miércoles, 31 de diciembre de 2008
Rumi | propuesta de Bea
miércoles, 24 de diciembre de 2008
Jenaro Talens | propuesta de Vicente
miércoles, 17 de diciembre de 2008
Bob Dylan - propuesta de Marina
Love minus zero/No limit
My love she speaks like silence,
without ideals or violence,
she doesn't have to say she's faithful,
yet she's true, like ice, like fire.
People carry roses,
and make promises by the hours,
my love she laughs like the flowers,
Valentines can't buy her.
In the dime stores and bus stations,
people talk of situations,
read books, repeat quotations,
draw conclusions on the wall.
Some speak of the future,
my love she speaks softly,
she knows there's no success like failure
and that failure's no success at all.
The cloak and dagger dangles,
madams light the candles.
In ceremonies of the horsemen,
even the pawn must hold a grudge.
Statues made of match sticks,
crumble into one another,
my love winks, she does not bother,
she knows too much to argue or to judge.
The bridge at midnight trembles,
the country doctor rambles,
bankers' nieces seek perfection,
expecting all the gifts that wise men bring.
The wind howls like a hammer,
the night blows cold and rainy,
my love she's like some raven
at my window with a broken wing.
Amor bajo cero / sin barreras
Mi amor habla como el silencio
sin ideales ni violencia,
ella no necesita decir que es fiel
ya que es sincera como hielo, como fuego.
La gente lleva rosas
y hace promesas en cada momento,
mi amor ríe como las flores,
los Valentines no pueden comprarla.
En los mercadillos y paradas de autobús
la gente habla de anécdotas,
lee libros, repite citas
escribe conclusiones en la pared.
Algunos hablan del futuro,
mi amor habla quedamente,
ella sabe que no hay éxito como el fracaso
y que el fracaso no es ningún éxito.
La capa y la espada se mecen,
las damas encienden las velas.
En las ceremonias de los jinetes
hasta el peón abriga un rencor.
Estatuas hechas de cerillas
se desploman unas contra otras,
mi amor pestañea, no se inmuta,
sabe demasiado para discutir o juzgar.
El puente tiembla a medianoche,
el médico rural pasea,
las sobrinas de los banqueros buscan la perfección
esperando todos los regalos que los hombres sabios pueden traer.
El viento aúlla como un martillo,
la noche sopla fría y lluviosa,
mi amor es como un cuervo
con un ala rota en mi ventana.
Comentario:
Tenía muchas ganas de compartir esta canción con ustedes, y me dije que ya que Pan de humo había explorado en varias oportunidades relaciones posibles entre poesía y plástica, incluso en expresiones tan radicales como las de Julia Otxoa, podíamos ahora aprovechar esta oportunidad para explorar relaciones posibles entre poesía y música. Al fin y al cabo imagino que en todas las culturas del mundo la poesía nació siempre ligada a la música, y aunque en la nuestra ambas hayan encontrado caminos por separado hace tanto tiempo, todavía nos siguen importando las características musicales de un poema, como sonido, ritmo, métrica, etc., incluso cuando leemos para nosotros mismos y en silencio. Escribir una letra de canción no es lo mismo que escribir un poema, eso lo sabe cualquiera que se aventure en alguna de las dos empresas, y hablar de un poema que nació unido a una música es complicado: me cuesta distinguir hasta qué punto las sensaciones que despierta en mí este poema están provocadas por las palabras o por la música. Por desgracia la traducción castellana que encontré es fiel al contenido, por lo que entiendo, pero carece totalmente de gracia y encanto, es decir que en este caso pido especialmente a los que no saben inglés que traten de escuchar la canción para darse cuenta de cómo suena el original.
