miércoles, 9 de julio de 2008

Georges de la Tour y René Char-propuesta de Fernando





Magdalena de la lamparilla
Por Georges de la Tour

Quisiera hoy que la hierba fuera blanca para despreciar la evidencia de que te veo sufrir; no estaría mirando bajo tu mano tan joven la forma dura y sin revoque de la muerte. Un día arbitrario, otros, sin embargo menos ávidos que yo, retirarán tu camisa de lino, ocuparán tu alcoba. Pero al irse olvidarán ahogar la lamparilla y por el puñal de la llama se derramará un poco de aceite sobre la imposible solución

René Char, El manantial narrativo, 1947 (trad. Jorge Riechmann)

10 comentarios:

Beatriz dijo...

Una historia alternativa: una joven, que acaba de disfrutar de una noche extraordinaria de sexo desenfrenado con la persona que ama y que se siente unida a la vida y a los otros por la fuerza incontestable del amor, mira una llama pensando en la belleza del fuego y en la idea budista de que una llama enciende otra llama, en un continuum que elude la muerte.El fuego es ella, pero también infinitas ellas, lo sabe y está tranquila... mientras todavía siente un cosquilleo placentero entre las piernas y piensa que quizá en su vientre acaba de encenderse otra llama. La oscuridad la arropa, como un manto de intimdad y de sosiego y es feliz.
Que ya os dije que estamos en verano y tanta muerte tanta muerte, uf!!! me cansa. Perdonadme si estoy algo ida esta mañana, pero las tesinas-rollo infumable me están sobrepasando...

Fernando Broncano dijo...

Siento que a Beatriz mis propuestas y comentarios le parezcan deprimentes. Evitaré desde ahora contaminaros de melancolía.
Salud

Beatriz dijo...

No es que me parezcan deprimentes... Me parece un texto magnífico y lleno de sensibilidad, sólo que hoy estoy un poco gamberra y me apetecía gastaros una bromilla...Espero que no te haya sabido mal, ni tampoco a los demás. Si es así, de verdad, mil disculpas, me encanta lo que dices en el blog, creo que sabes un montón y yo aprendo mucho de ti, sólo que todos, yo misma también, tendemos siempre a dejarnos fascinar por las imágenes de muerte... y hay que afirmarse un poco también. No conocía este poema y tiene la fuerza de la sencillez, y eso es algo que mi me encanta, también una palabra muy cristalina... Gracias y de verdad siento mucho si te molesté de alguna manera

Josep E. Corbí dijo...

Fernando, no te preocupes, que si a Bea le pesan los poemas de pandehumo, se coge unas bolsas, las llena de alimentos empaquetados, se va a pasear por la Diagonal y, hostia, se encuentra con el mundo.

Bea, no te preocupes, que Fernando no se molesta, solo teme haberte molestado.


Y que cada uno haga lo que sienta. Si uno está melancólico, pues que salga la melancolía. Si a otro le satura la melancolía, pues que se queje y mire el cuadro de otra manera más apasionada.

Un abrazo para los dos o uno para cada uno o un vela encendida o un paseo por la playa

gotamarina dijo...

me han hecho sonreir. Todos. Me sorprendió el poema y el cuadro, y también la historia alternativa de Bea, y el debate melancolía-vida, y para rematar los buenos deseos de Pepo. Los acompaño a todos. Me deslumbra el cuadro (¿cómo puede deslumbrar algo que está en penumbras?), me intriga el poema en prosa de Char, con esto quiero decir que me encanta su ritmo y su sonido y sus imágenes pero no sé si alcanzo su idea; me encanta la historia alternativa de Bea, es una imagen muy potente y llena de vida, gracias Bea por ofrecernos esto; y por lo demás, no creo que nadie deprima a nadie ni contamine, y para algo estamos acá, no? para expresarnos y conocernos y construir algo juntos, cada uno con lo que puede, desde donde puede. Felicidades a todos y a disfrutar lo que nos toca como podamos.

Fernando Broncano dijo...

