miércoles, 24 de septiembre de 2008

Vicente Huidobro - propuesta de Marina

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Ella


Ella daba dos pasos hacia delante
Daba dos pasos hacia atrás
El primer paso decía buenos días señor
El segundo paso decía buenos días señora
Y los otros decían cómo está la familia
Hoy es un día hermoso como una paloma en el cielo


Ella llevaba una camisa ardiente
Ella tenía ojos de adormecedora de mares
Ella había escondido un sueño en un armario oscuro
Ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza


Cuando ella llegaba dejaba una parte más hermosa muy lejos
Cuando ella se iba algo se formaba en el horizonte para esperarla


Sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina
Tenía los senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad
Era hermosa como un cielo bajo una paloma


Tenía una boca de acero
Y una bandera mortal dibujada entre los labios
Reía como el mar que siente carbones en su vientre
Como el mar cuando la luna se mira ahogarse
Como el mar que ha mordido todas las playas
El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos de abundancia
Cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas
Antes que el viento norte abra sus ojos
Era hermosa en sus horizontes de huesos
Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado
Como el cielo a caballo sobre las palomas


Comentario

Cuando conocí este poema (hace tantísimos años que ya no puedo recordar cuándo, pero fue hace más de 20) me enamoré de él a primera vista. Lo copié en un papel, y desde entonces está conmigo. Con fascinación juvenil me encandilé con Huidobro, y su teoría estética, el creacionismo, me deslumbraba por el uso que promueve de las imágenes y las metáforas. Ahora bien, aunque me compré Altazor, la obra cumbre de Huidobro, no sé por qué nunca terminé de leerla, ni mantuve mi contacto con Huidobro más que a través de este poema y de su Balada de lo que no vuelve, otro poema que tengo transcripto y guardado en mi carpeta de poemas que viven siempre conmigo, y que no incluyo por no excederme en los límites de Pan de humo. Me cuesta ver este poema con ojos de ahora, me acompañó tantos años, en tantos viajes, en tantas épocas de mi vida, que se me mezclan lo que me provocaban estas imágenes en el momento que las conocí con lo que pueden provocarme ahora, y no tengo nada claro para decir. Me gusta la cadencia del poema, el ritmo que tiene gracias a las estructuras repetidas, y por supuesto me siguen gustando sus imágenes. Bueno, para quienes no sepan nada de Huidobro, si los hay, está reconocido como uno de los grandes poetas chilenos de la literatura contemporánea (lamento caer en "el vicio de los ordenamientos" que irrita tanto a Fernando, pero qué le vamos a hacer, resultan útiles para describir consensos incluso cuando una no los suscriba, y no tengo tiempo para hallar nuevas fórmulas del lenguaje) y su vanguardia literaria, el creacionismo, hizo escuela en Latinoamérica y Europa, por lo menos así dicen los chilenos:

Vicente Huidobro en la Biblioteca Nacional de Chile
Vicente Huidobro por la Universidad de Chile

(Una observación menor: este poema lo fui transcribiendo de un papel a otro con los años, y ahora dudé de no haber alterado nada con las reescrituras y lo busqué en la web para ustedes y resulta que sí, en mi papel los versos que van desde "Ella llevaba una camisa ardiente" hasta "era hermosa como un cielo bajo una paloma" están juntos, sin espacios en blanco como lo encontré en la web, con lo cual para mí el poema siempre estuvo compuesto por tres estrofas cada una de las cuales termina comparando la hermosura con palomas y cielo, cosa que me daba placer, me hacía sentirlo más redondo; por otro lado también había perdido el verso de "la luna se mira ahogarse" y las mayúsculas al inicio de cada verso, pero salvo eso, lo demás estaba igual. Acá transcribo el que encontré en la web, porque lo encontré igual en varios sitios, por tanto supongo que esta versión es más fiel que mi papelito).
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16 comentarios:

Fernando Broncano dijo...