Curiosamente, cuando trato de expresar lo que me dice este poema me salen imágenes plásticas: como si Dylan hubiera intentado pintar un retrato con la peculiar técnica de pintar un paisaje y poner a su retratada en un ángulo pequeño y difuminado. Siento que este recurso es sumamente apropiado para el carácter de la retratada, pues me la imagino una persona zen, de una paz interior y una serenidad de alma notables. El mundo que la rodea (aquí es donde siento que me influye más la música que las palabras) me lo represento con una mezcla de imágenes de Estados Unidos inconexa y probablemente muy esteroeotipada, ya que nunca estuve ahí: un mundo donde convive la barbarie del Lejano Oeste con la desolación de la Gran Depresión y la grandeza lúgubre de Poe (inexorablemente el cuervo del final me lleva a Poe); un mundo oscuro y de estrechez mental, de rencores pueblerinos, donde la gente habla sin fundamento, los hombres buscan el poder, y las mujeres al hombre que las rescate. En este paisaje ella se destaca sin hacer nada: una mujer que habla como el silencio, "sin ideales ni violencia", que "ríe como las flores", que es leal como la naturaleza, que reconoce que éxito y fracaso son ambos ilusorios, que no se inquieta ante las calamidades, que no puede ser comprada con regalos, que es lo bastante sabia como para no argumentar ni juzgar, y que puede despertar la misma ternura que un ave lastimada en nuestra ventana… aunque el poema no dice nada al respecto, mi conocimiento del mundo me hace pensar que esta mujer zen me cae muy bien a mí, obviamente a Dylan también, ya que él la creó, pero para muchos de sus congéneres debe de resultar incómoda.
La versión que está en mis oídos desde mi infancia no es la de Dylan sino la de Joan Baez, que tiene una voz y una forma de cantar enormemente diferentes a las de Dylan, pero no encontré su versión como para subirla, y ésta es muy potente, siempre es potente el propio autor diciendo sus poemas; es hermosa, se escucha bien, y es muy cercana a cuando la canción fue escrita, por lo tanto siento que tiene el espíritu de la época. Supongo que Dylan no necesita ni una palabra de presentación, ¿verdad?
Para terminar, una anécdota personal: cuando yo tenía más o menos 14 años, mi tío Heriberto me regaló un libro finito de tapas negras con canciones de Dylan traducidas al castellano. No era una edición bilingüe, sólo e

miércoles, 10 de diciembre de 2008
Alejandra Pizarnik -propuesta del Tío Celerino
miércoles, 3 de diciembre de 2008
Fernando Pessoa -propuesta de Nuño
miércoles, 26 de noviembre de 2008
Jorge Luis Borges -propuesta de Carmen

miércoles, 19 de noviembre de 2008
Luis Cernuda -propuesta de Fernando
miércoles, 12 de noviembre de 2008
María Sanz -propuesta de Azahara
miércoles, 5 de noviembre de 2008
César Simón -propuesta de Josep
miércoles, 29 de octubre de 2008
Novalis -propuesta de Meteco Diletante
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“Pero me vuelvo hacia el valle, a la sacra, indecible, misteriosa Noche. Lejos yace el mundo –sumido en una profunda gruta- desierta y solitaria estancia. Por las cuerdas del pecho sopla profunda melancolía. En gotas de rocío quiero hundirme y mezclarme con la ceniza. –Lejanías del recuerdo, deseos de juventud, sueños de la niñez, breves alegrías de una larga vida y vanas esperanzas se acercan en grises ropajes, como niebla del atardecer tras la puesta del sol. En otros espacios abrió la luz sus alegres tiendas”.
miércoles, 22 de octubre de 2008
K. Kavafis – propuesta de Javier Gil
Esperando a los bárbaros.
¿Qué esperamos agrupados en el foro?
Hoy llegan los bárbaros.
¿Por qué inactivo está el Senado
e inmóviles los senadores no legislan?
Porque hoy llegan los bárbaros.
¿Qué leyes votarán los senadores?
Cuando los bárbaros lleguen darán la ley.
¿Por qué nuestro emperador dejó su lecho al alba,
y en la puerta mayor espera ahora sentado
en su alto trono, coronado y solemne?
Porque hoy llegan los bárbaros.
Nuestro emperador aguarda para recibir
a su jefe. Al que hará entrega
de un largo pergamino. En él
escritas hay muchas dignidades y títulos.
¿Por qué nuestros dos cónsules y los pretores visten
sus rojas togas, de finos brocados;
y lucen brazaletes de amatistas,
y refulgentes anillos de esmeraldas espléndidas?
¿Por qué ostentan bastones maravillosamente cincelados
en oro y plata, signos de su poder?
Porque hoy llegan los bárbaros;
y todas esas cosas deslumbran a los bárbaros.
