miércoles, 25 de noviembre de 2009

Cristina Peri Rossi | propuesta de Bea

La pasión

Salimos del amor
como de una catástrofe aérea
Habíamos perdido la ropa
los papeles
a mí me faltaba un diente
y a ti la noción del tiempo
¿Era un año largo como un siglo
o un siglo corto como un día?
Por los muebles
por la casa
despojos rotos:
vasos fotos libros deshojados
Éramos los sobrevivientes
de un derrumbe
de un volcán
de las aguas arrebatadas
y nos despedimos con la vaga sensación
de haber sobrevivido
aunque no sabíamos para qué.

"Babel bárbara" 1991

La oposición, un congreso inminente... mil cosas se me han acumulado en los últimos tiempos y me han alejado de pan de humo, espero que el congreso pase pronto y poder volver. Así que ahí va este poema recogido con prisas, de una autora cuya actitud entre práctica, cínica y romántica siempre me descoloca. Ya me decís que os parece, porque a mi me gusta mucho o me disgusta mucho según el momento. Espero poder dedicar a pan de humo mucho tiempo, por fin, este fin de semana... Si no me convierto en la Bella Durmiente!!!

11 comentarios:

Nuño dijo...

Me alegra la vuelta de Bea. Las últimas semanas se me hacía melancólico acercarme a esta ventana: uno más es algo más que uno en un espacio tan reducido como es un blog. Bienvenida, pues.

El verso final tramposo, "aunque no sabemos para qué", me redime de la sensación de futilidad que me produce la lectura de los dieciocho versos anteriores, pero no me borra la artificiosidad de la misma terminación porque a ese "para qué" ya ha respondido antes con abundancia: por ejemplo, para que no te falte un diente.

Soy un lector habitual de poesía, muy parsimonioso y, frecuentemente,
reescribidor al mismo tiempo que lector: es un artificio que me satisface. Leo el poema y me pongo del lado del poeta y reescribo su poema. Esta ficción hace que sienta un gran respeto (no adulación) por toda la obra publicada por l@s poetas que en este blog han aparecido. Y esta ficción me ayuda a acercarme a la formalidad poética de la propuesta (en el caso presente, se me hacen muchos esos tres "como").

Soy lector habitual, respetuoso pero no sumiso. Y como nos sucede a todos, hay poetas que se leen y algunos pocos que se sienten y a los que uno se "entrega" porque su voz resuena en la nuestra. Este eco no lo oigo en la poesía de C.P.R.

Salud para tod@s.

gotamarina dijo...

a mi el poema me divierte; no me emociona, ni me ilumina, pero me hace gracia y me entretiene, y creo que eso tiene su mérito. Me gusta la disparidad de lo comparado (un diente contra la noción de tiempo) y, será por esa liviandad que me provoca, no me suena tan catastrófico como pretende, y eso también me gusta: un forma ligera de enfrentarse a lo que de otra forma podría hunidirnos.

Josep E. Corbí dijo...

Hay una película checa muy famosa, en blanco y negro, cuyo título no recuerdo, ¡maldita sea!. Se desarrolla en una estación solitaria, por la que de vez en cuando pasa un tren y el jefe de estación de vez en cuando goza de una mujer y cuando eso ocurre, al día siguiente, aparece sobre el andén silbando mientras pasea. Este poema me parece como ese silbido.

Beatriz dijo...

Cuando era estudiante tenía mucha manía a Cristina Peri Rossi, mi profesora nos la ponía hasta en la sopa, y yo no le veía el interés, la verdad, buscaba y buscaba y sólo veía poemas tramposos, hasta que un día la oí leer sus poemas, y su lectura transmitía lo que dicen Pepo y Marina: ganas de reirse de todo y de pasar de todo sin pretensiones. Después la he conocido más y ese es su espíritu vital... Tuve 30 segundos para seleccionar el poema en medio de la vorágine del congreso, reconozco que no quería faltar a mi regreso a pan de humno, pero no tenía nada pensado, ni muchas fuerzas, mi espíritu de esos días necesitaba algo que fuera intrascendente, creo que pese a las prisas más o menos me salió. No quería nada profundo, ni alta literatura, un poema más bien para criticar, para reirse. Cosas del estado de ánimo post-parto!!! (Académico, claro)

meteco diletante dijo...

A mí los dos primeros versos me tienen loco, y el último también. Hubo un tiempo en que fue así, cada salida del amor arrasaba todo lo conocido, inauguraba una nueva era, todo ardía y se despedazaba, y si salías de esa, lo hacías carbonizado; son imágenes exactas, puedes sentir eso. Lo curioso de eso es que sólo si te sucedía esa catástrofe tenía sentido volverlo a intentar, y esta experiencia contradice el último verso. La catástrofe aporta sentido más que la ausencia de ella.

Con lo que no coincido es con lo de “sobreviviente”. No creo que al amor se sobreviva, de una forma u otra uno muere en él en cada vez, como ya se ha dicho en este blog, se sale otro. Así hasta que hay una última , por cansancio o algo de esa sustancia.

Saludos.

Josep E. Corbí dijo...