Supongo que conocéis el viejo chiste sobre cómo hacen el amor un erizo y una eriza: con cuidado, pues, con cuidado. El poema me transportó a un curso que organizamos hace un par de cursos una profesora de teoría literaria y el que suscribe titulado "Mal de amor: los amores difíciles", donde intentábamos una historia crítica del concepto de amor, desde Austen hasta In the mood of love, pasando por Hable con ella. Discurríamos sobre ese amor erizo que uno acaba teniendo con los seres imaginados a trío con el ser real con el que compartes la vida. Curiosamente, mira, los alumnos no veían problema, todo era fácil. La edad, nos dijimos (y el mes: era abril). Pero sí: las imágenes tienen una compacidad sorprendente en el amor. Y vuelvo al poema: bellísimo, cómo no amar a esa danzarina que hace que el mar adopte estas formas tan surrealistas. Cómo no pensar en que la acumulación de imágenes nos habla no de ella sino de la imagen de ella que el poeta ha creado en una pantalla. Pero da lo mismo: me da igual que haya ordenamientos, es hermoso. No sé si lograría habitar con ella mucho tiempo, me pregunto.

Beatriz dijo...

Perdonad que no haya podido compartir con vosotros el poema de Claudio, pero la semana pasada estuve de congreso, hablando precisamente de poesía...
Me gusta Huidobro, aunque muchas veces me desconcierta, yo sí acabé Altazor, pero me quedó un regusto confuso.
Lo que me sugiere este poema al igual que casi toda su poesía es "afirmación", de la vida con subidas y bajadas, lo mismo se lleva una camiseta ardiente, que un muerto. En ese sentido me trasmite lo mismo que el "irse y quedarse" de Lope, radicales ganas de vivir y eso me pone!!!

Nuño dijo...

No sé por qué, Marina, tu "carpeta de poemas" se me antoja un cofre exquisito que ahora nos abres para regalarnos este presente que ha madurado y se ha atesorado con el largo tiempo de estancia. Un tiempo que te hace extrañar "la joya", pero también te pone en los sentidos la belleza de su cadencia, el ritmo y las imágenes, tan "cristalinas" (decía G. Diego) como todo el lenguaje mismo. Las tres estrofas que según tú componen el poema lo serían si nos atuviéramos al significado pero para V.H. y sus discípulos lo esencial del poema es el lenguaje como referencia de sí mismo y su valor está en la belleza que reflejo o que crea, no en lo que dice. Este V.H. que ahora leo también a mí, en otro sentido, me hace recordar con cariño la pugna que manteníamos, tiempo ha, un amigo de estudios (hoy gran poeta) y yo: él, entonces, encendido lector y defensor de V.H. y yo sólo simple catador de Neruda y Vallejo. Salud para tod@s.

Nuño dijo...

Perdonad que aparezca de nuevo en este espejoblog, pero echad la culpa (oportuna, por cierto) a M.García-Posada que se quejaba ayer, precisamente, en el suplemento de "Artes y Letras" del ABC, de que "quizás hubiera sido oportuno dar entrada a Huidobro, sin el cual no se entiende el creacionismo" (se refería a "dar entrada" en la antología, dirigida por F.Rico, POESÍA ESPAÑOLA. TOMO VIII"). Bien es cierto que todas las antologías (buenas y buenas, porque malas no creo que haya ninguna) han provocado siempre lamentos de distinto pelaje, pero éste, para mí, al menos, me sirve de excusa para agradecer a M.G-P este recordatorio y para, de rondón, remediar el vacío formal de mi comentario de ayer, por lo cual pido también mi absolución. El texto en sí se sujeta a una "arquitectura" poética (G.D) que muestra su identidad en el verso libre, la ausencia de comas y puntos(plena libertad), los cuatro largos silencios interiores (generadores de cinco "espacios" poéticos, que serían las clásicas estrofas), la distribución armónica de colocar el "tiempo" más largo (verso) en el "espacio" central, facilitando, de esta manera, el descenso en cascada hasta el final de "Ella", y, en fin, la acción repetitiva("ella..." en el 2º "espacio"; "cuando ella..." en el "espacio" 3º y "como el mar..." en el 5º "espacio") que agiliza y destaca el golpe del ritmo. Ah, y ese "...la luna se mira ahogarse" aunque sea pariente del "Enhiesto surtidor de sombras", no lo es tan rotundo". (Marina, por si no te has dado cuenta: lo que empieza siendo una paloma, acaba siendo muchas). Salud para tod@s.

Diana Pérez dijo...

