miércoles, 20 de enero de 2010

José Bento (Aveiro, 1932) / Propuesta de Nuño

José Bento (Aveiro, 1932). Propuesta de Nuño

Letras, sílabas...

Letras, sílabas,
............................papel,
........................................la arquitectura
de la mano que fuye domándose a la palabra
y de la piedra que es la frente asomada
buscando la grafía de lo que aún
despunta sin vehemencia que se agarre.

....Tarea impura, ambigua: nadie ose
leer que este cálamo sangra en la mentira.
Violenta ley lo incita,
que consagra por ser una verdad
tan sólo suya, para otros velada;
propone símbolos mas no revelará
el cuerpo que reflejan, o se niegan
lo que excede su música volátil.

....Una boca modula:
....................................¿la voz de alguien
o un eco truncado que enmascara
no un rostro sino los ritos de una era?

....No lo que sientes es el único sentido
de lo que escribes.
...................................Abandonas,
olvidas este espejo.
...................................¿Tu imagen?
--Quien lo empuñe viene a darle el propio rostro.


Letras, sílabas...

//Letras, sílabas, / papel / a arquitecttura / da mâo que flui domando-se à palabra / e da pedra que é a fronte debruçada /procurando a grafia do que ainda / desponta sem vee-
mência que se agarre. // Tarefa impura, ambígua: ninguém ouse /ler que este cálamo sangra na mentira. / Violenta lei o incita, / que consagra por ser uma verdade / somente sua, para outros velada; / propôe símbolos mas nâo revelará / o corpo que reflectem, ou se negan / o que excede sua musica volátil. // Uma boca modula: a voz de alguém / ou um eco truncado que mascara / nâo um rosto mas os ritos de uma era? // Nâo o que sentes é o único sentido / do que escreves. / Abandonas, / esqueces este espelho. / Tua imagem? / --Quem o empunhe vem dar-lhe a própria face

José Bento, Algunas sílabas (Antología)
Traducción: José Luis Puerto


Comentario

Siempre he sentido una simpatía especial por José Bento y no por por el componente iberista que tiñe la mayor parte de su producción poética y que reconozco que soy uno de sus muchos deudores, sino por el viento trágico que sopla frecuentemente en sus poemas, por el lirismo y el sentido elegíaco con que tiñe su voz, por la serenidad y la armonía co que construye su texto y por el dominio de un lenguaje que al lector le parece el suyo. Me siento más cercano a J.B. que a muchos de nuestos poetas y no porque físicamente sea más próximo a mí (la raya es común a los dos), sino porque me satisface su peculiar sensibilidad y su concepción particular de la naturaleza.
No hay capricho en el poema elegido: si al principio era el verbo, no va mal que para entrar al mundo poético de J.B. se abra la puerta con esta proclamación.

5 comentarios:

Fernando Broncano dijo...

Un poema siempre es un misterio. Es lo que nos abisma en la poesía: no hay mentira pero tampoco verdades manifiesta, y ni siquiera las intenciones son la clave del poema. El poeta ofrece un misterio como quien ofrece algo que se arranca de sí, que habla de él pero no necesariamente de lo que quiere decir. Esta independencia que adquieren las palabras y que muestra el lado oscuro del lenguaje hace de la poesía un ejercicio peligroso, tenso.
Leo así a Bento, en este poema ofertorio, que sí: me hace buscar más cosas suyas.
Me gusta la traducción de José Luis, poeta muy castellano (demasiado para mí, ahora ya emigrante irremisible) y compañero de bachillerato y amigo. Nos une la Raya: un lugar metafísico como para otros, la mayoría de quienes leen este blog, es el Mediterráneo. En la Raya nacen palabras como las de Bento.

meteco diletante dijo...

Lo leo como una especie de fenomenología de la escritura, como una respuesta muy audaz a la pregunta de qué es lo que alguien hace cuando escribe, o realiza algún tipo de arte.

Me gusta la primera estrofa, como logra exteriorizar al autor en la acción que le es propia, en las partes del cuerpo que la hacen posible: la mano, lo que cubre la frente, la grafía, el papel, las sílabas. Aún teniéndolo todo delante no logramos hallar el punto de contacto entre eso de detrás de la frente y los elementos físicos en los que se envuelve y se hace solidario de la materia. La escritura sigue siendo un misterio a pesar de contar con intentos tan acertados como el de J.B.

También acierta con esa inquietante pregunta sobre quíén o qué modula una voz, haciédola oscilar entre un partícular o un universal, para al final depositar la respuesta en la fibra anónima (a un romántico no le costaría poner ahí a la naturaleza), en la corriente de lo que alguien siente.

De una forma u otra, sobre todo por la estrofa central y más extensa, me parece una negación a la posibilidad de que la escritura pueda revelar alguna forma particular.

saludos

meteco diletante dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
meteco diletante dijo...

Otra vez la lio un hiperbaton. Cuando decía que al final parecía que J.B señalaba al sujeto de la escritura en "lo que sientes", en la fibra anónima del sentimiento, lo decía por el siguiente verso:

No lo que sientes es el único sentido de lo que escribes.

Yo lo leía con una pausa: No, lo que sientes es el único sentido de lo que escribes.

Pero creo que habría que leerlo como: lo que sientes No es el único sentido de lo que escribes.

Con lo cual, se dice que además de lo que uno siente en la escritura hay un algo más, que debería de ser lo que se dirime en los último versos de forma tan enigmática.

Otra vez un hiperbaton me la volvió a liar.

Gigli dijo...

A mi también me parece que este poema es una buena proclamación de la palabra poética.
En mi impresión los versos surgen y se entrecruzan de manera intrincada, al igual que el autor va escarbando piedras para encontrar la palabra, ofreciendo un reflejo de algo que resulta misteriosamente conocido, y que quizá es el reflejo de nosotros mismos.
Ahora recuerdo unos versos de Juan Ramón Jiménez en los que, haciendo alusión a la labor poética, impreca : "cavad, cavad".