Tiene razón Pepo, me preocupa este humor nocturnal que parezco transmitir. Rene Char me interesa por muchos aspectos. Es un poeta cercano al surrealismo, cercano al temperamento de Albert Camus (alguien con quien siempre me he identificado) y siempre profundo y críptico. Celan le admiraba.
De este poema rescato esa mirada muy masculina sobre la mujer en un sentido bueno del término que aún está por pensar. Char amó mucho y amó a muchas mujeres pero, sobre todo, fue lúcido en su visión de la otra. Aquí aparece el amor, la compasión, los celos, el misterio: los ingredientes de los que está hecho el erotismo. También la muerte, claro. Magdalena ha sido siempre la representación de la mujer desde un punto de vista masculino muy salvable: la mirada de La Tour (uno de mis pintores favoritos) es aquí expresiva de un punto de vista que no tendría por qué estar manchado de patriarcalismo, y sí de esa diferencia que importa.

Beatriz dijo...

Por supuesto que lo más bonito de este blog es la diversidad de sus voces!!!

Josep E. Corbí dijo...

Pues la verdad es que, tras demorarme en el cuadro y trenzar en él cada una de las frases que componen el texto, siento la misma resistencia de Bea a dejarme invadir por su atmósfera nocturnal. Los destellos que estos días me alumbran no son los de una luz que apunta a su extinción, sino los que despiden los rayos solares al rozar la superficie temprana del mar. El paisaje está, a la hora en que lo visito, tan solitario como la habitación en la que la joven medita posando su mano sobre una calavera, pero allí el mar acompaña y acompaña. Uno siente que a su lado la soledad es imposible, aunque también inevitable; que la muerte no sabe si importa mientras pueda sentir su brisa en el costado, que ya no hace falta retirar la camisa de lino porque los cuerpos se asoman frescos y desnudos en el horizonte, que lejos está el sufrir y que aquí solo quedan los pasos que se adentran en uno y lo mecen.

Nuño dijo...

Buenos días para todos. Me encanta la propuesta de Fernando como me encantó la anterior de la pareja Millais/Aníbal. Es curioso, en la tempestuosa noche de San Juan, más de una semana antes de esta propuesta, en un pueblecito de Salamanca (Morille) celebrábamos, entre velas, la noche y la poesía de un nuevo libro. Vitorino, un maestro de la fotografía, me mostró una que acababa de hacer: era casi una copia de la que nos ofrece Fernando. Le comenté a Vitorino, es La Tour; casi,casi, me contestó. Casi, porque la sutileza de La Tour de poner luces donde sólo hay sombras también lo hizo Vitorino, pero la negación del lugar y el poner sólo tiempo (la calavera), así como el juego del silencio para que nadie sospeche que habla en demasía el pintor, no lo encontré en la foto de Vitorino. No me extraña que a Fernando le maraville La Tour y que sienta lo mismo por la imagen poética y personal con que R.C. responde a la imagen pictórica de La Tour. Es cierto que el pintor esconde la muerte y el poeta "quisiera hoy" no el querer cotidiano de siempre, no, ese "hoy" sugiere algo distinto, "que la hierba fuera blanca" (es una forma de no nomrar la muerte). Pero ni pintor ni poeta pueden con su juego, hay una lamparilla para que vislumbremos la muerte y hay la afirmación de una "imposible solución" sin que un punto remate el poema en prosa. En fin, envidio a La Tour por esa aparente facilidad con que pinta lo difícil y a R.C por la claridad con que nos muestra algo que nos empeñamos en mantener a la sombra. Gracias Fernando por estas delicias. Salud para todos.

Fernando Broncano dijo...

Hoy empieza en la aldea de Morille el PAN: una reunión de poetas jóvenes (a la que nos dejan asistir con cariño a los abuelitos como Nuño y el que suscribe) y de artistas plásticos y del espectáculo con una vocación de ruptura, y a la vez de mezcla entre la gente del pueblo y la vanguardia. Os recordaremos en estos tres días de poemas, cantos, cuentacuentos, pinturas, instalaciones, fiestas nocturnas y risas. Char, tan ruralista él y tan vanguardista, hubiese estado en su elemento.