Es domingo a la noche, llueve en Buenos Aires. Hace más de un mes que no hablo ni me comunico con vos, Marina, y desde hace 5 días no puedo dejar de pensar en tu poema.
Me parece bellísimo. Me encanta la descripción de "Ella", esta mujer tan misteriosa y viva.
Algo que me parece provoca una emoción muy fuerte en mi, al menos, son las metáforas y referencias a su mirada y a sus ojos. Hermosas metáforas: "tenía ojos de adormecedora de mares", "sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina", "sus miradas de árbol fatigado" (qué querrá decir esto??).
Y muchos versos que combinan fortaleza y destrucción: "ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza", "tenía una boca de acero", "una bandera mortal", "reía como el mar que siente cabrones en su vientre", "cuando la luna se mira ahogarse", "el mar que ha mordido sus playas", "el mar que desborda y cae en el vacío", "su horizonte de huesos". Versos que me machacan la cabeza, versos que revelan lo oscuro, la muerte, lo trágico. No me preguntes por qué, me gustan mucho.
Gracias Hermana, por abrir tu carpeta de poemas, y compartir este con nosotros.

Josep E. Corbí dijo...

También es domingo por la noche y también llueve en Buenos Aires, rara experiencia la de sus calles oscuras y resbaladizas. Tu poema, Marina, me ha acompañado estos días, también la carpeta de la que ha salido. No está mi alma para decir nada, demasiadas experiencias esta semana, demasiada riqueza para buscar el sosiego que requeriría comentarlo. Solo sé que me zarandea y que me gusta dejarme zarandear por él. Entiendo que vuelvas una y otra vez a dejarte mecer o sacudir en su oleaje.

gotamarina dijo...

Gracias a todos por hacerme sentir que este poema puede emocionarlos y hacerlos disfrutar, muchas gracias. Me hace sentir hermanada.
Es lunes a la noche y no llueve en Besalú, es una noche hermosa después de un hermoso día otoñal, de esos que parecen primaverales mas que otoñales, y encontrarme así con vos, Diana, y también con vos, Pepo, a la distancia, en Pan de humo, saber que este poema los acompañó estos días, me emocionó. Yo tampoco sé qué son las miradas de árbol fatigado, y a mí también me subyugan las imágenes que vos señalás.
Gracias Fernando por el chiste del amor erizo (¿se podrían leer apuntes de ese curso que diste en algun lado? me interesa) y gracias por dejarte enamorar por Huidobro.
Gracias Bea por tu lectura de Huidobro, supongo que el regusto confuso que te dejó es lo mismo que a mí me trabó seguir leyendolo.
Y gracias Nuño por tus comentarios (sí, al final las palomas son muchas, y siempre me deja turulata la imagen de que el cielo esté "a caballo" de las palomas, el cielo, tanto más inmenso que ellas, sobre unos cuerpecitos frágiles y voladores... y encima "a caballo", elegir a otro animal para la imagen)

Fernando Broncano dijo...

No tengo apuntes del curso, las varias conferencias y los seminarios sobre películas se perdieron cómo lágrimas en la lluvia, pero seguimos empeñados en escribir una historia del amor (difícil:los fáciles no tienen historia, sólo sistema). Pero otros cursos freakes que he organizado sí se publicarán: uno sobre Lovercraft y lo oscuro,que está a punto de salir y otro sobre el mito de Galatea (los varones educando a las mujeres-máquina, se llamaba "De Galatea a Barbie". Saldrá el año que viene en Lengua de Trapo)Lo siento por la publicidad. Te los enviaré.

meteco diletante dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
meteco diletante dijo...

Bueno, llega el día que aparecerá otro poema y no quería dejar de comentar éste, sobre todo por la historia tan hermosa que lo acompaña. Nada, no logré pasar de la historia al poema, siempre que lo leía sólo me llegaba la imagen de un escrito entre maletas, autobuses, aviones, y que en ese ir de un sitio a otro perdía letras y palabras, y luego, muy cariñosamente una silueta sin rostro las reponía, sin saber exactamente si eran esas palabras, esas letras, o eran otras, pero en cualquier caso satisfecha con el resultado, feliz de reconocer cada vez que lo lee un recuerdo querido.

No logré salir de esa historia, y quizá por eso no le de tanta importancia al poema, cuyos paralelismos sintácticos me hacen rebullir en el asiento. Nunca me gustó esa figura literaria, como las anáforas a las que también recurre. En general cualquier figura de repetición me tensa, de no ser que me asegure mucho la referencia, como por ejemplo hace Bernhard en prosa, que en ese caso se agradece por lo ligera que se vuelve la lectura. Pero en este caso me encuentro con la repetición, que me cansa, y sin ninguna referencia clara que ancle la lectura en algún lado. ¿Qué hacen esos cuatro versos primeros ahí? ¿Qué tiene que ver el ceremonial de una ama de llaves del XIX con alguien de una mirada tan misteriosa y bella como una adormecedora de mares? En fin, siempre despistado, y cuando me canso del despiste me vuelvo a refugiar en las imágenes de la historia del poema de gotamarina.