¿Por qué no acuden como siempre nuestros ilustres oradores
a brindarnos el chorro feliz de su elocuencia?
Porque hoy llegan los bárbaros
que odian la retórica y los largos discursos.
¿Por qué de pronto esa inquietud
y movimiento? (Cuánta gravedad en los rostros).
¿Por qué vacía la multitud calles y plazas,
y sombría regresa a sus moradas?
Porque la noche cae y no llegan los bárbaros.
Y gente venida desde la frontera
afirma que ya no hay bárbaros.
¿Y qué será ahora de nosotros sin bárbaros?
Comentario
(La vida tiene sus urgencias y Javier no ha podido hacerme llegar a tiempo su comentario inicial. Lo publicará en la sección 'Comentarios' a lo largo de la semana)
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miércoles, 15 de octubre de 2008
Charles Baudelaire -propuesta de Jesús
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A Victor Hugo
Fourmillante cité, cité pleine de rêves,
Où le spectre en plein jour raccroche le passant!
Les mystères partout coulent comme des sèves
Dans les canaux étroits du colosse puissant.
Un matin, cependant que dans la triste rue
Les maisons, dont la brume allongeait la hauteur,
Simulaient les deux quais d'une rivière accrue,
Et que, décor semblable à l'âme de l'acteur,
Un brouillard sale et jaune inondait tout l'espace,
Je suivais, roidissant mes nerfs comme un héros
Et discutant avec mon âme déjà lasse,
Le faubourg secoué par les lourds tombereaux.
Tout à coup, un vieillard dont les guenilles jaunes
Imitaient la couleur de ce ciel pluvieux,
Et dont l'aspect aurait fait pleuvoir les aumônes,
Sans la méchanceté qui luisait dans ses yeux,
M'apparut. On eût dit sa prunelle trempée
Dans le fiel; son regard aiguisait les frimas,
Et sa barbe à longs poils, roide comme une épée,
Se projetait, pareille à celle de Judas.
II n'était pas voûté, mais cassé, son échine
Faisant avec sa jambe un parfait angle droit,
Si bien que son bâton, parachevant sa mine,
Lui donnait la tournure et le pas maladroit
D'un quadrupède infirme ou d'un juif à trois pattes.
Dans la neige et la boue il allait s'empêtrant,
Comme s'il écrasait des morts sous ses savates,
Hostile à l'univers plutôt qu'indifférent.
Son pareil le suivait: barbe, oeil, dos, bâton, loques,
Nul trait ne distinguait, du même enfer venu,
Ce jumeau centenaire, et ces spectres baroques
Marchaient du même pas vers un but inconnu.
À quel complot infâme étais-je donc en butte,
Ou quel méchant hasard ainsi m'humiliait?
Car je comptai sept fois, de minute en minute,
Ce sinistre vieillard qui se multipliait!
Que celui-là qui rit de mon inquiétude
Et qui n'est pas saisi d'un frisson fraternel
Songe bien que malgré tant de décrépitude
Ces sept monstres hideux avaient l'air éternel!
Aurais-je, sans mourir, contemplé le huitième,
Sosie inexorable, ironique et fatal
Dégoûtant Phénix, fils et père de lui-même?
- Mais je tournai le dos au cortège infernal.
Exaspéré comme un ivrogne qui voit double,
Je rentrai, je fermai ma porte, épouvanté,
Malade et morfondu, l'esprit fiévreux et trouble,
Blessé par le mystère et par l'absurdité!
Vainement ma raison voulait prendre la barre;
La tempête en jouant déroutait ses efforts,
Et mon âme dansait, dansait, vieille gabarre
Sans mâts, sur une mer monstrueuse et sans bords!
Los siete viejos
A Victor Hugo
¡Ciudad hormigueante! ¡Ciudad llena de sueños,
donde el espectro a pleno día atrapa al que pasa!
Por doquier los misterios como la savia fluyen
en las angostas venas del coloso potente.
Una mañana, mientras que en la lúgubre calle
las casas, cuya altura la niebla acrecentaba,
parecían los muelles de un río desbordado,
y, decorado al alma del actor semejante,
una amarilla niebla ensuciaba el espacio,
seguía yo, envarando como un héroe mis nervios,
y discutiendo con mi alma ya fatigada,
el arrabal batido por pesadas carretas.
