexión con la terapia Gestalt.

meteco diletante dijo...

Vi esa parte de las IIFF contigo en Teoría del conocimiento, ¡no me voy a acordar! Este verano hice una especie de recorrido de lectura "Wittgenstein", aprovechando el viaje a Viena, pero me centré en la primera etapa, en la del Tractatus, sobre todo poniéndolo en conexión con algunas conferencias de Boltzman, para ver si pillaba de una vez su noción de campo lógico, y por otra parte, de forma más caprichosa, también lo relacioné con algunos miembros de la Bauhauss, ya que iba a ver la casa que construyó para su hermana y se ha dicho mucho al respecto. Me falta otro segundo aproximamiento hacia la segunda parte, a las IIFF,,
que espero realizar otro verano.

Sobre lo que dices de la Gestalt, curiosamente, también en este último congreso (la verdad es que estuvo muy bien por los puntos de vista tan dispares que se escucharon), habló Àngel López García, de la fac de Filología de Valencia, y habló largo y tendido sobre la teoría de la Gestalt en el lenguaje. También nos entregó una serie de figuras, algunas clásicas del tipo del pato-conejo. Curiosamente, eso fue un sábado, pues el martes siguiente lo tuve de tribunal en el D.E.A.

saludos.

Beatriz dijo...

Últimamente llego a Pandehumno cuando ya hay muchos comentarios y, a veces, como ahora, son tantas las sugerencias que no sé por dónde empezar... En primer lugar, doy las gracias a Marina porque, como siempre, demuestra que es un alma sensible, capaz de dar muchas cosas a los otros. Me pregunto si es como la mujer del poema... Posiblemente sí... ¿Habéis cantado alguna vez el OM? Cuando lo cantas o lo oyes cantar, o repites un mantra, sientes como el cuerpo y el ritmo van de la mano, además de un sinfin de imágenes mentales que lo acompañan. El comentario de Pepo me ha hecho pensar en que los orígenes de la poesía fueron religiosos, un ritual rítmico que buscaba conducir al cuerpo hacia algo, fuera Dios, la sunyata etc., dependiendo de las tradiciones. La mujer del poema capaz de cambiar el mundo con una sonrisa parece conocer el secreto del canto, lo mismo que Dylan al evocarla. De nuevo, otros dos "visionarios de lo mínimo", capaces de escuchar el silencio.

Fernando Broncano dijo...

He estado desconectado unos días, y aunque leí pronto el poema y escuché a Bob, no supe qué decir durante un tiempo, y luego mi internet blew in the wind. Yo nunca tuve problemas con la poesía y la canción, nunca supe muy bien qué fronteras tienen algún significado. Sentí siempre a Dylan más cerca de la poesía que de la música-pop-rock. Y sí, como ya se ha comentado, los orígenes están en algún lugar entre la danza, el delirio, o lo que sea. El rap, me imagino, nos vuelve a esos momentos ancestrales de la poesía. Las religiones, me parece, aprovecharon esto más que a la inversa.
El poema, me llega por esa mezcla de mostrar el amor y mezclarlo con una forma de mirar al mundo iluminada por la declaración. Se suceden las imágenes como si la retina se hubiera llenado de metáforas. Algo me recuerda a Wallace Stevens,en esa iteración de lo sorprendente.
Si tuviera que hablar de un amor, lo haría mostrando cómo ha cambiado (mi) el mundo. Como Dylan.
Marina, siempre tienes ese color violeta en tus mensajes y propuestas que llena de armonía el blog. Gracias.

gotamarina dijo...

aaaaayyyyyyy..... mis queridos contertulios pandehumeros..... muchas gracias!!!!!!!!
muchas gracias por apreciar mi propuesta, muchas gracias por los maravillosos comentarios, todos tan ricos y sugerentes que me resulta imposible contestar cada uno como se merece, y superporsupuesto muchísimas gracias por lo que han dicho de mí!!!!! Siempre viene bien, por lo menos a mí que arrastro problemas de autoestima desde la cuna, pero especialmente en estos días me ha venido como anillo al dedo tanto piropo!!! Y además, me hacen sentir que son mi familia!!!!!!!
Los quiero un montón a todos! FELIZ NAVIDAD!!!
(Bea, me descubriste... creo que esta canción siempre me gustó tanto porque siempre desée que alguien dijera algo así de mí... casi confieso esto en mi comentario pero me censuré por vergüenza).

Beatriz dijo...

¿Vergüenza? ¿Por querer sacar la mejor versión de ti misma para ti y para los demás? Orgullo en todo caso, Marina.
Felices Fiestas para todos!!! Un besote muy fuerte

Nuño dijo...

Como ya he comprobado que no puedo cambiar el destino, como me repite a menudo un amigo, o mi sino como me digo yo, me consuela este premio no buscado de Bob Dylan que nos regala Marina. Que sea bienvenido, sobretodo en estos días muy apropiados, por la ilusión de un tiempo largo de vacaciones que resulta al fin ser más corto de lo esperado, para palpar el calor y el color de los posos de nuestros recuerdos y sorprendernos al comprobar que la fascinación de hace muchos años vuelve ahora con la misma frescura y tensión de entonces.
Hoy, el B.D. ventiañero de las imágenes que, a modo de prólogo, con sabia pedagogía, nos ofrece Marina, me obliga a revisar mis imágenes también ventiañeras y a darme cuenta, mirando hacia adelante, de que en el fondo de ellas puede encontrarse alguna de las "medicinas" para aliviar muchas de las desazones que tienen desconcertada a la comunidad poética del presente.
Una de ellas, la que se refiere al escaso mundo de los adictos a la poesía, lamento de los años sesenta(cuando el joven B.D. consolidaba ya su reinado) que todavía sigue manteniendo su eco en los encuentros que se celebran en el presente. El millón de copias que B.D. vendió en 1965 (muchos miles, a escondidas, en España) y los que vendrían después de 1975, como las ventas de Raimon, LLach,Sabina, todas ellas nos hablan de un ámbito que rebasa en demasía aquella escasez. Es cierto que, con frecuencia, sus textos no toman forma de poemas, sino de canciones que se transforman, también con harta frecuencia, en himnos (como ese "Love minus..." o nuestro "Al vent..."). No es de extrañar que este camino, viejo camino de la poesía oral, por donde la música "en sí" de la poesía sale al encuentro de la música "para sí", se haya visto en algunos cenáculos como el remedio más eficaz para multiplicar la siempre soñada clientela y abandonar la cueva habitual.
Y, en fin, la otra desazón, mirando hacia delante, se refiere al acto de la escritura, a su permanencia poética (ese deseo inquietante de "gloria" de todo creador), que, en última instancia, nos habla de la excelencia, algo que queda y se mantiene joven a pesar del paso del tiempo. Así sucede con este "Love minus...": esta balada de amor de hace algo más de cuarenta años no ha envejecido; su composición mantiene el vigor poético en cada espacio estrófico: "ella" (el amor) es el centro al que se llega con un exordio de larga cadencia. La escucho y la leo y siento hoy la misma encantamiento que en mi pasado ventiañero.
Salud para tod@s y buenas fiestas.