saludos

gotamarina dijo...

hola meteco diletante! Te debo una bienvenida, me gusta "recibir" a los que se incorporan al blog, pero vos apareciste cuando yo estaba de viaje, y apareciste con fuerza, comentando mucho, y al no decirte nada la primera vez, despues cada vez parecia mas sinsentido darte mi bienvenida.. en fin, ahora sí: Hola!
Gracias por transformar mis comentarios en una historia atractiva, la verdad que al mencionar mi relacion con el poema no creí que alguien pudiera disfrutarla tanto! lo hice por una cuestión de sinceridad, por decirlo de algun modo... me alegro de que hayas encontrado algo hermoso en eso, me haces verlo hermoso a mi tambien. Gracias!
Lamento que las repeticiones te tensen, para mi tienen un encanto infantil tal vez, como los cuentos para niños que repiten siempre las mismas estructuras, pero si no te gustan, ok.
A mí si me gustan los primeros versos con los pasos tan ceremoniales, nunca los sentí como de ama de llaves si no también como un juego infantil (de hecho tenemos un juego infantil, "María La Paz, La Paz, La Paz/ Tres pasos pa'tras, pa¡tras, pa'tras/ para este costaaado/para el otro laaado..." que se juega caminado para adelante, para atras y para los los lados al ritmo de la cancioncita), es como un comienzo juguetón y falsamente inocente del poema, que empieza así, tan levemente, para después complicarse y adensarse con el muerto adentro de su cabeza, cosas escondidas en un armario oscuro, etc (metáfora que también podría ser de ama de llaves de novela gótica, y sin embargo ya la percibimos de otra forma, no?) No estoy intentado convencerte de nada, si no te gustó, no pasa nada; sólo te comento lo que siento.
Me gustó lo que dijiste de Venecia pero al final nunca llegué a comentar a Margarit como se merecía.
Hasta pronto!

gotamarina dijo...

Fernando: me encantará que me envíes tus escritos, por favor no te olvides! Y muchas gracias. Me encanta tu blog, pero nunca tengo tiempo de leerlo como se merece... escribís más rápido que mi capacidad de lectura! (lamento ser reiterativa con lo de la falta de tiempo, pero es asi..) Lamento que se perdieran tus otros cursos like tears in the rain (cita de nexus 6 agonizando, o me equivoco?)

meteco diletante dijo...

Hola gotamarina; gracias por la bienvenida. Tu historia me recordó mucho a una película argentino-española que se llamaba "Historias mínimas", la cual me encantó, tanto por la película misma como por el concepto de "historia mínima". Creo que tu historia encaja perfectamente con ese concepto. Por lo de mis gustos y opiniones críticas no los tomes muy en consideración, todavía no estoy muy formado en poesía. Me da mucha envidia cuando veo que muchos de vosotros ya leíais poesía en la adolescencia. El primer poema que despertó en mí, o mejor dicho, que me hizo considerar a la poesía como un género potente (dejemos por el momento qué sea eso de "potente") fue ya en la treintena avanzada. En cualquier caso llegué tarde a todo tipo de género literario, aunque a éste más.

saludos

gotamarina dijo...

Meteco: "Historias minimas" es genial, yo tambien la disfruté muchísimo. Que bueno verme emparentada con esa película a través de tu lectura. Llegaste tarde a la literatura pero ahora te dedicas a eso, no? Y los que leiamos poesia en la adolescencia nos habremos perdido alguna otra cosa que vos sí viviste... y nadie elige nada, son cosas que pasan. Suerte!

meteco diletante dijo...

Sí, por paradojas del destino ahora me gano la vida como profesor de lengua y literatura, cuando fui un pésimo estudiante, especialmente en esta asigntura. No creo en el karma, pero hay veces que mi vida me hace pensar en él; casi todo lo que hice mal en la infancia-adolescencia me ha tocado repetirlo de adulto para hacerlo bien en esta ocasión, ¡incluso volver al colegio!

saludos.

gotamarina dijo...

Hola meteco! ¿Sos el mismo de "intro-version, experiencias comunicativas"? Te dejé un comentario pensando que eras el mismo. Como dicen de las brujas: no creo en el Karma, pero que lo hay, lo hay.