De pronto a un viejo cuyos amarillos harapos
el color imitaban de ese cielo lluvioso,
y cuyo aspecto habría hecho llover limosnas,
sin la malignidad que en sus ojos brillaba,
pude ver. Se dijera su pupila en la hiel
bañada; su mirada aguzaba la escarcha,
y su barba de largos mechones, cual un sable,
tiesa se proyectaba igual que la de Judas.
Él encorvado no estaba, sino roto; su espina
y su pierna un perfecto ángulo recto hacían,
de forma que el bastón, rematando su facha,
le daban la figura y el paso desmañado
de res coja o judío que tuviera tres patas.
En la nieve y el lodo marchaba tropezando,
cual si bajo sus botas fuese aplastando muertos,
hostil al universo, más bien que indiferente.
Otro igual: bastón, barba, mirada, espalda, andrajos,
de un mismo hades salido, exacto, tras de él iba,
centenario gemelo, y estas sombras barrocas
a la par caminaban hacia un fin ignorado.
¿De qué infame complot era entonces yo el blanco,
o qué maligno azar me humillaba de tal modo?
¡Pues conté siete veces, de minuto en minuto,
este viejo siniestro que se multiplicaba!
Que quien se haya reído de mi desasosiego,
y de un temblor fraterno no se haya estremecido,
piense que un aire eterno, a pesar de su tanta
ruina, estos siete monstruos repugnantes tenían.
¿Hubiera, sin morirme, contemplado al octavo,
inexorable Sosias, irónico y funesto,
Fénix que ya aburría, hijo y padre de él mismo?
- Pero volví la espalda al cortejo infernal.
Exasperado como un ebrio que ve doble
volví a casa, cerré con espanto mi puerta,
enfermo y aterido, febril mi alma turbada,
¡por el misterio herida y por la absurdidez!
En vano mi razón el timón procuraba;
la tempestad jugando confundía su esfuerzo,
¡y mi al ma bailaba, bailaba, vieja barca,
desmantelada en una mar monstruosa y sin límites!
(Traducción de Luis Martínez de Merlo)
Dejo caer de nuevo mi escasa experiencia poética para acompañar los versos que desgranáis semana a semana. Entre los pocos versos que se vienen a mi mente una vez tras otra está el que abre este poema de los "Cuadros parisinos" incluidos en Las flores del mal de Baudelaire. Poco puedo decir de él o de las estrofas que siguen, más que recordar el juego incesante e infinito en que se mueve la poesía creadora, entre la palabra significada y la desconcertante imaginación. ¡Cuántas veces no me he imaginado arrastrado por la visión alucinatoria en el choque sensorial del mundo urbano! Las historias están, en ese cuerpo a veces putrefacto y sórdido, siempre en ciernes, a punto de clarear entre nubes o nieblas de ensoñación. No anegarse en la desbocada imaginación es el ejercicio del poeta que crea mundos fecundos en la experiencia vivida de todos.
(Perdonaréis sin duda la traducción que, en ocasiones, por ser más fiel al verso deja de ser fiel a la palabra. No me he atrevido a mi propia lectura).
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miércoles, 8 de octubre de 2008
Sor Juana Inés de la Cruz -propuesta de Bea
Si los riesgos del mar considerara,
ninguno se embarcara; si antes viera
bien su peligro, nadie se atreviera
ni al bravo toro osado provocara.
Si del fogoso bruto ponderara
la furia desbocada en la carrera
el jinete prudente, nunca hubiera
quien con discreta mano lo enfrentara.
Pero si hubiera alguno tan osado
que, no obstante el peligro, al mismo Apolo
quisiese gobernar con atrevida
mano el rápido carro en luz bañado,
todo lo hiciera, y no tomara sólo
estado que ha de ser toda la vida.
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Comentario
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Sigo con mi pasión por los sonetos… Durante la carrera descubrí a Sor Juana Inés de la Cruz, monja mexicana del siglo XVII. Posiblemente ella fue la responsable de que hiciera mi tesis sobre literatura conventual. Lo que me fascinó de esta mujer no es sólo que fuera una figura de gran fama en una época donde lo femenino estaba proscrito, sino que hizo de su ansia de saber y de sus ganas de vivir, guiadas por al amor a la poesía, un leiv-motif tan fuerte que la llevó a superar todo tipo de obstáculos. Escogió el convento porque allí estaban los libros, sustituyó mística de Dios por mística de conocimiento… y con ello se ganó el respeto para el resto de los tiempos.
