miércoles, 28 de mayo de 2008

Oliverio Girondo -propuesta de Diana

DICOTOMIA INCRUENTA

Siempre llega mi mano

más tarde que otra mano que se mezcla con la mía

y forman una mano.


Cuando voy a sentarme

advierto que mi cuerpo

se sienta en otro cuerpo que acaba de sentarse

adonde yo me siento.


Y en el preciso instante

de entrar en una casa,

descubro que ya estaba

antes de haber llegado.


Por eso es muy posible que no asista a mi entierro,

y que mientras me rieguen de lugares comunes,

ya me encuentre en la tumba,

vestido de esqueleto,

bostezando los tópicos y los llantos fingidos.


CANSANCIO

Cansado

¡Sí!

Cansado

de usar un solo brazo,

los labios,

veinte dedos,

no sé cuántas palabras,

no sé cuántos recuerdos,

grisáceos,

fragmentarios.


Cansado,

muy cansado

de este frío esqueleto,

tan púdico,

tan casto,

que cuando se desnude

no sabré si es el mismo

que usé mientras vivía.


Cansado

¡Sí!

Cansado

por carecer de antenas,

de un ojo en cada omóplato

de una cola auténtica,

alegre,

desatada,

y no de este rabo hipócrita,

degenerado,

enano.


Cansado,

sobre todo,

de estar siempre conmigo,

de hallarme cada día,

cuando termina el sueño,

allí, donde me encuentre,

con las mismas narices

y con las mismas piernas;

como si no deseara

esperar la rompiente con un cutis de playa,

ofrecer, al rocío, dos senos de magnolia,

acariciar la tierra con un vientre de oruga,

y vivir, unos meses, adentro de una piedra.

..............................................Oliverio Girondo


Creo que Girondo lo dice todo. Yo soy varias/varios/cosas. Yo tengo experiencia de mi cuerpo, pero también experiencia de otro cuerpo que no es mío (o la experiencia en tercera persona de mi propio cuerpo: "mi mano llega más tarde que otra mano -¿qué otra mano, la que veo? ¿como el capitán en el barco de la Sexta Meditación de Descartes?- que se mezcla con la mía"). Experiencia de un cuerpo humano, de partes de un cuerpo (manos, narices, piernas), de un cuerpo animal (ansiando tener cola alegre y vientre de oruga), de cosa (ningún ser vivo puede habitar meses adentro de una piedra). Esta idea de reconocerse y a la vez estar alienado en las propias experiencias de uno mismo y del mundo, donde los límites entre el yo, el cuerpo (¿mi? cuerpo) y el mundo se desdibujan. Eso de no reconocerse en la mirada del otro (o al menos eso leo en la estrofa final del primer poema al presenciar el propio entierro). Y el profundo cansancio, hastío producido por tener forma humana y no de oruga, por albergar en uno deseos imposibles, como ese deseo de vivir adentro de una piedra, allí donde nadie puede vivir.

Y de yapa mi poema favorito de Girondo (díganme si no quedan exhaustos de leerlo!).

12.


Se miran, se presienten, se desean,

se acarician, se besan, se desnudan,

se respiran, se acuestan, se olfatean,

se penetran, se chupan, se demudan,

se adormecen, se despiertan, se iluminan,

se codician, se palpan, se fascinan,

se mastican, se gustan, se babean,

se confunden, se acoplan, se disgregan,

se aletargan, fallecen, se reintegran,

se distienden, se enarcan, se menean,

se retuercen, se estiran, se caldean,

se estrangulan, se aprietan se estremecen,

se tantean, se juntan, desfallecen,

se repelen, se enervan, se apetecen,

se acometen, se enlazan, se entrechocan,

se agazapan, se apresan, se dislocan,

se perforan, se incrustan, se acribillan,

se remachan, se injertan, se atornillan,

se desmayan, reviven, resplandecen,

se contemplan, se inflaman, se enloquecen,

se derriten, se sueldan, se calcinan,

se desgarran, se muerden, se asesinan,

resucitan, se buscan, se refriegan,

se rehuyen, se evaden, y se entregan.

7 comentarios:

Fernando Broncano dijo...

Los dos primeros poemas que ofrece Diana, de Oliverio Girondo, me han recordado el cuadro de Vermeer, el arte de la pintura, que siempre me ha parecido una paradoja que me produce vértigo: ¿acaso se está asomando Vermeer a sí mismo (de espaldas) cuando está pintando? Y estos dos poemas me parecen algo similar: pensar (sentir, añorar) el cuerpo desde fuera (coincido con el comentario metafísico de Diana). Se diría que el mero hecho de pensarlo aboca a la indecibilidad, pero todos los que estamos incómodos en nuestro cuerpo (no generalizo) sabemos que no es cierto. Ser lombriz, volar, ser muy alto, ser de otro sexo, verse a sí mismo desde fuera: son nostalgias de lo que no es posible, pero contra lo que la imaginación en algún momento se rebela.
La lista de verbos/acciones es maravillosa: cada vez me gustan más las listas, iluminan matices que los conceptos no hacen nunca. Una historia de erotismo por una geografía de acciones.
No conozco nada de Girondo, me recuerda por momentos a Cortázar, pero no sabría por qué.

gotamarina dijo...

que genial, Diana! encontrar estos versos de Girondo subidos por vos en pan de humo es como ir a tu casa a tomar mate y estar juntas toda la tarde. Qué bueno! Ya sabés que siempre me chifló Girondo, es como de la familia para mí (Fernando: si no conocés más nada, por favor empezá pronto que está buenísimo!).
No estoy con muchas luces para comentar ni poética ni metafísica, sólo quiero compartir con ustedes el entusiasmo del encuentro y mi asombro por el poder infinito de la poesía, que puedeo diluir distancias en un instante, y también todas las cosas extraordinarias que sugiere Girondo.