Toni, veo que a ti te parece que el poema va en serio; en cambio, a mí, me resulta imposible tomármelo así. El adjetivo 'aérea' sirve de contrapunto al sustantivo 'catástrofe'. La expresión 'catástrofe aérea' no me conduce a imaginarme un avión destrozado y con trozos de carne humana esparcidos por el suelo, sino, por el contrario, algo que ocurre en el aire y nos deslumbra; vamos, fuegos artificiales en cualquier noche fallera. Y me sucede algo parecido con el resto de las imágenes. Cada término apasionado va acompañado de otro que lo destempla, y lo que me queda es una sonrisa entreabierta.

gotamarina dijo...

La pelicula checa se llama "Trenes rigurosamente vigilados", es la adaptacion de la novela homónima de Bohumil Hrabal, y, si nunca lo leyeron, les recomiendo todos sus libros, especialmente "Una soledad demasiado ruidosa", "Yo que servi al rey de inglaterra" y "Bodas en casa". Le tengo tanto amor a Hrabal como a Saer (si Saer es mi padre literario, Hrabal es mi abuelo). Toda su obra transmite este mismo sentimiento que descubre Pepo en este poema, Bea en su autora, y coincido con ellos. Saludos!

meteco diletante dijo...

Josep, Marina, lo puedo leer como vosotros, como algo parecido a "Pulp fiction", algo que no va en serio del todo. Pero el suceso, la catástrofe sigue estando ahí, veo a alguien que se destroza y arde, un yo pasado, ya desaparecido, pero eso no impide que también me lo pueda tomar a risa. Hace poco decía que estaba pensando seriamente la posibilidad de tomarme la vida como en broma, algo así parece suceder en este poema. Uno puede ver lo grave, hasta lo gore, y sin embargo, presentarlo de forma que da risa. Ayer mientras leía, me acordé de mis catástrofes como riéndome: "esos dos versos me tienen loco". Luego, sí, como vosotros reconozco esa levedad risueña que la poeta ha logrado insertar en el poema, aunque de lejos vea aquellas catástrofes.

gotamarina dijo...

Toni, yo creo que le encontraste el punto al poema, y pensando en el amor y las catástofres lo que tengo en la cabeza desde que lei estos coemntarios es otra película no checa sino un poco polaca: Rouge, de Kieslowski: para mí la tesis de la película es que sólo nos encontramos con el amor de nuestra vida si una catástrofe trastoca su curso (en esa película la catástrofe es marítima, no aérea) si no, si la naturaleza sigue su curso, nuestro amor está a la vuelta de la esquina, nos lo cruzamos todos los días, pero nunca lo vemos. O sea, que la catástrofe puede estar al final del amor o al comienzo (y en algunos casos en todo su transcurso también). Como dijo Cortázar: el amor no se elige como no se elige la lluvia que nos cala hasta los huesos cuando salimos del concierto. En fin, habría más cosas, hay algo con el lenguaje que usa este poema que me da para pensar en cómo construye esta liviandad que vemos, y si tuviera más tiempo intentaría desmenuzarlo, pero no lo tengo...

Pepo: ya sé que escribimos en el blog sin un cuidado exhaustivo, que muchas veces las fórmulas del lenguaje nos viven aún a nuestro pesar, y no quiero ponerme pesadamente feminista o algo por el estilo, pero no sabés cuánto me hubiera gustado que dijeras "el jefe de estación de vez en cuando goza CON una mujer" en vez de "goza DE una mujer". Justamente algo que tiene Hrabal (y en la película se ve muy claramente en la joven telegrafista) es que sus personajes femeninos están a la par de los masculinos en cuanto a libertad sexual.

Josep E. Corbí dijo...

Marina, ¿realmente crees que un cambio de preposición te habría tranquilizado? Ha buscado en google 'gozar de una mujer' y tiene 1.700.000, donde se mezcla textos sobre psicoanálisis con anuncios en los que se ofertan servicios sexuales; he buscado 'gozar con una mujer' y tiene 900.000 entradas, casi todas concernientes a servicios sexuales. No veo claro que una preposición favorezca más la liberación sexual de la mujer que otra. Entonces, ¿dónde está el problema? ¿en el verbo 'gozar'? ¿Qué otro verbo debería haber usado? ¿O debería haber utilizado una paráfrasis para dejar bien claro que...? ¿Qué es lo que tendría que haber dejado bien claro? ¿Qué la mujer también gozaba de/con el jefe de estación? Pero es que la mujer no silbaba y yo quería hablar del silbido.

gotamarina dijo...

me sigue gustando mas "con" que "de", independientemente de los millones de entradas del google, y "gozar" me gusta, a pesar de que a veces se hace un uso horrible de él. Yo hablaba de mis gustos, así como vos hablabas del silbido, y no creo haberte malinterpretado, pero sí que me influyen las preposiciones, para algo existen, no? El silbido de Hrabal es hermoso, aéreo, como otras cosas que destacaste del poema y que creo haber reconocido también. Dije más cosas en esta entrada, hablé de películas y libros que amo, del amor y las catástrofes, pero parece que lo único destacable es mi sensibilidad ante las preposiciones. Ojalá aparezca otra entrada de una vez, así desaparece esta penuria.