Me gusta este soneto por la enorme fuerza que me trasmite, porque utiliza imágenes poderosas para animarnos a decidir ese “estado que ha de ser toda la vida”. Yo recuerdo a las voces que me animaron a desoír mi deseo de estudiar literatura, de querer trabajar en la universidad… de hacer muchas de las cosas que he hecho, me han hecho feliz y han ayudado a formar la parte de mi de la que me siento más orgullosa. “Si los riesgos de la mar considerar ninguno se embarcara”, siempre me gusta pensar que puedo, aunque me dé mucho miedo.
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miércoles, 1 de octubre de 2008
Prévert -propuesta de Diana
Barbara
_
Rappelle-toi Barbara
Il pleuvait sans cesse sur Brest ce jour-là
Et tu marchais souriante
Épanouie ravie ruisselante
Sous la pluie
Rappelle-toi Barbara
Il pleuvait sans cesse sur Brest
Et je t'ai croisée rue de Siam
Tu souriais
Et moi je souriais de même
Rappelle-toi Barbara
Toi que je ne connaissais pas
Toi qui ne me connaissais pas
Rappelle-toi
Rappelle-toi quand même ce jour-là
N'oublie pas
Un homme sous un porche s'abritait
Et il a crié ton nom
Barbara
Et tu as couru vers lui sous la pluie
Ruisselante ravie épanouie
Et tu t'es jetée dans ses bras
Rappelle-toi cela Barbara
Et ne m'en veux pas si je te tutoie
Je dis tu à tous ceux que j'aime
Même si je ne les ai vus qu'une seule fois
Je dis tu à tous ceux qui s'aiment
Même si je ne les connais pas
Rappelle-toi Barbara
N'oublie pas
Cette pluie sage et heureuse
Sur ton visage heureux
Sur cette ville heureuse
Cette pluie sur la mer
Sur l'arsenal
Sur le bateau d'Ouessant
Oh Barbara
Quelle connerie la guerre
Qu'es-tu devenue maintenant
Sous cette pluie de fer
De feu d'acier de sang
Et celui qui te serrait dans ses bras
Amoureusement
Est-il mort disparu ou bien encore vivant
Oh Barbara
Il pleut sans cesse sur Brest
Comme il pleuvait avant
Mais ce n'est plus pareil et tout est abimé
C'est une pluie de deuil terrible et désolée
Ce n'est même plus l'orage
De fer d'acier de sang
Tout simplement des nuages
Qui crèvent comme des chiens
Des chiens qui disparaissent
Au fil de l'eau sur Brest
Et vont pourrir au loin
Au loin très loin de Brest
Dont il ne reste rien.
Para Barbara
_
Acuérdate Bárbara
Llovía sin cesar en Brest aquél día
Y marchabas sonriente
Dichosa embelesada empapada
Bajo la lluvia
Acuérdate Bárbara
Llovía sin cesar en Brest
Y me crucé contigo en la calle de Siam
Sonreías
Y yo también sonreía
Acuérdate Bárbara
Tú a quién yo no conocía
Tú que no me conocías
Acuérdate
Acuérdate pese a todo aquél día
No lo olvides
Un hombre se cobijaba en un portal
Y gritó tu nombre
Bárbara
Y corriste hacia él bajo la lluvia
Empapada embelesada dichosa
Y te echaste en sus brazos
Acuérdate de eso Bárbara
Y no te ofendas si te tuteo
Yo tuteo a todos los que amo
Aunque los haya visto sólo una vez
Tuteo a todos los que se aman
Aunque no los conozca
Acuérdate Bárbara
No olvides
Esa lluvia buena y feliz
Sobre tu rostro feliz
Sobre esa ciudad feliz
Esa lluvia sobre el mar
Sobre el arsenal
Sobre el banco d'Ouessant
Oh Bárbara
Menuda estupidez la guerra
Qué has llegado a ser ahora
Bajo esta lluvia de hierro
De fuego de acero de sangre
Y el hombre aquel que te estrechaba entre sus brazos
Amorosamente
Quizás ha muerto o desaparecido o vive todavía
Oh Bárbara
Llueve sin cesar en Brest
Como solía llover en otro tiempo
Pero no es lo mismo y todo está estropeado
Es lluvia desconsolada de duelo espantoso
Ni siquiera es ya tormenta
De hierro de acero de sangre
Simplemente nubes
Que revientan como perros
Perros que desaparecen
En el remanso de Brest
Y van a pudrirse lejos
Lejos muy lejos de Brest
Donde ya no queda nada.
