
El jardín de las delicias
........¿Acaso es nada más que una zona de abismos y volcanes en
plena ebullición, predestinada a ciegas para las ceremonias de la
especie en esta inexplicable travesía hacia abajo? ¿O tal vez un
atajo, una emboscada oscura donde el demonio aspira la inocencia
y sella a sangre y fuego su condena en la estirpe del alma?¿ O tan
sólo quizás una región marcada como un cruce de encuentro
y desencuentro entre dos cuerpos sumisos como soles?
No. Ni vivero de la Perpetuación, ni fragua del pecado original,
ni trampa del instinto, por más que un solo viento exasperado
propague a la vez el humo, la combustión y la ceniza. Ni siquiera
un lugar, aunque se precipite el firmamento y haya un cielo que
huye, innumerable, como todo instantáneo paraíso.
........A solas, sólo un número insensato, un pliegue en las membranas
de la ausencia, un relámpago sepultado en un jardín.
........Pero basta el deseo, el sobresalto del amor, la sirena del
viaje, y entonces es más bien un nudo tenso en torno al haz de
todos los sentidos y sus múltiples ramas ramificadas hasta el
árbol de la primera tentación, hasta el jardín de las delicias y
sus secretas ciencias de extravío que se expanden de pronto
de la cabeza hasta los pies igual que una sonrisa, lo mismo
que una red de ansiosos filamentos arrancados al rayo, la
corriente erizada reptando en busca del exterminio 0 la salida,
escurriéndose adentro, arrastrada por esos sortilegios que son
como tentáculos de mar y arrebatan con vértigo indecible
hasta el fondo del tacto, hasta el centro sin fin que se desfonda
cayendo hacia lo alto, mientras pasa y traspasa esa orgánica
noche interrogante de crestas y de hocicos y bocinas, con
jadeo de bestia fugitiva, con su flanco azuzado por el látigo
del horizonte inalcanzable, con sus ojos abiertos al misterio
de la doble tiniebla, derribando con cada sacudida la nebulosa
maquinaria del planeta, poniendo en suspensión corolas como
labios, esferas como frutos palpitantes, burbujas donde late la
espuma de otro mundo, constelaciones extraídas vivas de su
prado natal, un éxodo de galaxias semejantes a plumas girando
locamente en el gran aluvión, en ese torbellino atronador que
ya se precipita por el embudo de la muerte con todo el universo
en expansión, con todo el universo en contracción para el parto
del cielo, y hace estallar de pronto la redoma y dispersa en la
sangre la creación.
................El sexo, sí,
................más bien una medida:
................la mitad del deseo, que es apenas la mitad del amor.´
Comentario
Me acordé de Olga Orozco el día que leía a Silvia Plath y los comentarios del blog. Su poesía es muy diferente, creo que Olga está llena de una furia que la hace mucho más vital que Plath, pero no por ello mejor poeta, aunque en ambas hay unas imágenes tan negras que no puedo dejar de conectarlas de una manera puramente intuitiva… Pensé que Olga Orozco no había salido en el blog, o yo no la recordaba, así que me apetecía conocer la opinión del grupo, ya que yo no la tengo muy clara, me da que hay muchas “trampas” en sus textos, tampoco la leí con mucho detalle, pero a veces me seduce mucho y otras me hace dejarla de lado porque me aburre. Podía haber elegido cualquiera de sus poemas, pero últimamente he pensado mucho en el Museo del Prado y en el Jardín de las Delicias… por cosas largas de explicar…. y buscando en Internet me he encontrado este poema. El azar me ha animado, es una de sus imágenes recurrentes. A ver si me ayudáis a situarme con esta poeta que me resulta tan ambivalente…