Nuño dijo...

Buenas tardes a todos y gracias a Diana por esta oferta que, al menos para mí, me permite gozar de otros espacios poéticos que, con este blog, sigo descubriendo. He recurrido a "A media voz" para ponerme al día y me ha sorprendido la cronología de Girondo: los años no sólo no han envejecido, han fortalecido la actualidad de sus poemas; se dejan leer como si fueran textos del presente. Los tres se sujetan al mismo acento, aunque los dos primeros, rindiendo culto a la modernidad de las vanguardias, encubren ese respeto con el recurso formal de romper los versos, alargándolos o reduciéndolos a capricho, pero manteniendo en todo momento ese ritmo que la lectura traduce en armonía. Rasgo que se hace más notable en el "favorito" de Diana: en éste la "regularidad" silábica de los versos redunda en el ritmo y si a ello se añade que aquí el verso se reduce sólo a verbo y pronombre, no cabe duda de que el ritmo de la lectura llegara ser agobiante. (¿No suena al martilleante susurro del trajinar de las máquinas textiles?). No sé porqué pienso que "Dicotomía" me lleva al tema de la anticipación o de la desfiguración del tiempo: yo estoy aquí en el lugar que llevo tiempo ocupando y mi cuerpo es éste que ya fue y sigue siendo; pasado, presente y futuro (entierro) borran así sus propios límites. También me ocurre con "Cansancio" que se acerca a la misma temática ("no sabré si es el mismo/ que usé mientras vivía"), pero se centra ante todo en el extrañamiento del propio cuerpo, despreciando su identidad y lamentándose existencialmente de carencias físicas que le impiden cumplir sus sueños (¿surrealismo?). Salud para todos.

Beatriz dijo...

Para mi Girondo es un viejo amigo, fue el poeta con el que me estrené en la facultad, la primera clase que escuché empezaba con "Se miran, se presienten, se desean", que es un poema que transmite de una manera sencilla poéticamente toda la fuerza del acto amoroso, y que siempre me ha gustado mucho por su intensidad. Es lógico que recuerde a Cortázar las búsquedas, los lugares son los mismos. Cortázar es de alguna manera heredero de Girondo, su gíglico, se insipira en este poema.
Me gustan los poemas propuestos porque el Girondo que yo más he releído es el rompedor de Espantapájaros, que siempre me ha gustado como vanguardista, pero que a nivel íntimo me fallaba como elección porque había en él algo de escuela, demasiado lúdico, incluso diría de forma intuitiva "adolescente". Sin embargo, estos poemas del extrañamiento del cuerpo puedo leerlos en una clave mucho más cercana y siento que en otro momento de mi vida me hubiera identificado con ellos, no es ahora el caso, me siento más cerca de " busca dentro del pecho es lugar o nido preparado para mecere el sueño de la vida", que es la antítesis de Girondo o de la intensidad de Lope; pero cada momento tiene sus poetas!!!

Josep E. Corbí dijo...

Me resulta extraño entrar en pandehumo a última hora. Me siento un intruso. Los quehaceres de la vida me han alejado del estado del alma que invita al comentario poético y, sin embargo, los poemas de Girondo me susurraban al oído. Lo primero que pensé al leerlos es lo que sigo pensando. Estos poemas son hijos de una idea que encuentra un sencilla y potente plasmación poética. Son hijos de una idea porque no pretenden ocultar de qué idea son hijos, pues la conciencia de ese rasgo conceptual no disminuye su potencia sino que la subraya. ¿No habíais caído en la cuenta de que el juego amoroso se descompone en verbos que describen acciones menudas? ¿No habíais caído que es la mera acumulación de esas acciones la que transforman el espacio y lo convierte en un encuentro? ¿No os asalta de pronto la extrañeza de no reconoceros en lo que hasta ahora creíais ser? ¿No os sorprende vuestra mano cuando la miráis con detenimiento? ¿No sospecháis, en ese instante, que vuestro verdadero yo, vuestra verdadera mano, es otra? O sea, que todavía creéis que hay un yo que es más verdadero que otro. En fin, si no, habríais muerto bastante antes de vuestro entierro.

gotamarina dijo...

qué hermoso Pepo! Me encantó este comentario! Tan simple y tan justo y tan bello!

Nuño dijo...

Bueno, Pepo. Me había ya resignado a tu silencio, pero tu incisivo comentario bien ha merecido esta espera. Sobre tu sentencia final, ¿puedo pensar que ese "antes" es un apriori porque lo natural es así, aunque desde el deseo y el "mérito" ese "antes" sea un "después" que promete no acabar como pasa con Girondo o nuestro Lope?