----------De Paroles (1946)
----------Versión de C. Deplois
Comentario
María Jesus nos propuso hace unas semana un poema de Benedetti. El fue uno de los poetas favoritos de mi adolescencia, junto con Prévert (supongo que habrá sido el primer contacto que tuve con la poesía...). Casi como desafío a mi misma y mi historia me puse a releer Prévert, y me sigue gustando mucho. Me gusta sobre todo lo minimalista de sus poemas (el más extremo es, sin duda "Déjeneur du matin"). Con palabras completamente cotidianas, sin pretensiones, ni términos poco frecuentes o de difícil comprensión, con la más absoluta sencillez, pinta un cuadro enormemente emocionante (al menos a mi, "Déjenuer du matin" me sigue poniendo la piel de gallina).
Este poema, "Para Bárbara", siempre me resultó muy emocionante también. Hay dos inflexiones muy bellas, desde mi punto de vista, en el fluir del poema, como dos baldazos de agua fría. Prévert nos va pintando un cuadro familiar, una historia de amor que parece ser muy cercana al autor y de pronto dice:
"Y no te ofendas si te tuteo
Yo tuteo a todos los que amo
Aunque los haya visto sólo una vez"
Y nos descoloca, y vemos que sólo está describiendo un cuadro que una vez presenció accidentalmente, y notamos lo efímero y precario de la situación: un cuadro así descripto, de dos desconocidos, puede tener miles de complicadas situaciones antecedentes y posteriores que no se condicen con una sólida historia de amor como la que parece estar detrás de los primeros versos.
Y la segunda y brutal inflexión está en:
"Oh Bárbara
Menuda estupidez la guerra
Qué has llegado a ser ahora"
Después de pintarnos una idílica situación entre dos amantes, se nos cae encima la destrucción y la guerra, y más precario y más eíimero se vuelve todo, hasta quedar consumido en la nada en el último verso.
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miércoles, 24 de septiembre de 2008
Vicente Huidobro - propuesta de Marina
Ella
Ella daba dos pasos hacia delante
Daba dos pasos hacia atrás
El primer paso decía buenos días señor
El segundo paso decía buenos días señora
Y los otros decían cómo está la familia
Hoy es un día hermoso como una paloma en el cielo
Ella llevaba una camisa ardiente
Ella tenía ojos de adormecedora de mares
Ella había escondido un sueño en un armario oscuro
Ella había encontrado un muerto en medio de su cabeza
Cuando ella llegaba dejaba una parte más hermosa muy lejos
Cuando ella se iba algo se formaba en el horizonte para esperarla
Sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina
Tenía los senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad
Era hermosa como un cielo bajo una paloma
Tenía una boca de acero
Y una bandera mortal dibujada entre los labios
Reía como el mar que siente carbones en su vientre
Como el mar cuando la luna se mira ahogarse
Como el mar que ha mordido todas las playas
El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos de abundancia
Cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas
Antes que el viento norte abra sus ojos
Era hermosa en sus horizontes de huesos
Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado
Como el cielo a caballo sobre las palomas
Comentario
Cuando conocí este poema (hace tantísimos años que ya no puedo recordar cuándo, pero fue hace más de 20) me enamoré de él a primera vista. Lo copié en un papel, y desde entonces está conmigo. Con fascinación juvenil me encandilé con Huidobro, y su teoría estética, el creacionismo, me deslumbraba por el uso que promueve de las imágenes y las metáforas. Ahora bien, aunque me compré Altazor, la obra cumbre de Huidobro, no sé por qué nunca terminé de leerla, ni mantuve mi contacto con Huidobro más que a través de este poema y de su Balada de lo que no vuelve, otro poema que tengo transcripto y guardado en mi carpeta de poemas que viven siempre conmigo, y que no incluyo por no excederme en los límites de Pan de humo. Me cuesta ver este poema con ojos de ahora, me