miércoles, 2 de julio de 2008

Paul Celan -propuesta de Josep

LEJANÍAS

Frente a frente, al fresco,

deja que emprendamos también algo así:

juntos

deja que respiremos el velo

que nos oculta el uno al otro

cuando la tarde se dispone a medir

cuánto separa aún

cada forma que toma

de cada forma

que nos prestó a los dos


Paul Celan, De umbral en umbral

(trad. Jesús Munárriz)



En una tarde de verano, cuando la tarde comienza a dejarnos respirar, nos sentamos frente a frente, con los ojos que se encuentran a menudo, y dejamos que algo empiece y nos empiece. Percibimos un velo que nos oculta y nos permitimos habitar ese espacio de desencuentro, el desvelamiento de ese hecho irrenunciable, y al respirarlo, juntos, tu aire mezclándose con el mío, la tarde crece en su frescura. Sentimos que es ella la que manda y nos concede, de vez en cuando, una forma, una medida, en la que ambos nos acomodamos, mas son muchas otras las formas de la tarde en las que tú y yo no cabemos, ni juntos ni separados.



Addenda


1 versión original


FERNEN


AUG in Aug, in der Kühle,

lass uns auch solches beginnen:

gemeinsam

lass uns atmen den Schleier,

der uns voreinander verbirgt,

wenn der Abend sich anschickt zu messen,

wie weit es noch ist

von jeder Gestalt, die er annimmt,

zu jeder Gestalt,

die er uns beiden geliehn.


2 otra versión en castellano


LEJANÍAS


Mirándonos a los ojos, en la frescura,

comencemos también esto:

respiremos

juntos el velo

que nos oculta a uno del otro,

cuando la tarde se dispone a medir

lo que dista todavía

de cada figura que ella toma

a cada figura

que nos ha prestado a ambos


(Trad. Carlos Ortega)


3


Os copio un fragmento de la Segunda Elegía duinesa, en el que Rilke comenta este relieve en el que Orfeo y Eurídice se despiden






¿No habéis contemplado sorprendidos en las estelas áticas

...................................................................la mesura]

de los humanos gestos? ¿No se posan allí el amor y el adiós

tan suavemente sobre los hombros, como si estuvieran hechos

de una materia distinta a la nuestra? Evocad las manos que reposan

como sin peso, a pesar de la fuerza que se mantiene erguida

...............................................................en los torsos.]

Con pleno dominio de sí mismos supieron expresar:

.....................................................hasta aquí llegamos,]

7 comentarios:

Fernando Broncano dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Fernando Broncano dijo...

Bello poema de Celan. Interesante recuperación de un poema amoroso! Insinúa, al menos en mi forma de leerlo, ese velo que muestra y oculta, que constituye el juego del amor y el erotismo. Que la tarde sea la medida de la distancia entre las formas vuelve sobre esa separación. Más aún: que sea un evento como la tarde el que organice tal acontecer. Más allá de la voluntad, más allá del deseo, como si el amor sólo pudiera darse como manifestación del mundo. Qué maravilla, tan lejos del romanticismo (kitsch) y tan cerca de la experiencia. ¡Que las tardes del verano os tiendan ese velo de amor!

Nuño dijo...

Me alegra que Pepo añada a su propuesta de Celan el regalo de ese fragmento de Rilke. Es todo un gesto sabio porque nos da la pista para situar con comodidad la obra poética de Celan. De las dos traducciones recurro a las dos ya que se complementan y me gusta la interpretación de Fernando sobre ese "juego de amor", poesía amatoria, pues, que alejándose de la tradición conserva sin embargo su eco al fundamentar ese "juego" en el "esto" (intento amatorio) y en la "tarde" y sus poderes "sobrenaturales"(poder de extrañamiento, poder de acercamiento, ámbito único de relación).Buenas vacaciones y salud para todos.

gotamarina dijo...

Sinceramente, la reescritura que hace Pepo del poema me provoca muchas más cosa que el poema mismo. Las diferencias entre las dos traducciones y mi desconocimiento del alemnás me dejan con la intriga de qué podría leer yo del poema si pudiera acercarme más a él en su versión original. Tal como está acá, me quedo con la imagen de Pepo, que es bellísima.

Beatriz dijo...

Siento haber tardado tanto en intervenir, pero se ha debido a dos razones: la primera es que he estado fuera de España de congreso y he llegado agotadísima, la segunda es que el poema de Celan me ha dado mucho que pensar... adoro a Paul Celan, me parece uno de los grandes genios de todos los tiempos, la idea de paladear la distancia entre dos seres que se miran en la tarde y hacer de eso una experiencia de conocimiento, pero también de sensualidad me parece fascinante y me reafirma en que Celan pertenece a lo que yo llamo "los visionarios de lo mínimo", que tanto me interesan, sin embargo, el poema no me gusta en el plano de la palabra, ni en una versión ni en otra acabo de encontrar el estilo de Celán que siempre me ha fascinado, lo veo cortante, frío..., no sé... coincido pues con Azahara y lo achaco a que soy una burrita con el tema de las lenguas... Por el contrario, creo que en el de Rilke, que mirando el relieve hace un descubrimiento semejante al Celán si se alcanza el mimo de la escritura, que creo que debe acompañar a una revelación de estas características...

Josep E. Corbí dijo...

Sirva de despedida de las lejanías celánicas:

1. Bea, ¿qué ha dicho Aza? No encuentro su comentario.

2. A mí sí que me gusta el lenguaje. Puede que me haya hecho ya a la violencia que siempre se ejerce en una traducción y encuentre fuerza expresiva en el disloque del castellano que le acompaña.

3. Me gusta lo que dice Fernando: el amor como manifestación del mundo.

4. Y lo de Rilke lo puse por lo que dice Bea: hablan sus versos de una forma de contacto que creo que es la que se trasluce en el poema de Celan y que me gustaría aprender a habitar. Pandehumo, los que escribís y proponéis, me ayudáis a ello. Gracias.

Beatriz dijo...

Perdón, me equivoqué, quería decir "gotamarina, no Aza...