acompañó tantos años, en tantos viajes, en tantas épocas de mi vida, que se me mezclan lo que me provocaban estas imágenes en el momento que las conocí con lo que pueden provocarme ahora, y no tengo nada claro para decir. Me gusta la cadencia del poema, el ritmo que tiene gracias a las estructuras repetidas, y por supuesto me siguen gustando sus imágenes. Bueno, para quienes no sepan nada de Huidobro, si los hay, está reconocido como uno de los grandes poetas chilenos de la literatura contemporánea (lamento caer en "el vicio de los ordenamientos" que irrita tanto a Fernando, pero qué le vamos a hacer, resultan útiles para describir consensos incluso cuando una no los suscriba, y no tengo tiempo para hallar nuevas fórmulas del lenguaje) y su vanguardia literaria, el creacionismo, hizo escuela en Latinoamérica y Europa, por lo menos así dicen los chilenos:
Vicente Huidobro en la Biblioteca Nacional de Chile
Vicente Huidobro por la Universidad de Chile
(Una observación menor: este poema lo fui transcribiendo de un papel a otro con los años, y ahora dudé de no haber alterado nada con las reescrituras y lo busqué en la web para ustedes y resulta que sí, en mi papel los versos que van desde "Ella llevaba una camisa ardiente" hasta "era hermosa como un cielo bajo una paloma" están juntos, sin espacios en blanco como lo encontré en la web, con lo cual para mí el poema siempre estuvo compuesto por tres estrofas cada una de las cuales termina comparando la hermosura con palomas y cielo, cosa que me daba placer, me hacía sentirlo más redondo; por otro lado también había perdido el verso de "la luna se mira ahogarse" y las mayúsculas al inicio de cada verso, pero salvo eso, lo demás estaba igual. Acá transcribo el que encontré en la web, porque lo encontré igual en varios sitios, por tanto supongo que esta versión es más fiel que mi papelito).
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miércoles, 17 de septiembre de 2008
Claudio Rodríguez (1934-1999) -propuesta de Nuño
Siempre la claridad viene del cielo;
es un don: no se halla entre las cosas
sino muy por encima, y las ocupa
haciendo de ello vida y labor propias.
Así amanece el día: así la noche
cierra el gran aposento de sus sombras.
Y esto es un don. ¿Quién hace menos creados
cada vez a los seres? ¿Qué alta bóveda
los contiene en su amor? ¡Si ya nos llega
y es pronto aún, ya llega a la redonda
a la manera de los vuelos tuyos
y se cierne, y se aleja y, aún remota,
nada hay tan claro como sus impulsos!
Oh, claridad sedienta de una forma,
de una materia para deslumbrarla
quemándose a sí misma al cumplir su obra.
Como yo, como todo lo que espera.
Si tú la luz te la has llevado toda,
¿cómo voy a esperar nada del alba?
Y, sin embargo –esto es un don-, mi boca
espera, y mi alma espera, y tú me esperas,
ebria persecución, claridad sola
mortal como el abrazo de las hoces,
pero abrazo hasta el fin que nunca afloja.
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-------------Poema I del Libro Primero de
------------------Don de la ebriedad (1953)
Presentación
Esta propuesta no pretende ser una presentación. Lejos de mí tamaño prurito. Lo único que busco es una doble celebración. La primera, y como anticipo de que el próximo año se cumplen los diez de su muerte, la de alegrarnos y maravillarnos de haberle tenido entre nosotros: muy pocas veces los vivos muestran el orgullo de haber sido coetáneo de alguien que siendo don (o sin serlo) era portador de su don. Y la otra celebración, la de manifestarse satisfecho por disfrutar de una envidia sana (santa envidia, según muchos) ante lo que ve, lee, oye o siente o vislumbra en los hechos destacados de muchos de sus coetáneos. De esta última celebración (pecado capìtal, supongo que era antes) participo frecuentemente y no me avergüenzo: en una tertulia de rebotica en Palencia leí de muy joven esta obra y sentí envidia y aún ahora la siento normalmente cada semana, cuando leo la propuesta de este blog .
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miércoles, 10 de septiembre de 2008
Mario Benedetti -propuesta de María Jesús
miércoles, 3 de septiembre de 2008
Joan Margarit -propuesta de Fernando
Venècia
------- A la Raquel
No sents com niua la vulgaritat
darrere les façades dels palaus?
Amor, que no siguem supervivents.
Que no ens adormi el somni d’aquests marbres
ni el dels maons rosats
que surten sota els panys d’estuc caigut.
Que no torni a engayar-nos la bellesa:
la ratlla de verdet semble sortida
del pinzell de Bellini, que perfila
el densos verds oliva dels Canals,
estancats com les venes d’un déu mort.
Tots els palaus són màscares que diuen:
Què són, sense el desastres, la vida i els poemes?
Venecia
--------A Raquel
¿Sientes cómo, detrás de las fachadas
de los palacios, la vulgaridad
hace su nido?
No seamos, amor, supervivientes.
Que no nos duerma el sueño de estos mármoles
o estos ladrillos rosa que aparecen
bajo un lienzo de estuco desplomado.
Que no vuelva a engañarnos la belleza:
esa raya de moho parece haber salido
del pincel de Bellini al perfilar,
con densos verde oliva, canales estancados
como si fuesen venas de un dios muerto.
Los palacios son máscaras que dicen:
¿Qué son, sin los desastres, la vida y los poemas?
Comentario
Margarit es un poeta que cabría considerarle en “la experiencia”, por usar ese adjetivo tonto, por su lenguaje y temas familiares, pero es sobre todo un autor de una grandeza elegíaca inusitada en la poesía peninsular. Lejos de la frivolidad de esa corriente es sobre todo un testigo de las emociones generacionales. Puede que no guste a muchos jóvenes, no está en esta corriente tan esteticista, mallarmiana, hermética y purista que domina el paisaje, pero me siento representado por él en eso que muy pocas veces consigue la poesía: hacerte sentir el latido de otra persona como si bombeara la sangre en tu oído. Supongo que los catalanohablantes le conocéis de sobra, para quienes no: es imprescindible..
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miércoles, 27 de agosto de 2008
María Rosal – Propuesta de Gonzalo
Qué sutil paradoja desearte y tenerte. Qué fiesta de
-----los signos el ángel y su espada.
Acércate que tengo morado un corazón para tu boca y
-----ofréceme el bocado salobre de tu carne, ese himno que
-----crece detrás de las vasijas tal vez porque la edad no ha
-----transcurrido en vano.
Ahora somos más sabios porque estamos sedientos y sabemos
-----subirnos al lomo de la fiebre. Y sabemos abrir la seda
-----de la noche con el alfanje bruñido de la despedida.”
---------------------------------María Rosal, Tregua (2001)
COMENTARIO
Hola a todos. Disculpad mi silencio hasta ahora, en cuanto comience el curso tendré más fácil el acceso a la red y me enredaré más con vosotros. He querido estrenarme con un libro que tengo releidísimo y del cual prefería otros poemas. Pero me fascina leer un breve poema que hace tiempo no me dijo mucho y que, andando la vida, cuando algo ha cambiado en uno mismo, pueda llegar a decirme tantas cosas. Por eso hoy no me interesa María Rosal (de la que poco sé) ni su libro, sino esa experiencia lectora en la que nuestras andanzas y quebrantos determinan la lectura de unas breves líneas. Sólo os diré que, veinte años después, disfruto una correspondida pasión por la que fue mi primera novia. ¿Puedo decir que este poema es mío? Hace veinte años leía mucho a Rilke, el de los ángeles terribles. Y he necesitado releer estos sencillos versos para saber que la edad no ha transcurrido en vano. Los versos son los mismos pero nosotros ahora somos más sabios. ¿Puedo decir que este poema es mío?
Por otra parte no os hablo de uno de mis libros preferidos, pero agradezco a Tregua la sencillez salmódica con que esparce las vísceras por la mesa, el enfrentamiento a la ruina del amor y la perduración del deseo, todo ello, percibo, escribiéndolo sin red y con una cadencia hipnotizante y poco artificiosa.
Es un placer leeros cada semana desde mi páramo alicantino. En septiembre seguiré sonando.
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